Albert Rivera y Pablo Iglesias se declararon ganadores del cara a cara entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Los líderes de Podemos y Ciudadanos coincidieron en que el debate del bipartidismo movilizará parte del voto indeciso hacia las fuerzas emergentes.
Iglesias y Rivera aparcaron sus diferencias y se dieron la razón prácticamente en todo en el plató de La Sexta. Los candidatos fueron preguntados por separado, aunque coincidieron brevemente ante las cámaras. A pesar de que cada uno aportó visiones distintas, Rivera e Iglesias no discutieron ni se criticaron, sino que calificaron el debate entre los candidatos de PP y PSOE como "el fin de una etapa".
Rivera habló del "último debate del bipartidismo" y el líder de Podemos se refirió a un enfrentamiento "en blanco y negro". Iglesias aseguró que Manuel Campo Vidal abrió una etapa en 1993 con el Felipe González vs José María Aznar, que cerró este lunes. Rivera, por su parte, señaló que la sociedad española va un paso por delante y que "España se merece mucho más".
El duro cruce de reproches alcanzó su punto álgido cuando Sánchez calificó a Rajoy de "indecente", a lo que el presidente del Gobierno respondió con adjetivos como "mezquino, ruin y miserable". Iglesias y Rivera criticaron el tono de la conversación y el continuo "y tú más".
Iglesias recordó que ha debatido cuatro veces con Rivera y que, a pesar de sus diferencias, nunca ha "bajado al fango" de esta manera. Preguntado por el ataque de Sánchez, el candidato de Ciudadanos dijo que la corrupción era un tema necesario, pero aseguró que hubiera pedido explicaciones a Rajoy sin recurrir a un insulto que llevó al "barro" el debate.
Rivera e Iglesias coincidieron en calificar el debate como "encorsetado". Ambos alabaron la novedad de su enfrentamiento en la Universidad Carlos III, el debate a cuatro de Atresmedia -marcado por las preguntas de los periodistas- y, por último, el encuentro de El País, donde hubo más libertad para conversar. Los líderes emergentes insistieron en desacreditar el cara a cara entre Rajoy y Sánchez. El bipartidismo, en palabras de Rivera e Iglesias, ya no representa a la mayoría de los españoles.