El yacimiento visigodo de San Pedro de la Mata, en Casalgordo, una pedanía de Sonseca (Toledo), se encuentra en plena campaña de la primera excavación arqueológica y los directores de la excavación buscan indicios para sentar la sospecha de que puede tratarse de un monasterio.
La campaña actual busca devolver al yacimiento el aspecto que se encontró su descubridor, el Conde de Cedillo, excepto la puerta del acceso sur, procediendo a la reposición del arco de entrada al templo con las piezas encontradas en el yacimiento.
Las excavaciones arqueológicas que se están llevando a cabo, centradas en la limpieza de la iglesia y la excavación del recinto exterior, se realizan bajo la dirección de los doctores Isabel M.Sánchez (Universidad Pablo de Olavide) y Jorge Morín (Auditores de Energía y Medio Ambiente (AUDEMA).
Precisamente, Jorge Morín ha indicado que en este año 2022 se ha llevado cabo la primera excavación, aunque se habían hecho campañas periódicas de limpieza desde el inicio de legislatura, y "ha sido bastante interesante porque se ha podido comprobar cómo la iglesia tenía tres naves, probablemente un pórtico en la parte oeste".
"Hemos visto también el carácter seguramente bautismal del contra coro de la iglesia y se confirma la cronología visigoda de todo el perímetro y que estamos ante un espacio monástico".
Las labores de excavación las impulsa y sufraga el Gobierno de la Diputación de Toledo con un importe de 9.000 euros, tal y como ha informado en nota de prensa.
Seis arqueólogos y ochenta científicos
La vicepresidenta de Educación, Cultura, Igualdad y Bienestar Social, Ana Gómez, ha visitado esta mañana el emplazamiento, que se encuentra junto al alcalde de esta última localidad, Sergio Mora, y el concejal de Cultura, Patrimonio y Festejos, Juan Pedro Manzaneque, en una campaña de excavación que se enmarca en un plan de empleo de la Diputación de Toledo y el Ayuntamiento de Sonseca, que ha contado con seis personas trabajando y cerca de 80 científicos y científicas en diferentes aspectos.
Ana Gómez ha agradecido "el entusiasmo y fuerza de voluntad del Ayuntamiento de Sonseca, que inició los trabajos de limpieza desde el comienzo de la legislatura, y que la campaña ahora iniciada está sacando a la luz parte de esta iglesia visigoda, que forma un conjunto realmente excepcional junto a otros restos visigodos de la provincia, como Los Hitos y Santa maría de Melque".
Ha destacado la vicepresidenta que "la Diputación de Toledo colabora financiando estas excavaciones porque entendemos que la cultura y el patrimonio histórico son parte de la palanca de cambio que va a hacer crecer el tejido económico, social y cultural de los municipios de toda nuestra provincia".
La vicepresidenta defendía el apoyo del Ejecutivo de Álvaro Gutiérrez a los proyectos encargados del fomento y desarrollo del turismo arqueológico y cultural, como es el caso del apoyo prestado para continuar con los trabajos arqueológicos que se han ido desarrollando en los últimos años en San Pedro de la Mata.
El respaldo de la Diputación quiere dar continuidad a esos trabajos con la financiación de la campaña de este año, que comenzaba el pasado 11 de julio y se prolongará hasta 3 de septiembre.
"Se consolida así su importancia cultural, turística y de desarrollo económico para Sonseca, la comarca y la provincia, como lo demuestra el hecho de haber descubierto ya dos fragmentos de escultura de una cruz calada visigoda", que la vicepresidenta conocía de la mano de Jorge Morín.
La vicepresidenta conocía que en los últimos años se han descubierto un centenar de piezas de escultura decorativa, algunas de las cuales continuaban en la iglesia a mediados del siglo pasado.
Y el alcalde de Sonseca, Sergio Mora, aludía a que se trata de "un proyecto muy emocionante para recuperar e investigar sobre este espacio de San Pedro de La Mata, un proyecto que teníamos en mente haberlo realizado en años anteriores, pero que por la situación de pandemia no ha sido posible".
Y ha subrayado "que esta primera campaña de arqueología ha descubierto bastantes hechos relevantes que en los próximos meses se irán publicando".
Una iglesia visigoda del siglo VII
La iglesia de San Pedro de la Mata, por sus características estructurales, se incluye en el grupo de las iglesias cruciformes visigodas del siglo VII junto con Santa Comba de Bande y Santa María de Melque, y enlaza con el mejor arte áulico toledano.
Declarado Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural, los arqueólogos y voluntarios trabajan ahora para descubrir todo el perímetro de la iglesia, que ocupa unos 1.000 metros cuadrados de superficie a los pies de las estribaciones de la Sierra Gorda, perteneciente a Los Montes de Toledo.
La iglesia de San Pedro de La Mata fue descubierta en 1903 por el Conde de Cedillo, ubicada en las inmediaciones de una de las vías que comunica Toledo con Córdoba, y se encuentra muy cerca del complejo aristocrático de Los Hitos, con el que seguramente estaba relacionado.
Se supone que la iglesia de San Pedro de La Mata, por su decoración, con claros paralelismos con la de Los Hitos, Guarrazar o la propia Toledo, estaría relacionada con algún tipo de fundación nobiliar.
Se han identificado en el edificio hasta cuatro fases constructivas diferentes, correspondiendo la primera de ellas a la época visigoda, una segunda fase apunta a la ruina del primer edificio; una tercera corresponde ya a las reformas medievales; y la última, a las intervenciones contemporáneas.
La iglesia está construida con muros de sillares de granito y presenta una planta cruciforme con un ábside rectangular con tres cámaras añadidas; dos junto a la cabecera y una tercera en la parte suroccidental.
San Pedro de la Mata es un templo funerario privilegiado, transformado en espacio monástico, que estaba integrado en una propiedad aristocrática en el reborde de Los Montes de Toledo, en las sierras de Los Yébenes y del Castañar.
El espacio está próximo, como ya se ha indicado, al conjunto monástico de Los Hitos, que a su vez cuenta con una iglesia propia y diferentes enterramientos privilegiados.
La visita al templo es libre y se debe partir desde la pedanía de Casalgordo, recomendándose ingresar por el crucero del templo, que permite contemplar la cabecera y las naves, finalizando con un paseo alrededor de la iglesia, que permite valorar la estructura exterior.