"Desmembran al niño mientras todavía está vivo, mientras su corazón sigue latiendo", relata, lúgubre, una voz en off. "Todo lo que tiene que ver con el aborto es pecado y está mal. En realidad, creo que es malvado y las cosas malvadas no valen la pena", exclama otro antiabortista. Estas declaraciones forman parte de Caso Roe: el aborto en los EE.UU., un documental que Netflix ha vuelto a popularizar después de la filtración del borrador en el que la Corte Suprema de Estados Unidos sopesa la posibilidad de dinamitar el derecho al aborto en toda la nación.
El mero hecho de que cinco magistrados conservadores hayan valorado la posibilidad de poenr en marcha esta alternativa ha supuesto un auténtico revuelo mediático (casi tanto como el que el borrador haya sido filtrado a la prensa, acto gravísimo). Hasta el presidente Joe Biden se ha mostrado en contra de la posibilidad de revertir un derecho que ha calificado de "fundamental".
La misma nación que en 1973 legalizó esta práctica tras la jurisprudencia derivada del caso 'Roe contra Wade', hoy parece querer volver sobre sus pasos y restringir derechos civiles que ya se creían adquiridos e intocables.
Para entender la relevancia de este borrador y sus implicaciones sociales, políticas y legales hace falta comprender primero que Estados Unidos es un sistema Common Law o de Ley Común. Esto significa que crea su normativa jurídica con base en la jurisprudencia derivada de sus decisiones judiciales, que sientan precedente. Cuando un juez falla a favor o en contra de una materia, lo dictaminado pasa a formar parte del sistema jurisprudencial.
Por eso es importante el juicio Dobbs contra Jackson Women’s Health, aún no fallado, cuyo borrador se filtró ayer a la prensa. En él, la Corte Suprema buscaba anular 'Roe contra Wade' fallando a favor del estado de Misisipi.
Esto sentaría una nueva jurisprudencia, acabaría con la creada por 'Roe contra Wade' y abriría la puerta a que el resto de estados del país –algunos fuertemente conservadores; otros como Texas ya han promovido polémicas enmiendas– pudieran establecer normativas más restrictivas sobre el aborto, ya que invalidaría la actualmente establecida por la jurisprudencia.
Muchos se preguntarán por qué esto no ha ocurrido antes. La respuesta es que hasta hace cinco años no estaba Donald Trump. El expresidente republicano colocó a Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett, magistrados del ala conservadora más reaccionaria, en los cargos vitalicios que hoy ocupan en la Corte Suprema.
Son ellos quienes han apoyado fervientemente la ilegalización del aborto. Desde 1973 nunca hubo tantos magistrados conservadores (seis frente a tres, cinco de los cuales han secundado las valoraciones del borrador).
El documental de Netflix
Precisamente Caso Roe: el aborto contra los Estados Unidos desgrana este polémico juicio que obligó a Estados Unidos a reconocer el aborto como un derecho en 1973. "Soy madre. Me encantaron mis embarazos, amo a mis hijos y ahora soy madre de cuatro", estalla una activista entre lágrimas frente a la Cámara de Representantes de Texas evocando este famoso juicio.
"Cuando una mujer se queda embarazada, pierde una parte de sí misma en favor de otra persona. Es algo hermoso. Pero no para todo el mundo. Podemos sentarnos aquí con nuestras razones y decidir lo que es mejor para cada persona, pero no lo hacemos. No hay motivos para volver aquí, sesión tras sesión, y hacerlo cada vez más difícil para que las mujeres vuelvan a las sombras de los abortos ilegales, porque es exactamente lo que esto va a provocar", continúa.
"No dejarán de hacerlo. Siempre ha habido aborto. Todas las mujeres hemos tenido abortos y eso seguirá ocurriendo. Si de verdad quieren detenerlos, ayúdenme a evitar los embarazos no deseados". Estas palabras se pronunciaron en 2017 después de que Texas adoptara una de las enmiendas más restrictivas contra el aborto de todo el país americano.
El documental, que aunque no es imparcial da voz a todas las partes, no sólo explora las causas y consecuencias legislativas del juicio 'Roe contra Wilson', sino que indaga en cómo en los últimos años el ala más conservadora de Estados Unidos ha tratado de poner todas las trabas imaginables para arrinconar el fallo de 1973.
Una lucha política
De hecho, algunos políticos entrevistados por Ricki Stern y Anne Sundberg, directoras de esta obra, hablan abiertamente de que con el paso de los años "conseguirán" poner contra las cuerdas 'Roe contra Wilson' y anular la jurisprudencia, una profecía que hoy parece estar a punto de ocurrir.
Muchos de los simpatizantes de la ilegalización grabados por las cámaras se declaran abiertamente republicanos y afines a Trump (el documental es de 2018, antes del triunfo demócrata y el asalto al Capitolio) y la mayoría de ellos sostiene que acabar con el aborto legal es "sacar la verdad a la luz". Cuando se les pregunta sus motivaciones, expresan razones religiosas, éticas, políticas y morales y aseguran que el aborto es inhumano y carece de principios. Algunos incluso lo califican de "asesinato".
Caso Roe: el aborto en los EE.UU. explora también la historia del aborto en el país y las dificultades a las que se han tenido que enfrentar las mujeres que lo han querido practicar. Para profundizar en el tema se suceden voces como la de la activista Gloria Steinem, que cuenta su historia personal, o del capellán Tom Davis, de la Iglesia Unificada de Cristo, consejero que facilitó el aborto a varias jóvenes.
También pasan frente a la cámara la ginecóloga Colleen McNicholas; John Seago, de la asociación Texas Right To Life; o Sam Lee, de la campaña Life Misuri, además de otros historiadores, activistas, abogados y miembros de asociaciones pro y anti abortistas que explican sus posicionamientos sobre un tema "tabú" que hoy vuelve a copar las portadas de todos los periódicos.
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