El juicio por la estafa de neumáticos con destino a Guinea se celebra hoy en Albacete
El Juzgado de lo Penal número 3 de Albacete juzgará el lunes, 3 de septiembre, a un hombre acusado de un presunto delito de estafa por el que el Ministerio Fiscal le pide una pena de dos años y medio de prisión y 5.000 euros en indemnización.
El escrito de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press, recoge que, a mediados de julio de 2013, la víctima contactó con el acusado porque tenía la intención de adquirir una partida de neumáticos usados en España para exportarlos a Guinea Ecuatorial, ya que las leyes de seguridad vial de dicho país no exigen que pasen unos controles de calidad tan estrictos como en España y pueden seguir utilizándose para la circulación rodada.
El acusado era el gerente de una empresa dedicada a la venta y comercialización de neumáticos de segunda mano y, tras mantener una breve conversación con la víctima, y para que ésta pudiera comprobar la calidad y el estado de los neumáticos que la empresa ofrecía, ambos se desplazaron a una nave industrial para ver un muestrario.
De esta forma, la víctima escogió unos neumáticos de calidad intermedia, que tenían un precio de compra de 3,50 euros y que pese, a ser de segunda mano, se apreciaba la existencia de dibujo y estaban en buen estado de uso.
Así, adquirió la cantidad de 1.500 ruedas de calidad intermedia, haciendo entrega al acusado de 2.500 euros en metálico el día 16 de julio de 2013 y efectuando al día siguiente una transferencia bancaria por importe de otros 2.500 euros a la cuenta designada por el acusado.
Una vez abonados los 5.000 euros por el precio de los neumáticos comprados, la víctima contrató también a una empresa para que se encargara del transporte del contenedor con los neumáticos desde España a Guinea Ecuatorial.
Sin embargo, el acusado entregó a la empresa transportista una partida de solamente 1.015 neumáticos, y con una calidad inferior a la contratada por la persona compradora, cuyo precio de venta de 1,70 euros por unidad y que eran inútiles para el fin que se compraron.
Precisamente por ese mal estado, los neumáticos fueron retenidos en el puerto de Bata, en Guinea Ecuatorial, por la policía portuaria, al comprobar que los mismos carecían de dibujo, al tener la banda de rodadura completamente gastada, por lo que no eran aptos para el fin para el que fueron adquiridos.
La fallida operación de exportación de neumáticos le ocasionó a la víctima gastos devengados por la contratación del flete, de los servicios de la empresa consignataria, de los servicios de los agentes marítimos del puesto de destino, además de tasas e impuestos portuarios y de aduanas.