El arranque del primer día de diálogo entre ministros de la 26ª Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (COP26) puede resumirse en una "Necesitamos remar todos juntos".
El CEO del Centro para la Adaptación Climática, Patrick Verkooijen, ha inaugurado la jornada de hoy de la cumbre de clima alertando de que "todos vivimos en el ojo del huracán, nadie está a salvo". También ha puesto de relieve la injusticia climática "que tenemos que resolver aquí en Glasgow": que los que menos han contribuido al calentamiento global sean los que más sufren sus consecuencias.
"La mitigación está muy bien", ha dicho Verkooijen en relación con las promesas hechas la pasada semana, "pero la adaptación es lo más urgente, no es un deseo, es una necesidad. Necesitamos más inversión en este aspecto y que esta sea más inteligente".
Más compromisos
Y precisamente porque, como él mismo ha asegurado, no puede ser ignorada, los compromisos para con ella no se han hecho esperar. Como ha recordado la secretaria de Estado de Comercio Internacional británica, Anne-Marie Trevelyan, Reino Unido ya comprometió la pasada semana 140 millones de libras para la adaptación al cambio climático del continente africano. Y hoy, ha anunciado, se le suman 274 millones de libras extra, esta vez destinadas a la adaptación de los países asiáticos.
Por su parte, la directora ejecutiva de Políticas de Desarrollo del Banco Mundial, Mari Pangestu, ha querido recordar que 4 de cada 5 desplazados climáticos son mujeres y que la crisis climática llevará a 132 millones más de personas a la pobreza. Por eso, el Banco Mundial destinará desde ya el 35% de su financiación al clima. De ese porcentaje, la mitad estará destinada a la adaptación.
Además, ha asegurado Pangestu, "un cuarto de los 100.000 millones de dólares anuales para financiar la lucha climática provienen del Banco Mundial".
El ministro de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá, Steven Guilbeault, ha anunciado que "al menos el 40% de los 5.300 millones de dólares de financiación climática anunciada la pasada semana por Justin Trudeau se destinará a la adaptación".
Dinamarca también se ha comprometido a invertir más de 500 millones de dólares en 2023 en la financiación del cambio climático. Francia aportará 6.000 millones de euros anualmente a la lucha contra el cambio climático entre 2021 y 2025.
Países Bajos ha anunciado su adhesión a la declaración para eliminar la inversión pública en combustibles fósiles. Mientras Emiratos Árabes Unidos se ha comprometido a plantar 100 millones de manglares en la próxima década para adaptar el país al cambio climático. Porque, como ha dicho su ministra de Cambio Climático y Medio Ambiente, Mariam bint Mohammed Almheiri, "hacer que la naturaleza sea nuestra aliada debe ser una prioridad".
Asimismo, Estados Unidos ha recordado que "la única manera en la que podemos reconstruir la confianza de los países más vulnerables es invirtiendo más en aquellos que más están sufriendo". Por ello, ha anunciado que la Administración Biden destinará 3.000 millones de dólares anuales a la financiación de la adaptación de los países en desarrollo.
¿Volver a fracasar?
Según el exsecretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, más de 30 países, con dos mil millones de personas de población en su conjunto, han enviado ya sus planes de adaptación para crear un futuro más resiliente. Sin embargo, ha explicado, "la realidad es que hemos fracasado hasta ahora, y le hemos fallado al planeta y a las comunidades más vulnerables que viven en primera línea".
Ki-Moon ha recordado que, si hemos sido capaces de dar respuesta a la pandemia de la covid-19 y llegar a acuerdos para fabricar la vacuna en tiempo récord, "ahora toca hacerlo con el cambio climático, porque no podemos seguir como hasta ahora".
En la misma línea, Susanna Moorehead, de la OECD, ha alertado: "Los Estados más vulnerables están, literalmente, ahogándose. ¿Cuándo vamos a empezar a utilizar el poder de innovación que demostramos con la vacuna de la covid para adaptarnos al cambio climático?".