Acusan al director de una sucursal bancaria de Ciudad Real de sustraer cerca de 60.000 euros a sus clientes
- El dinero lo obtuvo de una quincena de cuentas que pertenecían a personas fallecidas o que llevaban a cabo pocos movimientos.
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La Guardia Civil de Ciudad Real ha investigado al director de una sucursal bancaria de la provincia como presunto autor de varios delitos de estafa por apropiarse de cerca de 60.000 euros procedentes de cuentas bancarias que pertenecían a personas fallecidas o que llevaban un largo periodo de inactividad.
Según ha informado el Instituto Armado, se valía de los terminales de sus compañeros de oficina para realizar estas operaciones ilícitas.
La investigación del equipo @ de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de Ciudad Real arrancó con la denuncia de uno de los perjudicados. Según constataba esta persona, la cuenta bancaria de su padre, fallecido años atrás, se había quedado sin fondos.
Tras comprobar que ningún allegado había accedido a ese dinero, la Guardia Civil solicitó la colaboración de la entidad bancaria para arrancar una investigación que halló otros 14 casos similares entre los clientes de la entidad. En todos ellos había un denominador común: los perjudicados eran personas fallecidas o de edad muy avanzada cuyas cuentas tenían poca actividad.
El hilo de la investigación llevó hasta el director de la sucursal, quien "haciendo uso de su condición" procedía regularmente al control de estas cuentas.
"Una vez localizadas las cuentas vulnerables, ya sea por su inactividad o por la situación de vulnerabilidad de los titulares, procedía a generar duplicados de las cartillas falsificando firmas de los titulares con nuevos códigos de seguridad PIN e incluso aumentaba los disponibles diarios", aseguran los investigadores.
Acudía a cajeros de otros pueblos
Estas operaciones las llevaba a cabo utilizando los terminales de sus compañeros de sucursal aprovechando sus ausencia. Incluso, se desplazaba a otras localidades para realizar extracciones manuales de efectivo a través de cajeros automáticos con el ánimo de no ser descubierto.
Los fondos defraudados, que según la Guardia Civil ascienden a 59.250 euros, ya ha reembolsado a sus legítimos propietarios por parte de la entidad bancaria que además se ha personado en el proceso como acusación particular.
Las diligencias policiales instruidas por la Guardia Civil han sido puestas a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de Daimiel.