Prevenir la malaria con el control de mosquitos: MSF consigue reducirla un 80% en un estado venezolano
Médicos Sin Fronteras trabaja desde hace más de dos años en el estado venezolano de Sucre para combatir el paludismo.
25 abril, 2022 16:33Noticias relacionadas
María y su hija Oriannys viven en una comunidad rural de Venezuela. María ha tenido malaria cuatro veces. Su hija, dos. Ambas decidieron abrir las puertas de su casa a los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) y Salud Ambiental de su región, en la comunidad de Guaca, en el estado de Sucre, al noroeste del país.
Gracias a su gesto, y al de otras familias como ellas, se han podido realizar estudios de comportamiento de mosquitos transmisores de esta enfermedad.
La malaria también fue el motivo por el que Egriselis acudió a Amigos para la Salud, el ambulatorio de MSF en el estado venezolano de Anzoátegui. Tras superar paludismo mixto, esta joven sorda, a la que siempre acompaña "sus oídos", Marcos, volvió a enfermar.
María, Oriannys y Egriselis han sido capaces de superar esta enfermedad infecciosa gracias al trabajo de MSF en zonas aisladas del noreste de Venezuela. País donde la malaria estaba prácticamente controlada en la década de los 60, pero en el que hace unos años hizo una reaparición con fuerza.
Según la Organización Mundial de la Salud, en el año 2017 se registraron más de 400.000 casos, lo que convierte al país en uno de los más afectados de Latinoamérica.
En el estado Sucre, MSF trabaja en los focos de Yaguaraparo, Coicual, Putucual, Guaca, Caño Ajíes, Agua Clarita y San Vicente. Allí realizan trabajos de control vectorial, pero no sólo eso: los equipos médicos de los centros de salud de estas comunidades y de la Maternidad de Carúpano se encargan de complementar el trabajo a través de la detección temprana y el tratamiento de la malaria, y los equipos de promoción de salud refuerzan todo lo relacionado con el cuidado y la prevención.
Esta fórmula es, según aseguran desde la organización humanitaria, necesaria para el éxito de la reducción de la malaria. Y es que desde el año 2019 y hasta la fecha, la incidencia de casos de paludismo en las zonas donde MSF trabaja con las autoridades locales ha disminuido en un 80%.
En el primer semestre del año 2019 se reportaban 8.566 casos de la enfermedad en estas áreas, mientras que en el 2021 se reportaron 1.641 durante el mismo período.
Control vectorial
En la región de Sucre, MSF ha venido apoyando el Programa Nacional de Malaria de la Dirección Regional de Salud Ambiental. Esta alianza, en una de las zonas con mayor incidencia de paludismo del país, busca disminuir y controlar la enfermedad a través del diagnóstico y tratamiento, la promoción de la salud y el control vectorial.
Este último es un eje esencial para erradicar la malaria, y se refiere a todas las estrategias que se implementan para evitar la transmisión de enfermedades, a través de los insectos que la portan o vectores. En la práctica, sin embargo, todo es más complejo de lo que parece. Como aseguran desde MSF, para tomar medidas realmente efectivas es necesario estudiar absolutamente todo sobre estos mosquitos.
"Lo primero es ubicar los posibles criaderos de estos insectos, lo que implica ir a caños y lagunas cercanas a las poblaciones donde hay casos de malaria, para recolectar muestras de agua y confirmar si en efecto hay larvas de Anopheles y en qué densidad", explican.
Después, hay que "ir a las casas de las personas que viven en comunidades afectadas para seguir y atrapar a los mosquitos, con la intención de estudiarlos". Así, se pueden determinar las especies presentes, conocer su abundancia y promedio de vida, el horario predilecto en que pican, si entran o no a las casas y si reposan sobre las paredes.
Con esta información, se analizan los resultados para determinar estrategias eficaces y sustentables de control vectorial. "Es así como se define, por ejemplo, la aplicación de biolarvicidas en algunas lagunas, los horarios de fumigaciones, el rociamiento de paredes intradomiciliarias o las distribuciones de mosquiteros para la protección personal", cuentan.
Todas estas medidas, acompañadas por el diagnóstico y el tratamiento temprano de la enfermedad y promoción de la salud para que las personas sepan cómo cuidarse y qué medidas tomar en caso de infección, tienen un impacto directo en la reducción de la malaria.
Médicos del Mundo
Son muchas las personas que viven en el estado de Sucre y requieren asistencia médica. Para fortalecer el sistema de salud en la zona, MSF comenzó a trabajar en el 2019 junto a las autoridades locales en un plan dedicado a reducir la malaria, una de las principales enfermedades presentes en la entidad.
Rápidamente, el proyecto fue creciendo y lo que comenzó con un programa diseñado para apoyar al Instituto de Salud Ambiental del estado, se fue ampliando para robustecer otras áreas que requerían asistencia sanitaria.
Tras casi dos años de trabajo enfocado en atención primaria, secundaria y disminución de la malaria, MSF ha concluido el proceso de traspaso de sus actividades a la organización Médicos del Mundo. La decisión responde a las características de la oenegé, que intenta disponer de sus recursos en lugares donde hay muchas necesidades y pocos actores que puedan brindar soporte.
El plan de traspaso de actividades comenzó de manera gradual entre septiembre y octubre del año pasado. Fue entonces cuando Médicos del Mundo tomó completamente las actividades de salud primaria y secundaria, control de malaria y agua y saneamiento en los centros que MSF apoyaba en Sucre.
Hasta este mes de marzo, MSF continuó realizando donaciones puntuales de medicamentos, insumos médicos y entrega formal de dos incineradores de alta temperatura a los hospitales Antonio Patricio de Alcalá de Cumaná y Santos Aníbal Domici de Carúpano, para dar destino final a todos los desechos y residuos médicos procedentes de los centros de salud según su clasificación –biológicos, médicoquirúrgicos, corto-punzantes y vidrios–. Así, se podrán evitar enfermedades infecciosas en personal médico, pacientes y la propia comunidad que vive en los alrededores.
“Supimos del interés que tenía Médicos del Mundo por trabajar en el estado y apoyar a las personas en condiciones de vulnerabilidad, y lo vimos como una buena oportunidad no sólo para dar continuidad al trabajo que hemos venido realizando en la zona, sino también para enfocar nuestros esfuerzos en otras poblaciones del país que se encuentran desasistidas y que requieren de asistencia médica”, explica Diana Sánchez, coordinadora de MSF en el Proyecto Sucre.
Sánchez, además, asegura que durante el período que la organización estuvo trabajando en la zona, fue posible comprobar mejoras en el sistema de salud pública estatal.