Aprovechando el clima de movilizaciones agrarias en toda España y pendiente de la reunión que el próximo lunes mantendrá con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, ha vuelto esta semana a la carga con una "vieja idea" que viene lanzando: España está enviando a Portugal "más agua de la que necesitan" a través del río Tajo mientras Alicante, Murcia y Almería no disponen de este recurso en cantidades suficientes.
El argumento de Mazón, que viene a patrimonializar el Tajo como si solo fuera un río español y no internacional, lo completa el presidente valenciano con su reivindicación de eliminar los caudales ecológicos de este río que, como se sabe, han sido fijados por los planes de cuenca después de varias setencias judiciales firmes. Mazón dice que estos caudales son "políticos" y no "ecológicos" y perjudican al Levante, por lo que pide volver al uso anterior del trasvase Tajo-Segura, ahora progresivamente recortado por esos caudales mínimos que crecerán progresivamente hasta el año 2027.
Miguel Ángel Sánchez, experto en medio ambiente y gestión del agua y destacado integrante de la Plataforma del Tajo y el Alberche, ha desmontado lo que califica como "demagogia" del presidente valenciano con estos argumentos básicos y contundentes:
1. Los ríos tienen su cauce natural y no se pueden desviar. Es una obviedad. Un río no es una tubería. Como dijo el ilustre historiador toledano Fernando Jiménez de Gregorio, la "geografía manda y la historia obedece", es decir, los ríos "tienen su recorrido y no hay más", explica Miguel Ángel Sánchez, quien asegura que el Tajo, como otros ríos internacionales, tiene que ir a Portugal, "como es debido". "España está obligada por el convenio de Albufeira a dejar que el agua llegue a Portugal", afirma este experto, que recuerda que Lisboa y otras muchas poblaciones beben del Tajo y necesitan el río para otros muchos usos, como presas y centrales de energía. Esto pasa con el Duero, el Guadiana, el Miño, el Rhin, el Danubio y otros grandes ríos europeos, que están sujetos a los acuerdos internacionales. "En Europa todavía hay seguridad jurídica", recuerda Sánchez al presidente Mazón.
2. El agua es de todos los españoles y la gestión de las cuencas la hace el Estado. "Actualmente el agua en España se rige por principios de hace cuatro décadas y también por presiones que todos conocemos", dice Sánchez, quien pide a las instituciones altura de miras para priorizar los usos y garantizar el abastecimiento humano. Evidentemente, explica este experto, el trasvase Tajo-Segura no lleva agua a Portugal, sino que el agua que va a Portugal es el que llueve en Gredos y en la Sierra de Gata. El agua del trasvase se va al Levante. "No hay más. Y gracias al agua de Castilla-La Mancha, gracias a eso beben y se desarrollan en todo el Mediterráneo, fundamentalmente en Almería, Murcia y Comunidad Valenciana", expone. "Si no se hiciera eso, si Castilla-La Mancha hiciese la política que quiere el presidente valenciano, no habría agua ni desarrollo en esas comunidades", explica.
3. El "absurdo" planteamiento de Mazón. Con el planteamiento del presidente valenciano, y según afirma Miguel Ángel Sánchez, Castilla-La Mancha no dejaría que el agua del Júcar se fuera hacia la Comunidad Valenciana, porque el agua del Júcar se genera en Castilla-La Mancha, fundamentalmente en la Serranía de Cuenca, pero se va para regar toda la huerta de Valencia y atender los caudales ecológicos que necesita la Albufera con el objetivo de que allí se produca un desarrollo importante. Con el argumento de Mazón de sobreexplotar el Tajo antes de llevarlo a Portugal, "lo que podríamos hacer en Castilla-La Mancha con el Júcar es pararlo aquí, que no siga hasta Valencia y con ese agua regar todo Albacete y todo Cuenca y paliar el déficit de toda la Mancha Oriental y Occidental, es decir, cogemos el Júcar y hacemos a Castilla-La Mancha una región inmensamente rica. ¿Para qué se va a ir ese agua hasta Valencia? Nos quedamos con ella y ya está", ironiza Sánchez, quien afirma que lo mismo se podría hacer con el Segura, cuyos embalses están en Castilla-La Mancha. Así la riqueza que eso generaría se queda en Castilla-La Mancha y tendríamos regadíos y grandes empresas transformadores, afirma. Pero no: "Castilla-La Mancha es una región totalmente sacrificada en cuanto a recursos hídricos, todo esto se decidió antes de las autonomías y el agua se va a otros sitios", afirma.
4. La España seca. Está claro que Castilla-La Mancha es la España seca y este principio no debe olvidarse. Los frentes vienen del Atlántico "y el agua se queda a medio camino, prácticamente en la mitad de la Penísula", explica Sánchez, quien recuerda que el centro de la Península es la zona donde está siendo más acusada la desertificación en los últimos años. "Casi nadie sabe que en Toledo, en la zona del Algodor y Consuegra, llueve menos que en Murcia y Alicante, o Toledo capital con pocas aportaciones de lluvia", por lo que en toda la zona centro "las aportaciones son muy áridas".
5. "La demagogia de siempre". Por todo ello, explica este experto mediambientalista, el argumento de Carlos Mazón "es volver a la demagogia de siempre", ya que, entre otras cosas, "no tiene sentido utilizar como argumento que el Tajo no "envíe" tanto agua a Portugal, cuando, además, se trata de un río internacional, tan portugués como español y sujeto a normas internacionales y seguridad jurídica.