Noticias relacionadas
- "García-Page ganará en Castilla-La Mancha porque representa la moderación como Juanma Moreno"
- Paco Núñez se lanza a por el voto centrista de Castilla-La Mancha tras el éxito andaluz
- Núñez vaticina un cambio de ciclo en Castilla-La Mancha tras lo visto en Andalucía
- El PSOE pide no extrapolar a Castilla-La Mancha los resultados electorales en Andalucía
Ya sabemos que, tras la debacle del PSOE en Andalucía a manos de Juanma Moreno Bonilla, el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, va a profundizar en su estrategia de la moderación. El centro centrado. Las políticas transversales que llegan a todos, izquierdas y derechas, es decir, el discurso del “sentido común y la sensatez”. Hay que reaccionar ante el creciente respaldo electoral al Partido Popular que, ¿por qué no?, también podría producirse en Castilla-La Mancha, tal como ansía el líder regional de esta formación política, Paco Núñez, muy esperanzado ante la posibilidad de un vuelco político en 2023.
La última gran encuesta, publicada este domingo en EL ESPAÑOL, es tremendamente significativa: indica que el PP sacaría hoy ocho puntos de ventaja al PSOE en España y 50 escaños más, con Alberto Núñez Feijóo como líder mejor valorado. Algo se mueve en el mapa electoral.
Por eso, García-Page también está diseñando sus próximos movimientos. Al contrario que el líder nacional del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, coaligado con la extrema izquierda y en brazos de los independentistas para sostenerse en la Moncloa, García-Page, el “verso suelto” que con más claridad se enfrenta a las políticas del sanchismo, va a relanzar su apuesta por presentarse como el presidente de todos los castellano-manchegos con vistas a las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023.
La ratonera
Falta menos de un año y, tras el barrido andaluz, queda claro que el sanchismo y la marca PSOE suponen una merma para los barones autonómicos, una ratonera en la que García-Page no quiere verse atrapado en absoluto. Huye de arder en esa hoguera.
Su estrategia, por tanto, va a ser la moderación. Será la gran clave. Esta apuesta no la ha contado el propio Page, que sigue sin valorar públicamente los resultados electorales de Andalucía, sino su vicepresidente en el Gobierno de Castilla-La Mancha y hombre de confianza, José Luis Martínez Guijarro, que esta semana ha dejado una frase reveladora y contundente: “García-Page ganará en Castilla-La Mancha porque representa la moderación como Juanma Moreno en Andalucía”.
Parecía imposible, pero ha ocurrido: un barón socialista, el más díscolo de España, se sube al carro de un presidente autonómico del PP y mimetiza el modelo. Nadie imagina a Sánchez comparándose con Feijóo, pero en la España autonómica, aterrorizada ante la demolición del PSOE sanchista, el centro político empieza a ser la referencia más evidente frente a las políticas radicales del presidente del Gobierno y sus socios.
Defender a Castilla-La Mancha
La estrategia de García-Page, según su vicepresidente Guijarro, pasa por centrarse en la “defensa de los intereses de Castilla-La Mancha” desde los “mismos valores” de Juanma Moreno en Andalucía, es decir, hablar y entenderse “con todo el mundo, ser moderado y defender a la región”.
Parece obvio que el presidente socialista de Castilla-La Mancha va a establecer en los próximos meses un diseño político donde prime su “marca personal” por encima del PSOE y se visualice, aún más, el distanciamiento con un sanchismo que muchos socialistas castellano-manchegos hoy ven como un problema. Se espera con expectación la primera reacción de Page ante esta nueva etapa que se abre a once meses de las elecciones autonómicas, quien sabe si más reñidas de lo que pudiera parecer a primera vista.
De momento, García-Page quiere seguir siendo el político de la región que más se parece a los castellano-manchegos y a una tierra con la que quiere haberse mimetizado de forma irrevocable, en la mejor escuela del expresidente de la Junta José Bono.
Núñez en busca del centro
La situación es tremendamente interesante y también Paco Núñez, líder del PP castellano-manchego, está mirando hacia el tsunami andaluz. Juanma Moreno e Isabel Díaz Ayuso, dos modelos de éxito aunque sean tan distintos, son el espejo de los populares castellano-manchegos, aunque la estrategia más clara de Núñez pasa por mirar al centro político y buscar el voto transversal. Es decir: Alberto Núñez Feijóo y su perfil abiertamente centrista.
El presidente popular cree que la victoria de Moreno Bonilla va a abrir un “inminente cambio de ciclo político” en Castilla-La Mancha que llevará al PP al Gobierno regional, una opinión arriesgada pero viable que se apoya también en estas palabras de Paco Cañizares, portavoz del PP castellano-manchego: “Comparar a Page con cualquier presidente autonómico del PP es política de ciencia ficción”. Ya ven claro que Feijóo será el próximo presidente del Gobierno de España, aunque esa travesía todavía será larga y tortuosa. También impredecible.
Se ve con claridad, en todo caso, que el optimismo de Paco Núñez ha subido muchos enteros tras la arrolladora mayoría absoluta del PP en Andalucía y eso le está llevando a pensar que es totalmente viable “construir una alternativa al socialismo” en Castilla-La Mancha. “Page tiene mucho de titular, pero poco de consistencia real”, ha dicho Núñez, deslizando incluso la posibilidad de que el presidente socialista de la Junta termine por no presentarse a las elecciones y lo haga en su lugar la portavoz del Gobierno de Sánchez, la ciudadrealeña Isabel Rodríguez.
Se trata de una hipótesis a día de hoy descabellada y altamente improbable, pero con la que el PP juega a mermar la fuerza de la “marca Page” en Castilla-La Mancha, totalmente sólida en estos momentos pese a los intentos de Núñez por desmontar el perfil moderado del líder socialista en la región. Las espadas están en alto y la batalla todavía será larga y compleja, pero está claro que Andalucía ha movido los planes de todos.
La incertidumbre de Vox
El frenazo de Vox en Andalucía ha restado mucho protagonismo y fuerza al partido que lidera Santiago Abascal. La decepción ha sido grande porque las expectativas estaban muy altas, y esta circunstancia se ha extendido por otros territorios. Hasta ahora se interpretaba que el PP sólo podría gobernar en cualquier sitio con el apoyo de Vox, pero el resultado andaluz deja esta hipótesis muy tocada y llena de incertidumbre, también en Castilla-La Mancha.
Las encuestas hasta ahora dan una mayoría a García-Page en las autonómicas del 23 pero quien sabe si la posibilidad de un vuelco político puede o no afianzarse y relanzar los apoyos al PP. Los populares castellano-manchegos se hacen ahora una pregunta: ¿Por qué el PP no puede obtener la mayoría absoluta en Castilla-La Mancha? Es difícil pensar en esta posibilidad, pero la fuerza de Vox ha caído parcialmente y este escenario abre nuevas posibilidades.
Y todo a la espera de que Vox nombre a su candidato en Castilla-La Mancha, con muchas posibilidades para una mujer: la diputada por Toledo Inés Cañizares, con gran imagen interna en Vox y un relevante papel en el Congreso como portavoz adjunta.