El Diario Oficial de Castilla-La Mancha ha publicado una Resolución de la Dirección General de Turismo, Comercio y Artesanía del Gobierno regional por la que se otorga el título de Fiesta de Interés Turístico Regional a La Fiesta de Judas y Muñecas de Alamillo (Ciudad Real).
Según la tradición, en la localidad, entre Jueves Santo y la mañana del Sábado de Gloria, se construyen los judas y las muñecas. En la tarde del sábado, han de estar todas expuestas en balcones y calles. Pueden colocarse en cualquiera, pero los grupos prefieren la Calle Nueva por ser la principal. Los habitantes del pueblo dedican la tarde a pasear, observando y comentando el trabajo realizado de sus convecinos. Los grupos, o parte de sus componentes, suelen permanecer junto a su pareja de judas y muñecas, acompañándola y mostrándola.
El pueblo entero se concentra en la Calle Nueva donde se quemarán las muñecas, atadas de ambos brazos por cuerdas que las harán girar desde balcones enfrentados. Las personas que se van a encargar de dar comba suben a los balcones. Son mozos jóvenes que muchas veces pertenecen a los grupos constructores.
Debido al considerable tamaño y peso de algunas muñecas y que tardan bastante en quemarse, para cada una se van turnando en girarlas. Abajo, permanecen varias personas dedicadas a atar las muñecas a las cuerdas por los brazos. Una vez hecho, se tensan las cuerdas desde los balcones; la muñeca queda entonces suspendida en el aire a poca distancia del suelo, le prenden entonces las enaguas de papel y se retiran.
Noche de fiesta
Una vez que se han quemado todas, el pueblo se dispersa dispuesto a pasar la noche de fiesta hasta la hora de la Misa de Gloria, para los que son creyentes y los no tanto, quedarán disfrutando entre bares y amigos, según explica el Ayuntamiento en su página web y recoge Europa Press.
Muchos enlazaran hasta ser de día y el manteo de Judas. Hace muchos años, se madrugaba para ir a la Misa del Alba, en la que se daba la Procesión del Encuentro de la Madre, la Virgen Dolorosa, con su Hijo el Resucitado y después se manteaban los judas. Pero por abandono y falta de interés, tanto por la iglesia como por el pueblo y sus feligreses, estos actos religiosos, hermosos y de gran vistosidad, se han perdido y olvidado, lamentablemente.
Siendo ya Domingo de Resurrección, los grupos de jóvenes se mueven en busca de sus judas. Se sacan a la calle y con una manta vieja se tiran al aire y se recogen después.