Los propietarios de las fincas ubicadas en el Parque Nacional de Cabañeros, que forman parte de la Plataforma de Afectados por Parques Nacionales, ha denunciado la situación de alta vulnerabilidad que tiene este gran entorno natural de Castilla-La Mancha ante los incendios forestales.
Una vulnerabilidad que, según han informado en nota de prensa este viernes, en su opinión se debe "al abandono de la mayor parte de las infraestructuras de defensa contra incendios y a la elevada concentración de combustible vegetal que se acumula en el parque".
Según han explicado los propietarios de las fincas, que suponen el 45% de la superficie del espacio protegido, esto es consecuencia de los impedimentos que les impone las administraciones para ejecutar las actuaciones de prevención que han realizado con anterioridad a la declaración de parque nacional en 1995.
Situación extrema
La plataforma ha querido denunciar estos hechos ante la situación extrema que este verano se está produciendo en el campo español por la ola de incendios y han recordado que estos fuegos ya han causado daños en algún parque nacional, como en el caso de Monfragüe, y en varios espacios protegidos.
Según ha explicado la plataforma, "toda actuación preventiva ha estado proscrita desde dicha declaración, tanto por la irregular falta del preceptivo Plan Rector de Uso y Gestión, publicado veintiséis años después de su creación, como por la deplorable animadversión que muestra la Administración pública ante cualquier intervención en el medio natural, ya sean tratamientos silvícolas de limpieza, desbroce selectivo, podas y resalveos como cortafuegos y caminos".
Incluso han dicho que la masa forestal mediterránea que caracteriza a este parque se encuentra "en un alarmante estado de no gestión".
Los propietarios de las fincas han advertido de que "la devastación causada en 2021 por la borrasca Filomena causó un notorio agravamiento de la situación por el elevado número de ramas rotas y de árboles caídos que produjo" y ha reprochado que la Administración, "a pesar de los avisos de los particulares" no ha tomado ninguna medida al respecto.
A esto se suma que la prohibición de la actividad cinegética en el parque ha causado una sobrepoblación de ungulados que también agrava el riesgo de un gran incendio, al degradar la masa forestal por sobrepastoreo y dejar grandes cantidades de material inerte.
Disminución de la vigilancia
Además, ha apuntado que "la vigilancia, necesaria en cualquier coto de caza, ha disminuido notablemente al ser el parque terreno no cinegético, por lo que la detección temprana de incendios, fundamental para su extinción, ha quedado muy mermada".
Ante la necesidad de prevenir estos grandes incendios, algunas fincas particulares han mantenido por su cuenta "las más elementales medidas cautelares de prevención", y han lamentado que ello les ha supuesto la imposición de "cuantiosas multas" por el Organismo Autónomo Parques Nacionales y que han llegado hasta los 230.000 euros en dos ocasiones.
Finalmente, han criticado la desidia que el Organismo Autónomo Parques Nacionales y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en el mantenimiento del Parque Nacional de Cabañeros, que "colocan a este espacio en una alarmante situación de peligro de incendio, agravada en extremo por las altas temperaturas que se están alcanzando este verano".