Un hombre en Albacete se enfrenta a una dura condena por dos atracos a punta de navaja
El Juzgado de lo penal número 2 de Albacete tiene previsto juzgar el próximo viernes, 28 de septiembre, a un acusado de dos delitos de robo con intimidación y uso de armas y un delito intentado, por los que la Fiscalía le pide una pena de 11 años y dos meses de cárcel y de 613,19 euros de indemnización.
En el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, se relata que el acusado, con antecedentes penales por robo, sobre las 9.45 horas del 30 de noviembre de 2017, se dirigió a una frutería, en esos momentos abierta al público, y mostró en la mano un cuchillo.
Fue hacia la empleada y le dijo que le diera todo lo que tuviera y que no le mirara y ésta, por miedo a ser agredida, abrió su monedero y le entregó el dinero que llevaba, aunque el acusado le pidió también el dinero de la caja, a lo que la empleada también accedió por el mismo motivo.
Entonces, esgrimiendo el cuchillo, le dijo a la empleada que se introdujera en el almacén del local, y se marchó del mismo. La empleada permaneció, asustada, unos 10 minutos en los aseos del local y, al salir, avisó a la Policía Local.
El acusado, que se llevó unos 120 euros, 10 de la empleada, llevaba un gorro de color oscuro y unas gafas de espejo a pesar de lo cual la empleada del local pudo verle la cara.
Panadería
Sobre las 9.20 horas del 12 de diciembre de 2012, el acusado entró en una panadería también de la capital, con un cuchillo de caza de doble filo, y se dirigió a la empleada pidiéndole el dinero de la caja.
Ésta le entregó 50 euros y el acusado le exigió que le entregara su bolso, acercándole el cuchillo, ante lo que ésta, le vació el contenido.
El acusado se llevó un libro electrónico, unas gafas de sol, un bolso de tela vaquera, dos décimos de lotería premiados con reintegro de 6 euros, un monedero con 100 euros y documentación y 200 euros en metálico.
El acusado ordenó también a la empleada que entrase en la trastienda y cerrase la puerta, y se marchó. Llevaba un gorro y unas gafas de plástico oscuras, a pesar de lo cual la empleada de la panadería pudo verle la cara.
Sobre las 9.40 horas del 14 de diciembre de 2017, el acusado entró en un bazar y, enseñando una navaja de medianas dimensiones a la propietaria, le dijo "la caja o te pincho".
En el local había niños menores de edad y cogió del brazo al acusado y le pidió que no le hiciera nada a los niños, ante lo que el acusado se volvió a dirigir a ella pidiéndole el bolso.
En ese instante entró en la tienda la suegra de la encargada, diciendo que venía gente, por lo que el acusado huyó del local sin conseguir apoderarse de ningún objeto.
El acusado, que llevaba un gorro y gafas oscuras, fue detenido en las inmediaciones por agentes de la Policía Nacional que estaban realizando labores de vigilancia por la zona.