El prefijo cis proviene del latín y significa del lado de. Género hace referencia a la clasificación que se le da al cuerpo, es decir, femenino o masculino. El neologismo cisgénero o cis, por tanto, define a los individuos cuya identidad de género coincide con su fenotipo sexual. Los diferencia, por oposición, de las personas transgénero.
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Este término fue introducido por el psiquiatra y sexólogo alemán Volkmar Sigusch en 1991. En contraposición a la identidad 'trans', nace para definir a las personas que se identifican con el género y sexo asignados al nacer.
Pese a que gran parte de la población mundial es cis, el término cisgénero aún no es reconocido por la Real Academia Española, mientras que términos como travesti y transgénero ya han sido incluidos en el diccionario.
Un término que, pese a no haber sido acuñado nunca antes, mantiene la lógica en nombrar a una persona que se siente identificada con su género y cuerpo de la misma manera.
Además, hay que recalcar que ser una persona cisgénero no significa que su orientación sexual sea heterosexual. Los hombres o mujeres cis pueden ser homosexuales, bisexuales, etc. Y es que, este término simplemente se refiere a un rasgo identificatorio del sexo y la biología humana.
Pero que la mayoría de las personas a quienes se les asigna el sexo femenino al nacer se sientan mujeres, por ejemplo, no significa que no tengan un término para describirse si se diera el caso de que alguien les preguntase.
Sin duda, el lenguaje incide en la manera en que entendemos y construimos el mundo, por lo que términos como este ayudan a ampliar nuestros esquemas de pensamiento.
Rechazo al término
En ocasiones existe un rechazo o desapego del género al que nos han ligado de pequeños debido a una concepción social a que si la persona nace con género femenino o masculino tiene que seguir considerándose niña o niño el resto de su vida.
Son muchas las generaciones que han potenciado este aspecto ligado al género y cuerpo con colores (rosa vs. azul), formas de vestir e incluso juguetes (muñecas vs. camiones).
Aspectos que, por suerte, cada vez se tienen menos en cuenta. Porque los colores, los gustos o los juguetes no definen a las personas. Cada cual se define a sí mismos. Por tanto, si te sientes a gusto con tu género de nacimiento, eres cisgénero. Y si no existen diferentes alternativas para denominarse sin tener que restringirse a una sola etiqueta.
Otros sexos
Las nociones de cisexualidad y cisgénero implican que no solo el género tiene un carácter enteramente social. Como dicen los expertos, también el sexo biológico está fundado en una lógica binaria que excluye otros sexos y que no necesariamente se corresponde con un orden natural.
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Los términos cisgénero y cisexual son importantes, sobre todo porque sirven para darle un nombre a lo que damos por sentado y normalizado. En este sentido, hacerlo visible despoja el carácter implícito a las formas dominantes, arroja luz sobre su historicidad y contingencia.
Las nociones de cisgénero y cisexualidad son definiciones por oposición que, aun así, reivindican la abyección deshonrosa, en un contexto de heteronormatividad. Además, estableciendo un término como el cis, lo trans deja de ser lo otro, el reverso de la norma. Y es que lo cisgnero se concibe como una categoría más y no como lo dado por naturaleza.