Contra la macroganja de cerdos proyectada muy cerca de Quintanar del Rey (Cueca), un macrocalvo de los vecinos. Así, con el culo al aire a las puertas del Ayuntamiento, protestaron este domingo decenas de ciudadanos que se niegan en rotundo a la construcción de una instalación que acogerá hasta 8.000 cochinos a escasos 300 metros del pozo de agua de boca que abastece a la localidad, aunque la granja se levantará en terrenos pertenecientes al municipio cercano de Villanueva de la Jara.
Según una nota de prensa remitida por los organizadores de la manifestación, en la que participaron "cientos de coches, tractores y remolques", los afectados "se sienten desprotegidos ante una compleja normativa que siempre termina favoreciendo a los grandes promotores de granjas intensivas de cerdos, desatendiendo por completo la voluntad de los pueblos en los que se instalan".
Esta última protesta contra la macrogranja se llevó a cabo una semana después de que se hayan reiniciado las polémicas obras pese a que los manifestantes aseguran que "siguen con una suspensión de oficio vigente y dictada por la Consejería de Desarrollo Sostenible", por lo que consideran que "la situación es del todo irregular".
En el año 2016 la Consejería autorizó la instalación de la macrogranja puesto que en principio se cumplían todos los requisitos medioambientales, pero en 2020 se suspendió la Autorización Ambiental Integrada puesto que en los informes entregados por la empresa promotora "no figura en ningún momento la peligrosa cercanía del pozo de agua ni aportan estudio alguno sobre la incidencia de filtraciones accidentales que terminarían mezclándose con el agua del que se suministra la población".
El agua será contaminada
Es más, según los vecinos, la asociación Quintaverde Pueblo Vivo ha encargado "un exhaustivo informe hidrogeológico" en el que se llega a la conclusión de que "en los diferentes supuestos planteados, la contaminación llegaría necesariamente al agua que beben los quintanareños". "Esta es la razón fundamental por la que el pueblo entero ha vuelto a levantar la voz y no va a dejar de hacerlo hasta que la razón se imponga", aseguran.
"Nadie entiende cómo hay administraciones, organismos y políticos con nombres y apellidos que firman Autorizaciones Ambientales Integradas tapándose ojos y oídos ante lo que ya se ha constatado en otros pueblos que han dejado de tener agua potable a consecuencia de los purines filtrados en los acuíferos y ante lo que dicen los datos objetivos de todos los expertos consultados", finaliza la nota de prensa.
En este caso, el Ayuntamiento de Quintanar del Rey se ha puesto del lado de los vecinos. Prueba de ello es que en la fachada del Consistorio cuelgan dos grandes pancartas en las que puede leerse "No a la macrogranja. La salud es lo primero".
Parar las licencias
Precisamente sobre este asunto, el coordinador autonómico de Podemos en Castilla-La Mancha, José Luis García Gascón, ha alertado este lunes de las consecuencias que tendrá para la región "el colapso de la burbuja de las macrogranjas", asegurando que son las responsables de la destrucción de un tercio de las explotaciones familiares.
García Gascón ha pedido a todos los grupos en las Cortes "responsabilidad y altura de miras" para abordar un problema que, considera, "está redefiniendo la estructura del mundo rural" y cuyos impactos "ponen en grave riesgo nuestros preciados recursos hídricos en un contexto de emergencia climática", ha informado Podemos en nota de prensa.
Para ello, ha apuntado a la necesidad de dar trámite a la iniciativa parlamentaria presentada por su formación en mayo de este mismo año para detener "de forma inmediata" la concesión de nuevas licencias para este tipo de explotaciones y una Evaluación Ambiental Estratégica de su impacto a nivel global en el territorio.