La familia de Mateo, el niño de 11 años que ha sido asesinado este domingo en Mocejón (Toledo), confía en que la Guardia Civil pueda detener cuanto antes a la persona que ha acabado a puñaladas con la vida del pequeño y ha pedido que no se acuse a nadie "por su raza o su color de piel".
Así se ha expresado uno de los primos de la víctima, el periodista Asell Sánchez, ante los medios de comunicación después de leer un comunicado durante el emotivo minuto de silencio que ha convocado el Ayuntamiento de la localidad toledana a las puertas de la casa consistorial, que ha congregado a medio millar de vecinos.
Sánchez, que ha instado a no adelantar acontecimientos y ha solicitado que se deje a los cuerpos policiales trabajar en la resolución del caso, ha lanzado un mensaje de cautela después de que las redes sociales se hayan inundado de desinformación tras el crimen y muchos usuarios hayan especulado e incluso afirmado que el asesino es un inmigrante árabe, aunque por el momento no hay indicios que así hagan sospecharlo.
Esta teoría del atentado yihadista ha engordado durante la luctuosa jornada al conocerse que un hotel de Mocejón acoge desde principios de mes a medio centenar de menas que llegaron recientemente a Canarias de manera irregular y han sido reubicados en sus instalaciones.
Sin embargo, desde el alojamiento han explicado a EL ESPAÑOL que todos los menores inmigrantes han acudido a comer con normalidad este domingo y que "son gente muy seria" a la que hace un seguimiento exhaustivo tanto la Guardia Civil como los trabajadores sociales.
Tampoco es habitual en los ataques yihadistas que el terrorista huya precipitadamente del lugar, sino que normalmente los autores tratan de causar el mayor número de víctimas posibles, algo que no ha ocurrido en el crimen de Mocejón.
Este domingo a las 9.55 horas, en el campo de fútbol municipal, un hombre se ha dirigido con la cara parcialmente tapada y un objeto punzante hacia el grupo de niños que se encontraba en ese momento en las instalaciones.
Según las primeras declaraciones de los testigos, todos ellos han vivido momentos de pánico y han salido corriendo tratando de escapar de la agresión. El único que no ha podido hacerlo ha sido Mateo, que ha recibido numerosas puñaladas, algunas de ellas en el tórax, y ha fallecido en el lugar. La sensación generalizada en el pueblo es que "podría haberle tocado a cualquiera".
Algunos testigos presenciales, además, afirman que la persona que ha atacado al pequeño y los amigos con los que jugaba a primera hora del domingo en el campo de fútbol municipal de Mocejón tendría el pelo rubio y rapado, además de tatuajes.
Se busca a un menor
Los investigadores estarían buscando a un joven menor de edad, de 16 o 17 años, como presunto autor de los hechos, mientras que a través de las redes sociales y los grupos de WhatsApp de Mocejón se está difundiendo la matrícula de un Ford Mondeo antiguo con el que se dice que podría haber huido el asesino.
Agentes de la Guardia Civil -algunos de ellos llegados desde Madrid- prosiguen a esta hora con la búsqueda del principal sospechoso apoyados por un helicóptero y un grupo subacuático, ha confirmado la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón. El juzgado de Toledo que se ha hecho cargo del caso ha declarado el secreto de sumario.
Un silencio judicial que no ha impedido que en Mocejón circulen varias teorías sobre la posible motivación del crimen. Una de ellas habla de algún tipo de venganza, otra de que el asesino podría ser un enajenado y la última apunta a la posibilidad de que la muerte de Mateo tenga que ver con algún rito iniciático relacionado con las bandas juveniles violentas.
La alcaldesa de Mocejón y presidenta de la Diputación de Toledo, Concepción Cedillo, ha pedido que se deje trabajar a la Policía y a la Guardia Civil y que se eviten "elucubraciones", puesto que la voluntad es que "el culpable se encuentre cuanto antes".