Albarracín ha ganado a Cuenca la histórica disputa territorial que mantenían ambas localidades desde hacía más de un siglo. El Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, a través de una orden publicada el lunes 12 de agosto en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y en consonancia con una reciente resolución del Consejo de Estado, ha dado por bueno el informe Instituto Geográfico Nacional (IGN) que asume como propia la tesis defendida por el municipio turolense: el monte de utilidad pública conocido como 'El Entredicho' forma parte de su término municipal y no del de la capital conquense.
De esta manera, los técnicos han definido con claridad dónde se encuentra la frontera administrativa entre Albarracín y Cuenca, que separa también las comunidades autónomas de Aragón y Castilla-La Mancha. Desde la ciudad de las Casas Colgadas se defendía que era el río Tajo el que debía ser tenido en consideración -dejando a 'El Entredicho' de su lado- para marcar la línea divisoria, pero el argumento no ha sido tenido en cuenta ya que el IGN ha considerado que la dinámica fluvial hace que los cauces se vayan modificando a lo largo de los años, por lo que entienden que resulta más estable desde el punto de vista geográfico tener en cuenta el propio monte.
Por lo tanto, las 2.000 hectáreas de terreno que han estado en disputa durante décadas se quedan del lado de Albarracín, aunque quizá este no haya sido el último capítulo de esta pugna. Una vez agotada la vía administrativa, los interesados podrán interponer recurso ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional. Para ello tendrán dos meses de plazo, aunque el Ayuntamiento de Cuenca no ha desvelado todavía qué decisión tomará.
El Pleno del Consistorio conquense aprobó por unanimidad el pasado mes de febrero recurrir ante el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática el informe del IGN que daba la razón a Albarracín, que ha sido ahora refrendado por el organismo ministerial tras consultar al Consejo de Estado.
Juan Manuel Martínez Melero, exconcejal de Patrimonio de Cuenca y actual edil de Hacienda, ya en 2022 explicó en este periódico que en el caso de que el límite definitivo se hubiese establecido por el cauce del Tajo, algo que finalmente no ha ocurrido, el monte en disputa habría continuado siendo propiedad de Albarracín, algo que nunca le han negado, pero administrativamente hubiese pasado a formar parte de la provincia de Cuenca y, por tanto, habría sido gestionado por el Gobierno de Castilla-La Mancha y no por el de Aragón.
Aprovechamiento forestal
"Los planes de gestión forestal, medioambiental o de caza, entre otros, estarían bajo el amparo y la tutela de la legislación castellano-manchega", explicaba el concejal conquense. "Albarracín podría seguir explotando los recursos del monte porque seguiría siendo de su propiedad, pero bajo la dependencia y autorizaciones de nuestra región", añadía.
Durante los últimos años la localidad aragonesa se ha encargado del aprovechamiento forestal de este paraje, cuyos recursos son principalmente madereros, micológicos, apícolas, resineros, de pastos y de caza.