Una empresa quiere instalar placas fotovoltaicas en sus edificios para que la energía sea más sostenible instalando paneles solares fotovoltaicos, pero no sabe por dónde empezar. El encargado de hacerlo realidad se encuentra con un sinfín de términos desconocidos: irradiación, azimut, VOC, Isc, PPA. Es aquí donde entran en juego las empresas epecistas.
Si bien la Real Academia de la Lengua Española no reconoce el término de epecista, en la terminología de las renovables se conoce con este nombre a las empresas que se encargan del diseño, suministro y construcción de una planta de energía renovable.
Ejecutan proyectos EPC (Engineering, Procurement and Construction), o llave en mano, para que el que contrata los servicios no tenga que preocuparse de los embrollos legales y los embrollos técnicos que pueden llegar a surgir durante todo el proceso de instalación de su nuevo sistema de autoconsumo.
Desgranando la actividad de este tipo de empresas, el consumidor de este servicio se puede dar cuenta del quebradero de cabeza que se puede ahorrar.
Las empresas epecistas, antes de ponerse manos a la obra con la instalación, realizan una evaluación de las condiciones meteorológicas en la ubicación donde se colocará la instalación. Así, se determina cuál es el mejor sitio para establecer los paneles de autoconsumo.
Tras esta evaluación, se diseña la instalación y se determina la capacidad de autoabastecimiento ideal. En esta etapa, también se toma en cuenta el presupuesto acordado con el cliente, puesto que este tipo de instalaciones suele tener un coste bastante elevado.
La empresa epecista es también la encargada de realizar todos los trámites legales de la instalación. Una empresa eficaz, en este caso, conoce en detalle las normativas que regulan la instalación de sistemas de autoconsumo, cuyos procedimientos se detallan en el Real Decreto 244/2019, de 5 de abril. La empresa que contrate los servicios epecistas solo tendrá que aportar la documentación necesaria para estos trámites.
En cuanto esté todo listo desde el punto de vista legal, la empresa epecista adquirirá los materiales (paneles, convertidores, red y accesorios), ofreciendo al contratante un servicio de atención al cliente y mantenimiento post-instalación.
¿Por qué pasarse al autoconsumo?
El autoconsumo está de moda. Así lo avalan los datos de APPA Renovables, que reflejan que, desde 2015, la potencia instalada de autoconsumo solar se ha ido duplicando cada año en España. Ha pasado de los 21 megavatios (MW) instalados en 2015 a 1.151 MW en 2021. La facilitación de los trámites para la instalación y generación de energías renovables fotovoltaicas y el abaratamiento de los costes convierte al autoconsumo en una opción atractiva para muchas empresas y hogares.
En el caso de las viviendas privadas, antes de la instalación, se requiere una serie de documentos para instalar las placas solares: el permiso de obra, autorizado por el ayuntamiento; la autorización ambiental, por la consejería competente de la Comunidad Autónoma; y el código de autoconsumo (CAU), emitido por la compañía distribuidora de electricidad.
Y después de la instalación, se deben tener en regla la licencia de actividad, el Certificado de Instalación Eléctrica, el Acuerdo de reparto (para autoconsumos compartidos), el documento de Alta o modificación del contrato de suministro y el de acceso y conexión; y el Contrato de Compensación de Excedentes entre productor y consumidor asociado.
Pasados estos trámites, que se pueden encargar a las empresas epecistas, el consumidor ya podrá hacer uso del nuevo sistema de autoconsumo fotovoltaico.