Zaragoza se ha convertido este fin de semana en cuartel general del Partido Popular, que ha elegido la capital aragonesa para presentar a sus candidatos a las próximas elecciones autonómicas del 28 de mayo. Ha sido durante esa cita y bajo la atenta mirada del presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, cuando el castellano-manchego Paco Núñez ha exhibido una gran seguridad en sí mismo y ha asegurado: "Voy a ganar las elecciones y voy a ser el próximo presidente, sin ninguna duda".
Después de una primera intentona fallida en 2019, cuando el socialista Emiliano García-Page obtuvo mayoría absoluta en Castilla-La Mancha tras cuatro años de gobierno sustentados por Podemos, Paco Núñez tendrá una reválida en poco más de cuatro meses. Tanto él como los dirigentes 'populares' desde Génova, basándose en sensaciones y encuestas, creen que en esta ocasión las opciones de que político albaceteño llegue a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha son reales. Eso sí, pese al optimismo mostrado por Núñez este sábado en Zaragoza, son conscientes de que posiblemente la conquista del Palacio de Fuensalida solo sea posible sumando con Vox.
Tanto el discurso del líder del PP de Castilla-La Mancha como el de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, que ha sido la encargada de presentar la mesa redonda en la que ambos han participado, han seguido con la insistente estrategia 'popular' de mostrar a Emiliano García-Page y a otros barones socialistas críticos como "sucursales de Pedro Sánchez", convencidos de que la imagen del máximo dirigente del PSOE e inquilino de la Moncloa está por los suelos debido a sus concesiones al independentismo y otras polémicas como la ley del "solo sí es sí", que ha permitido a más de un centenar de abusadores sexuales y violadores salir de la cárcel antes de tiempo.
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Sin embargo, durante su intervención en el cónclave aragonés del PP, que ha servido para lanzar la precampaña electoral, Paco Núñez también ha afeado a Emiliano García-Page que Castilla-La Mancha sea, según ha dicho, la tercera región española "con mayor presión fiscal", la que presenta "una de las tres peores rentas per cápita de todo el país", la comunidad "con más inflación" y, junto a Aragón, la que "más se ha empobrecido" durante el año 2022. Todo ello, a juicio de Núñez, "a consecuencia de las malas políticas, que hay que revertir".
Contra la "política controladora"
En la misma línea, el candidato del PP a la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha criticado la "política controladora del socialismo" y ha asegurado que "otra Castilla-La Mancha es posible".
"Le digo a mis paisanos que ningún socialista le va a poner límites a Castilla-La Mancha, que Castilla-La Mancha va a ser lo que quiera ser", ha insistido, poniendo de nuevo sobre la mesa el pacto que ha alcanzado con los presidentes de la Comunidad de Madrid y de Andalucía, sus compañeros de partido Isabel Díaz Ayuso y Juanma Moreno Bonilla, respectivamente, para adaptar la fiscalidad castellano-manchega a la de sus vecinos en caso de llegar a la Junta y apoyarse en ellas para "mejorar la capacidad de atraer inversión y ser más competitivos". El objetivo final, ha dicho, es que las tres comunidades se conviertan de la mano en un "eje estratégico del sur de Europa".
En las elecciones del 28 de mayo, según Paco Núñez, los ciudadanos de Castilla-La Mancha van a poder elegir entre dos modelos antagónicos: "El modelo socialista, orientado hacia una política controladora, fuertemente impositiva y que conduce al fracaso colectivo, o el modelo del PP, que cree en la libertad, el mérito, la capacidad y el esfuerzo".
"Este último modelo es el que yo quiero para mi tierra y el conjunto de todos los españoles", ha añadido Núñez, que ha prometido formar "un gobierno con todos, que dé soluciones para todos y que esté a la altura de lo que este tiempo nos reclama" si tiene la confianza de los castellano-manchegos.
Por último, Núñez ha dicho que su receta para gobernar a partir de mayo será la de "la cercanía, el trabajo, la humildad, la honestidad y la búsqueda de soluciones a los problemas de la gente", apartándose de la política "bélica y del enfrentamiento" que, según él, encarna el PSOE. Asimismo, se ha posicionado a favor de un Pacto Nacional por el Agua que garantice recursos suficientes para los agricultores de Castilla-La Mancha en base "al diálogo y al entendimiento".