El acusado de matar a su hijo a puñaladas en un pueblo de Toledo confiesa el crimen

Un jurado popular ha declarado culpable a N.P. por el delito de homicidio de su hijo durante la noche del pasado 11 de octubre de 2020 en Santa Cruz de Retamar (Toledo). De este modo, tras la lectura del veredicto, el juicio ha quedado visto para sentencia, por lo que el acusado se enfrenta a una pena de entre 10 y 15 años de cárcel.

Aunque al principio la Fiscalía planteaba que el delito cometido era de asesinato, el cambio en la declaración del acusado confesando su culpabilidad, le ha llevado a cambiar su petición de los 25 años a 13 "por el delito de homicidio tal y como se contempla en el artículo 138 del Código Penal".

Además, solicita que, tras la pena, se establezca al acusado una medida de libertad vigilada durante 10 años, para "impedir el acercamiento a sus familiares a una distancia de 1.000 metros, así como residir en el mismo municipio".

Desde la defensa se han mostrado conformes con la modificación planteada, mientras que la acusación particular y la acusación pública también han secundado la modificación de la petición de pena, aunque han mostrado discrepancias con la rebaja de las indemnizaciones por responsabilidad civil.

Al respecto, la acusación particular mantiene la solicitud inicial de 94.000 euros a M.A.D. por el fallecimiento de su pareja; 94.000 euros a cada uno de los dos hijos de la víctima; 42.000 euros a L.P. como madre de la víctima, y 15.000 euros a N.G.P., hermano del fallecido.

Declaración forense

Ante la declaración de culpabilidad, se ha renunciado a la comparecencia de los agentes de la Guardia Civil encargados de la investigación. No obstante, sí han sido llamados los médicos forenses, dado que la acusación mantenía "el interés" en sus declaraciones.

El equipo de forenses ha expresado que la autopsia determinó que se identificó como causa de la muerte la cuchillada en el pecho, sin que se encontrase "ninguna lesión más". "La herida corresponde a las características de un apuñalamiento voluntario, excluyendo la posibilidad de un accidente, ya que para darse ese tipo de lesiones el arma blanca tiene que estar animada de cierta fuerza viva", ha afirmado.

Por último, los forenses también han ratificado un informe sobre el estado de salud mental del acusado, en el que no se encontró ninguna alteración.