Más de un centenar de camiones han circulado en caravana y haciendo sonar sus bocinas insistentemente por la ciudad de Toledo durante la mañana de este miércoles. Se trata de una protesta de los transportistas, que piden al Gobierno de España un decreto que impida a las empresas contratarles a precios que no lleguen a cubrir sus costes de explotación. Parte del sector se mantiene inactivo desde el pasado lunes 14 de marzo, en el marco de un paro convocado por la Plataforma en Defensa del Transporte, que sigue vigente al considerar insuficiente la bajada de 20 céntimos por litro de combustible que ha aprobado el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez.
Los camioneros han iniciado su marcha lenta a las 10 de la mañana desde el Polígono de Toledo se han dirigido hacia el barrio de Santa Barbara. Desde allí han llegado hasta la rotonda de la Estación de Autobuses y, tras recorrer varias arterias de la ciudad, han regresado de nuevo hacia la zona industrial de Santa María de Benquerencia por la circunvalación sur de la CM-40 y la A-42.
Efectivos de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local de Toledo han seguido de cerca la protesta, a la que también se han sumado una veintena de coches de autoescuela.
La manifestación se ha completado sin incidentes, aunque ha provocado retenciones puntuales pese a que en la TO-23, la carretera que une el barrio del Polígono con el centro de la ciudad, los camioneros han dejado libre el carril izquierdo para que el resto de vehículos circulasen con agilidad.
Marcha autorizada
Esta marcha se ha celebrado finalmente este martes, después de varias desautorizaciones de la Subdelegación del Gobierno en Toledo en días anteriores, argumentando informes policiales negativos y la posibilidad de que los camioneros pudiesen colapsar los accesos al Hospital Universitario de la capital toledana, algo que no ha ocurrido pese a los temores expresados por la alcaldesa Milagros Tolón.
Según ha considerado en declaraciones a la agencia de noticias Efe el camionero Agustín Martín, el acuerdo alcanzado entre el Gobierno de España y las patronales del transporte por carretera es "humo" y "no vale para nada". Además, ha reclamado que igualen sus salarios a la subida de los precios del gasóleo.
Subido a su camión, Sebastián ha pedido a la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, que proporcione una solución que le permita trabajar sin ir "a perdidas", ya que ahora mismo le es "imposible" hacerlo llenando el depósito con el precio del gasóleo disparado a 1,92 euros el litro.
Trabajar a pérdidas
"Todos los meses vamos a pérdidas y para eso prefiero estar parado en mi casa", ha manifestado, a lo que ha añadido que el descuento de veinte céntimos por litro del combustible y los 450 millones en ayudas directas al sector "no hacen nada" si se produce una nueva subida de los precios de los carburantes.
Otro transportista, Vidal Alonso, ha calificado las medidas del Gobierno como "un bocadillo, pan para hoy hambre para mañana", a quien ha exigido que de "mucha caña" a los operadores del transporte y ha asegurado que va a mantener el paro hasta que no se apruebe una bajada de impuestos y se reduzca aún más el precio del gasóleo. "Queremos que nos dejen trabajar dignamente y que no estemos trabajando a coste de perdidas", ha finalizado.