Buscar y analizar las necesidades territoriales de la España rural para interceder entre los ayuntamientos y la Unión Europea o utilizar el alumbrado público como un emisor de telecomunicaciones que, a su vez, pueda generar nuevos modelos de negocio locales que retroalimenten el ciclo de la sostenibilidad y la inversión. Son algunas de las propuestas impulsadas por la plataforma Territorio Rural Inteligente (TRI), una organización vanguardista que aúna diferentes empresas, medios de comunicación y un think tank para transformar las ciudades rurales en lo que se conoce como smart villages.
En los tiempos en los que el teletrabajo se ha convertido en la norma para muchas empresas, algunos ciudadanos han decidido trasladarse a la España despoblada para disfrutar de la paz, la tranquilidad y la vasta cultura local que ofrecen cientos de municipios y comarcas de Cantabria, Extremadura o Galicia. Pero hay un problema: al llegar allí y empaparse de 'lo rural' se encuentran con los imprevistos: en los pueblos más apartados, a las doce de la madrugada no llega Uber, en plena noche no hay forma de llegar a un hospital y, para colmo, si aparece una tormenta es posible que se apaguen los 5 megas que llegan de Internet y el teletrabajo resulte una tarea insoportable.
La digitalización del entorno rural y la búsqueda de nuevos proyectos y alternativas que subsanen estos problemas a través del desarrollo tecnológico inteligente es lo que motivó a Raúl Santos y a su equipo a formar la consultora Zwit Project y la plataforma Territorio Rural Inteligente. La clave para que el mundo rural evolucione hacia un modelo más atractivo y equilibrado pasa, según él, por aplicar la tecnología a las necesidades reales del entorno y, si es posible, por generar nuevos modelos de negocio por el camino que acaben con las carencias tecnológicas y logísticas.
"Por ejemplo, si se tiene que cambiar el alumbrado de un territorio se puede aprovechar para meter telecomunicaciones con sensores que se conecten entre sí con una red de doble capa wifi/IoT. Así se está generando una infraestructura nueva que aprovecha el propio cambio de alumbrado", explica Santos.
"De paso, se crea una red que sirve pare ofrecer una serie de servicios al ciudadano y para gestionar otro tipo de cuestiones como el agua, los residuos o los edificios. Todo eso crea una eficiencia energética y un ahorro que se va a monetizar y que puede ser utilizado para desarrollar proyectos que generen más innovación y eficiencia. Eso es lo inteligente: saber qué se necesita y qué recursos tiene el territorio para unificarlo con el objetivo de encontrar nuevas oportunidades".
La gran ferretería tecnológica
Santos critica que durante la popularización del fenómeno de las smart cities en el año 2009 las cosas no se hicieron de forma tan eficiente como realmente se requería. De smart, critica, tenían bastante poco. En parte porque durante el boom de las ciudades inteligentes se apostó demasiado por la tecnología y muy poco por el pragmatismo: "Si conectas plataformas y sensores y metes todos esos cacharritos en la ciudad pero no les dotas de una inteligencia o de Internet, entonces lo que estás haciendo es convertir el territorio en una gran ferretería".
Por el contrario, amparándose en el lema "el futuro del medio rural será sostenible e innovador o no será", Territorio Rural Inteligente apuesta por hacer estudios de campo que analicen el entorno rural y las necesidades reales del mismo. Puede parecer obvio, pero Galicia no necesita lo mismo que Murcia ni Cáceres lo que requiere Valencia.
"Ahora mismo se empieza a hablar de la España rural gracias a los fondos de resiliencia", valora Raúl Santos de TRI
"La inteligencia no es aplicar la tecnología de forma intensiva, sino encontrar la tecnología que necesita cada territorio", remarca Raúl Santos. Una vez que dan con las necesidades locales, su plataforma propone alternativas sostenibles que modernicen el entorno adaptándose a las necesidades de sus ciudadanos sin sacrificar la esencia de lo local.
Una de sus propuestas más recientes consiste en crear, junto a las cámaras de comercio regionales, las conocidas como Oficinas de Transformación Inteligente del Territorio (OTIT), a través de las cuales se realizan planes estratégicos para cada municipio, independientemente de su tamaño, que ayudan a los ayuntamientos a identificar las carencias y requisitos de sus municipios y a acceder a los concursos públicos lanzados tanto por las Comunidades Autónomas como por la Unión Europea.
"En 2015 tuvimos la suerte de trabajar en el Smart Eco-social Villages, un proyecto en consonancia con la PAC 21/27 donde trasladamos nuestro modelo de desarrollo: poner en práctica una visión transversal y fomentar la sinergia, la innovación, la conectividad, la digitalización y la universalidad. Ese modelo gustó en la UE y, junto a cinco ayuntamientos españoles, obtuvimos el respaldo de Bruselas", recuerda Santos.
Sin embargo, el coordinador de Territorio Rural Inteligente considera que España está empezando a comprender la necesidad de modernizar el espacio rural. "Ahora mismo se empieza a hablar de ello gracias a los fondos de resiliencia y a los Next Generation", explica el experto. "Si ves la línea del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) o los últimos movimiento del ministerio de Turismo, con sus Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos, ves que se habla de introducir nuevas tecnologías para que el turismo sea el motor real del desarrollo territorial".
Puebloo: y tú, ¿de quién eres?
Más allá de las iniciativas de TRI, uno de los proyectos recientes más interesantes para unir a los pueblos rurales a través de la tecnología es la aplicación Puebloo. Bajo el lema "Y tú, ¿de quién eres?", esta app busca que tanto los habitantes y ayuntamientos locales como cualquier ciudadano de a pie pueda compartir información sobre su pueblo. También permite que gente de fuera pueda acceder a ofertas de empleo, información sobre eventos culturales o a contactar con asociaciones de interés relacionadas con el municipio o la comarca.
Moisés de la Calle Sarabia, responsable de marketing y comunicación de Puebloo, explica que esta aplicación está íntegramente "enfocada a lo que son los pueblos". "Por un lado está la actividad cultural, donde la gente puede compartir cualquier cosa relacionada con su municipio, y luego está el aspecto informativo, con las últimas horas o la información municipal relevante".
En Puebloo se publican hasta ofertas de trabajo, en lo que parece una reconversión rural de Job Today: "Una persona de Madrid o Barcelona puede ver qué ofertas de empleo hay en los pueblos de Soria o en los del sur de Albacete o qué fiestas patronales habrá en febrero en los municipios de Salamanca", señala Sarabia.
Ese afán de transversalidad, similar al que propone Territorio Rural Inteligente, es lo que hace que Puebloo haya adquirido cada vez más usuarios en territorios como Cuenca o Guadalajara. Su app, a la que se puede acceder, de momento, a través del buscador web, es una iniciativa innovadora y útil -aunque aún esté en fase de desarrollo- que, sumada a las propuestas de la organización de Raúl Santos, tiene como objetivo modernizar ese 94% de la España vaciada a través de una red social rural 'de pueblo' y 'para los pueblos'.