"Esto es una ofensa, sólo faltaría que la fiesta independentista la terminemos pagando entre todos". Así de contundente se ha manifestado este viernes el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, sobre la propuesta de financiación singular para Cataluña planteada por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
"Singulares somos todos. Que no nos engañen, que tontos no somos", ha afirmado el dirigente socialista en un acto oficial en el Hospital Universitario de Guadalajara.
"Nosotros no gastamos un solo euro en tener embajadas en el extranjero, ni en estructuras para destrozar el país, ni en propaganda para romper España", ha dicho Page, mostrando una rotundidad muy significativa contra la posibilidad de que el Gobierno de Pedro Sánchez pueda establecer un modelo particular y diferenciado de financiación autonómica para Cataluña.
Contra los privilegios
El presidente castellano-manchego ha asegurado, en este sentido, que "yo estoy en política para luchar contra todo tipo de privilegios y no cuela llamar singular a la búsqueda de privilegios", en clara referencia al 'plan Montero' para crear un sistema diferenciado de financiación para la comunidad autónoma de Cataluña.
En este sentido, Page ha asegurado sentirse "fracamente preocupado y disgustado" por los "debates artificiales" que se plantean en la política española, afirmando, en clara referencia a Sánchez: "Yo sabía que tener el poder cuesta y que a veces se paga un alto precio por gobernar. Pero que sea más caro el no poder gobernar, que todavía valga más dinero y que lo tengamos que pagar entre todos los españoles, es especialmente lamentable".
El líder de los socialistas castellano-manchegos ha dicho que el Congreso de los Diputados "necesita un auténtico hospital para la supervivencia" y espera que "alguien se tome en serio" el problema de la financiación autonómica en España "porque singularidades tenemos todos y singulares somos todos".
"Que no nos engañen"
"Y perdonen que hable tan claro pero nos estamos jugando los cuartos, y al final, detrás de tanto discurso y de tanto mitin, siempre hay lo mismo", ha asegurado el presidente de la Junta antes de denunciar los "privilegios" que se esconden detrás de esta propuesta de singularidad autonómica: "Que no nos engañen, que tontos no somos ya en este país".
"Y por tanto, que no llamen singular a lo que es privilegio. Y yo estoy en política, y me considero un político, me considero progresista, y estoy en política precisamente para luchar contra todo tipo de privilegios. Y no cuela llamar singularidad a lo que es literalmente la búsqueda de privilegios. Y cualquiera que se considere progresista, que se ponga la camiseta progresista, tiene que luchar contra los privilegios, no ampararlos", ha opinado contundentemente el secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha mirando abiertamente a la Moncloa.
"No tiene nada que ver Madrid, que es una sola provincia con siete millones de habitantes, con esta comunidad que somos cinco provincias, con 2.100.000, en donde para atender la sanidad primaria en Cuenca yo necesito como presidente 50 centros, siendo la misma población toda la provincia que Fuenlabrada, que lo hace con cinco", ha ahondado Page en este argumento.
Puigdemont, extrema derecha
Pero el presidente castellano-manchego no ha dejado ahí su andanada y ha afirmado que "es bastante duro tener que ver cómo en este país se hace pasar a la extrema derecha catalana, es decir, Puigdemont, que además genera odio social incluso contra el resto".
"Bastante duro es tener que pactar o tragar con la ultraderecha catalana. Bastante duro es también ver cómo se erosionan valores progresistas y se ponen en cuestión o se disimulan, como para que encima el principal de los valores, que es la igualdad, que es evitar los privilegios, encima se vaya a pisotear", ha manifestado.
"De ninguna manera, no lo vamos a consentir. Sería un precio demasiado caro por mantener un puesto", aseguró Page en su discurso, dejando claro que el 90 por ciento del dinero que gastan las comunidades autónomas va destinado a sanidad, educación y servicios sociales, los pilares del Estado del Bienestar a los que no se puede perjudicar.