Lo nuevo de Cospedal, Michavila atiza pasiones de García-Page y Núñez y un escándalo espantoso
Algunos nombres propios de la actualidad de este viernes en Castilla-La Mancha.
17 febrero, 2023 12:41Hay que ver. Cada vez que Narciso Michavila, el gran gurú de las encuestas en España, sale al campo castellano manchego, como por ejemplo este jueves, se monta un gallinero en la política regional. Qué tíos. Ya lo tengo comprobado: Emiliano García-Page y Paco Núñez viven sin vivir en sí y, a tres meses y pico de las elecciones autonómicas, ya no se comprenden el uno sin el otro. Un día y otro día, ora colleja, ora zasca, venga un lunes un pescozón y el martes una zancadilla. Se quieren por siempre jamás y la pasión estalla cada día entre ellos: dos polos que se atraen y su repelen a la vez y que se levantan cada día pensando en cómo atizarse mutuamente y por dónde hay que lanzarse los cuchillos. Adoración.
Y todo por una línea muy fina, la que separa la victoria de la derrota, que puede estar en un solo escaño en las Cortes regionales, y que dejará caer de un lado o del otro la Presidencia de la Junta. Tic-tac-tic-tac. El 28 de mayo en Castilla-La Mancha está en un tris y esto es la guerra. El todo por el todo. El caso es que Michavila ha dicho que el PP de Núñez puede hacerse con las principales ciudades castellano-manchegas, ahora en manos del PSOE (en solitario o con Ciudadanos), pero que la cosa va a estar “mucho” más complicada en la Junta, dando aire a Page para seguir en el poder. O sea, una de cal y otra de arena, pero con una duda envenenada: nadie las tiene todas consigo y el domingo electoral es siempre un riesgo y una incertidumbre. El insomnio va por barrios.
En fin, que el presidente de GAD3, el tío que más acierta en las noches electorales, deja un panorama abierto y atiza el fuego Page-Núñez, con los nervios agitando el mundo alrededor. Y los alcaldes y aspirantes mirando al cielo a ver si llueve. El propio Sergio Gutiérrez, número dos del PSOE regional, ha presumido este viernes de la “holgada mayoría” que conceden a Page sus encuestas internas, pero se ha cuidado de advertir del “riesgo” de que el PP sume con Vox y, por tanto, los socialistas sean desalojados del Palacio de Fuensalida, en el que viven cómodamente instalados treinta y tantos o cuarenta años, salvo el paréntesis “popular” de María Dolores de Cospedal. Es decir, que mucho ojito: las urnas se sabe cómo se abren pero nunca cómo se cierran… y luego los recuentos pueden traer algunos sorpresones.
Por cierto, Cospedal. Por mucho que la izquierda la quiera demonizar, ahí sigue: firme, en pie y con la cabeza muy alta. Su nuevo proyecto, ampliamente contado en estos papeles digitales, parece tan potente como interesante y, si llega a buen puerto, va a ser una gran iniciativa por una buena causa: elevar el nivel de la clase política en España, tan así, tan bluff como lo vemos a diario. Cospedal, junto a mi admirada Carmen Riolobos y el ex de casi todo Agustín Conde, entre otros, ha creado el Instituto de Liderazgo Político, un ambicioso proyecto de formación de futuros dirigentes que se presenta con una pinta excelente y ya veremos dónde llega. De momento, mis mejores deseos para este barco que ahora parte y la mejor suerte del mundo. Habrá que estar atentos.
Total, que vamos cerrando el chiringuito de este viernes. Sólo un apunte más: muy feo, horrible, espantoso, lo del alcalde de Villar de Cañas, el popular José María Saiz, contra la ministra Irene Montero. Supongo que el expediente que el PP le ha abierto va a terminar en expulsión o cosa parecida. No será para menos. Pero es casi tan feo el manoseo político que se está haciendo con este escándalo y cómo se está aprovechando para hacer electoralismo. Y barrer para casa, que parece lo único importante. Eso también es un poco lamentable, un teatrillo en falsete que da vergüenza ajena. Y por cierto, ya que citamos a Montero: su obcecación y uso político del “sí es sí” y la no rectificación del Gobierno de Pedro Sánchez, todavía no, es uno de las cosas más impropias y graves de la política española en los últimos años. Un escandalazo de los de verdad. Debería sonrojar a muchos. De lo peorcito, y eso que el ruedo nacional vive tiempos de decadencia nunca vistos en los últimos cuarenta años.