La gastronomía castellano-manchega es como una gran despensa con amplios recursos en la cocina que simbolizan las tradiciones y costumbres de cada provincia a través de recetas que son verdaderas joyas. En el caso de Cuenca, sus platos más típicos se caracterizan por un sabor condundente que ayuda a tolerar el frío de la Serranía durante los meses de invierno.
La cocina conquense deja siempre buen sabor de boca y la oferta hostelera es muy amplia, variada y con precios que se adaptan a todos los bolsillos. Los zarajos, el ajoarriero, el morteruelo o el alajú son algunas de las comidas más populares de esta zona que no te puedes perder si decides visitarla.
Estas son las mejores opciones para aquellos que busquen degustar los platos más típicos de la provincia:
1. Raff San Pedro
En el corazón del casco antiguo de Cuenca, ubicado en unas antiguas caballerizas del siglo XVI, el Restaurante Raff San Pedro invita a recorrer la historia de esta tierra a través de sus recetas, olores, sabores, texturas y recuerdos. Sus creaciones respetan la base de la cocina tradicional adaptándola a nuestro tiempo, pero sin perder ni un ápice de la primitiva esencia de sus platos. Cocinan aquello que ofrecen las huertas, campos y montes de Cuenca en cada temporada del año. El ajoarriero con contrastes dulces y ahumados, el mojete o el arroz meloso de monte bajo son algunos de sus platos más destacados.
Calle San Pedro, 58.
2. La Posada de Tintes
La Posada de Tintes es una pequeña empresa familiar y humilde con más de 50 años dedicados a la hostelería que destaca por una cocina familiar con toques vanguardistas. En la carta no faltan platos típicos de la zona que a todo el mundo le gustan, como el morteruelo o el ajoarriero, ambos preparados artesanalmente. También son su seña de identidad las carnes y pescados, como el chuletón de ternera blanca, el lomo de vaca madura o la lubina a la espalda. Sin duda, un lugar emblemático de Cuenca en el que poder alojarse y disfrutar de una excelente gastronomía.
Calle de los Tintes, 7.
3. La Ponderosa
Con más de cuarenta años de vida, este restaurante es el santuario de la gastronomía conquense. Un mesón calificado como una de las mejores barras de España que destaca por sus deliciosas perdices escabechadas, las setas de cardo a la plancha, las mollejas, el tomate con ventresca o las chuletillas de cabrito. De hecho, hace unos días era reconocido con un 'Solete de barrio' otorgado por la Guía Repsol por ser un bar apetecible y recomendable donde tomar algo o comer a un precio asequible.
Calle San Francisco, 20.
4. Restaurante La Venta
Ubicado en pleno centro de Cuenca, este establecimiento es otro símbolo gastronómico de la ciudad que combina lo mejor de la comida casera y tradicional con lo más exquisito de la cocina de autor. Es un mesón castellano de mesa y mantel con un comedor amplio y acogerdor, friso de azulejo y platos cerámicos colgados en la pared. Entre sus platos más destacados, se encuentran los huevos de corral con polvos de jamón, el zarajo o el morteruelo.
Calle de Colón, 61.
5. Posada de San José
Situado en el casco histórico desde 1983, este restaurante es un palacio del siglo XVII especializado en la cocina local con productos de calidad trabajados con mucho esmero. Desde sus acogedores comedores se puede disfrutar de una increíble panorámica sobre la Hoz del Huécar, totalmente cambiante cada minuto. Respecto a su carta, ofrece una gran variedad de platos y raciones caseras, ensaladas, quesos artesanos, pescados y carnes. Además, hay interesantes sugerencias del día a diario con ingredientes de temporada.
Ronda Julián Romero, 4.