La Peña del Rey Moro es la asociación carnavalera más antigua de Toledo. Llevan 38 años disfrazándose de distintas temáticas humorísticas con el objetivo de llenar las calles de la capital regional de ironía, color e imaginación.
Según afirman en una entrevista a EL ESPAÑOL EL DIGITAL DE CLM Luis Balairón y Benito Páramo, fundadores de la peña, esta nació en 1986, dos años después de que se recuperaran los carnavales tras la prohibición del Franquismo. "Estábamos en plena transición democrática y en Toledo comenzó a plantearse seriamente recuperar esa tradición perdida durante tantos años", explica Páramo.
La Peña del Rey Moro inició su andadura como un divertimento de un grupo de amigos: "al principio -afirma Luis Balairón- éramos apenas 10 miembros. Fue en 1987, año después de que participáramos en el primer desfile, cuando la peña empieza a crecer y se van incorporando a ella amigos de amigos y conocidos".
Pasa el tiempo y el grupo crece: "se unen a nosotros miembros de otras peñas que se habían ido disolviendo, nuestros hijos y también los nietos. Todos compartíamos el mismo objetivo: pasar un buen rato preparando los disfraces, recorrer las calles de la ciudad y disfrutar en el tradicional desfile que cada año se fue haciendo más popular", señala Benito Páramo.
Por la Peña del Rey Moro han pasado toledanos de distintos barrios y de profesiones variopintas, desde arquitectos o ingenieros a empresarios, pasando por periodistas, funcionarios y profesores de institutos, entre otros.
Una de las peñas más premiadas
Cada año participa una media de entre 28 y 30 personas y a lo largo del tiempo ha sido una de las peñas más premiadas de las que participan en el carnaval: "al principio solo había una categoría independientemente del número de miembros que componían la comparsa. Obtuvimos dos primeros premios, dos segundos o un tercero, fue un éxito rotundo. El primer premio lo conseguimos disfrazados de 'Coches eléctricos', San Fermín, 'Tribu Masai', 'Escuela Antigua' y 'Ambiente Playero'", afirma Balairón.
Los segundos y terceros premios los han logrado en 1989 con 'Billar americano', en 1990 con 'Vuelta Ciclista', en 1991 con 'Cacería del zorro', en 2003 con 'Feria de Barrio', en 2005 con 'Juegos Olímpicos', en 2006 con 'Espectáculo circense' y en 2009 con 'Bienvenido Mr- Marshall'.
Un paso más en los carnavales
Esta fiesta ha ido creciendo y gozando de más popularidad a medida que han pasado los años, lo que ha supuesto también un profundo cambio en el espíritu y la celebración de los toledanos: "los desfiles empezaron a acoger comparsas con muchos miembros, lo que supuso que la peña se quedara fuera del tono general que había en la celebración", afirma Benito Páramo.
En los últimos años los temas elegidos y de mayor éxito han sido el 'Cabaret cubano', 'Festival de Eurovisión' y 'Moulin Rouge'.
La Peña del Rey Moro ya no participa en el desfile, pero sin duda es una de las más populares y queridas de Toledo. "Da igual el sitio donde nos coloquemos, sea Zocodover, las cuatro calles, la calle Arco de Palacio o cerca del Ayuntamiento, siempre hay algún elemento que nos acerca a los ciudadanos e interactúan con nosotros. Se ha dado la circunstancia de que en alguna ocasión componíamos de forma tan realista nuestros elementos ornamentales que, por ejemplo, algunos de los bares de la zona pensaron que los cócteles de atrezzo los estábamos preparando en la calle, dando lugar a situaciones cómicas", resalta Páramo.
Anécdotas desde 1986
Haciendo un repaso a la historia de la peña, 38 años han dado para múltiples y divertidas anécdotas: "uno de los años que recordamos con más cariño fue el tercero, donde reproducimos el encierro de San Fermín. Hicimos unos toros a tamaño real que llevamos en un camión de transporte de ganado al punto de salida del recorrido. Dábamos golpes en el camión y cuando lo abrimos y se vieron la cabezas de los toros muchos espectadores se pensaron que eran reales y algunos incluso salieron corriendo", comenta.
La otra cara de la moneda tiene una fecha que los peñistas quieren olvidar, fue 1982: "ese año nos disfrazamos de surfing y sin suda ha sido la decisión menos acertada y el peor de nuestros disfraces".
Proceso de preparación
Por su parte, Luis Balairón, ha explicado detalladamente y con una precisión milimétrica a EL ESPAÑOL EL DIGITAL DE CLM cómo es el proceso previo al día de la fecha del carnaval: "Normalmente nos reunimos el primer domingo siguiente al Día de Reyes. Hacemos una gran tormenta de ideas, tenemos una intensa y apasionada deliberación entre todos y, finalmente, votamos para determinar el disfraz elegido. La elección no es fácil porque tenemos en cuenta varios factores como la dificultad en la elaboración -algunos ya estamos en edad de jubilación y ese dato no es baladí-, el tiempo que podemos tardar en hacerlo y, sobre todo, recoger el espíritu primigenio de nuestra peña".
Una vez elegido el tema, cada participante procede a la elaboración de su propio disfraz, lo que implica a menudo que el resto de miembros no sepan cómo irán sus compañeros de comparsa: "que no sepamos el resultado final añade un factor de sorpresa que hace nuestro encuentro mucho más divertido. Antes elaborábamos un disfraz común para todos y empezábamos en septiembre, pero desde hace unos años solemos reunirnos sobre las siete u ocho de la tarde para elaborar una estructura con ruedas fácil de manejar y el resto corre por cuenta de cada uno".
El secreto de su éxito
Muchos toledanos se preguntan dónde está el secreto del éxito de esta peña y por qué ha podido perdurar tanto en el tiempo, algo que Luis Balairón tiene muy claro: "somos un grupo de amigos muy diferentes pero muy tolerantes. El secreto está en que aceptamos con mucha normalidad que unos puedan trabajar más que otros. Se ha hecho un reparto natural de tareas, unos aportan la parte artística, otros la combinación de colores o diseños, hay quien tiene más habilidad para encontrar soluciones técnicas o para comprar los materiales que necesitamos y están también los expertos en comunicación, que suelen plantear la difusión que cada año va a tener nuestra comparsa.
Pero la Peña del Rey Moro no se limita solo a reunirse y salir en carnaval. "Somos un grupo de amigos que compartimos gustos y aficiones, salimos de viaje, realizamos rutas gastronómicas y nos echamos una mano siempre que podemos en nuestras actividades profesionales. Todo se puede resumir en una sola palabra: amistad, y como dice nuestro grito de guerra "Viva la Peña del Rey Moro, viva", concluye Luis Balairón.