Con el proyecto VALORALGAE, que ya se encuentra en su etapa final, Energylab ha liderado un proceso innovador para atajar un problema que sufre el sector acuícola español: las algas de arribazón. Este fenómeno afecta directamente a las actividades de marisqueo del norte de España, poniendo en aprietos a mariscadores y cofradías.
En algunas zonas donde se realiza esta actividad económica, la frecuencia con la que las algas se acumulan en las rocas donde se marisquea es, en algunos casos, alta. Yarima Torreiro, del área de Bioenergía del Centro Tecnológico EnergyLab, explica que se ha identificado un problema respecto a la acumulación de algas de arribazón: la anoxia o falta de oxígeno.
Por otro lado, las cofradías mariscadoras que han participado en el proyecto VALORALGAE –realizado con la colaboración de la Fundación Biodiversidad y del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del Programa Pleamar, cofinanciado por el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca– identifican como problemas, además del anterior, el deterioro del sedimento y la pérdida de fijación larvaria.
La retirada de las algas de arribazón supone una gran dificultad para los mariscadores. Y no sólo eso: este problema entraña costes adicionales, como la adquisición de maquinaria y el gasto de su gestión.
"Los mariscadores pierden muchas jornadas de trabajo. En vez de recoger marisco lo que hacen es limpiar algas. Con esta iniciativa, podrían seguir con la recogida de algas e invertirían en un proceso que permitirían la obtención de energía para sí mismos", aduce Torreiro. Esta es una de las razones por las cuales se puso en marcha el proyecto.
La economía circular, en práctica
VALORALGAE ha puesto en valor los principios de economía circular, investigando sobre el posible aprovechamiento de las algas de arribazón para generar combustible renovable (biogás y pellets). Así, se ha investigado una manera novedosa de minimizar su impacto negativo sobre el medio ambiente.
La problemática de las algas de arribazón es un fenómeno que afecta tanto a Galicia como a Asturias, e impacta "tanto al sector turístico, como a uno de los puntos claves de la economía de los mariscos", afirma Torreiro. Por esto, desde VALORALGAE decidieron "valorizar las algas de arribazón mediante dos formas: la obtención de biogás, que se hace mediante procesos de digestión anaerobia, y la obtención de pellets para su combustión en caldera".
Paralelamente, se han analizado los consumos eléctricos y residuos generados en entes del entorno del sector acuícola gallego y asturiano para estimar si las cantidades de algas retiradas podrían potencialmente ofrecer una posibilidad para satisfacer su demanda energética.
"Después seleccionamos una serie de lugares para la recogida, cogimos unas especies determinadas, y en el laboratorio las caracterizamos fisicoquímicamente y después llevamos a cabo los ensayos tanto de digestión anaerobia como de peletización", explica Torreiro.
El proyecto ha contado con la colaboración de la Federación de Cofradías de Pontevedra, el Grupo de Acción Local do Sector Pesqueiro (GALP) de la Ría de Arousa y las Cofradías de Gijón, Luanco, Lourizán, Pontevedra, Raxó, además del Centro Tecnológico del Mar (CETMAR) y el puerto de Vigo.
Resultados
El equipo de VALORALGAE se dio cuenta de que el potencial de las algas de arribazón como combustible renovable variaba según la ubicación de la cofradía. "Dependiendo del lugar en el que se ubique puede haber problemática o no. Si hay algo que vimos a lo largo de las encuestas es que, por ejemplo, en las cofradías asturianas no hay mucha problemática de algas de arribazón".
Esto se atribuye, entre otros factores, a que "ellas se dedican más a la pesca artesanal. No hay tantos moluscos bivalvos, como la almeja o las navajas". Y a que en Asturias "se aprovecha la ocle", que termina siendo vendida.
En cuando a la viabilidad, Torreiro explica que depende: "depende de lo que estemos hablando. Lo que sabemos seguro es que habría que estudiar cada caso en particular". "Lo que nunca podría llegar a ser viable es, en una cofradía pequeña, llevar todas las algas presentes en Galicia para hacer frente a su demanda energética", concluye.
La científica matiza que este proyecto se encuentra en una fase muy preliminar. El objetivo "no estaba tan centrado en la viabilidad como en ver el proceso de la digestión anaerobia de las algas y su peletización". Y en este sentido, sí que se han obtenido resultados muy significativos.