"Daremos un año a Page para cumplir o nos iremos del Gobierno"
"Si el año que viene no se han dado pasos muy claros en algunas de las cosas planteadas, como la renta garantizada o la ley integral de garantías, nos iremos del Gobierno". Así de contundente se ha mostrado el vicepresidente segundo del Ejecutivo castellano-manchego y secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha, José García Molina, en una entrevista concedida a la periodista toledana y coeditora de EL DIGITAL, Esther Esteban, publicada este viernes por El Economista.
De esta manera advierte al socialista Emiliano García-Page, presidente del Ejecutivo, el líder de la formación morada, de que recuerda que ha renunciado al coche oficial, a los seguros de vida privados y a los privilegios, tal y como venía haciendo como vicepresidente de las Cortes regionales. Además, en calidad de vicepresidente segundo de la Junta, seguirá cobrando tres veces el salario mínimo interprofesional, donando a Podemos el resto de su sueldo.
Sobre la confianza mutua entre García Molina y García-Page, ahora compañeros en el Gobierno tras semanas de enfrentamiento, el primero ha dejado varias píldoras con las que se muestra optimista aunque no confiado: "No creo que la cuestión esencial sea si Page es de fiar o no, la cuestión es si vamos a construir una alternativa real para esta tierra". "Si vemos que el presidente no cumple o que realmente no podemos hacer lo que hemos pactado, nos marcharemos". "No sé quién mecerá la cuna a quién, pero no hemos venido a hacer las cosas como se hacían antes y yo creo que hay mimbres suficientes, si no nos ponemos palos en las ruedas, para que esto se haga pronto realidad". "Si hay algunas cosas que nos parecen inasumibles tendremos que decírselo al presidente. Créame, yo no he tenido jamás voluntad de ser una china en el zapato de nadie".
¿Por qué y para qué entrar en el Gobierno?
Sobre la sorpresiva entrada de Podemos en el Gobierno, después de tres meses de fuego cruzado entre su formación y el PSOE en Castilla-La Mancha tras votar "no" a los presupuestos regionales, García Molina explica: "Hemos aprendido que hay pocos mecanismos efectivos de control desde el Legislativo al Ejecutivo, porque rara vez se tienen en cuenta los acuerdos suscritos con la oposición. Nos pasó con el acuerdo de investidura y con algunas enmiendas a los Presupuestos de 2016, que no se cumplieron. Hemos aprendido que el único lugar en el que nuestras políticas se pueden garantizar es en el Gobierno. Por eso, después de esta parálisis, de haber dicho no a unos Presupuestos que el PSOE nos quiso imponer, vimos que la única vía era un acuerdo integral que dé garantías de que lo que acordamos se cumpla y nuestras políticas no caen en saco roto".
Así, el vicepresidente segundo de la Junta detalla los objetivos del partido de Pablo Iglesias como parte del Gobierno castellano-manchego: "Vamos a gestionar el plan Podemos, el Plan Integral de Garantías, que va a significar un cambio en la gestión de las políticas públicas y sociales. Vamos a implementar la ventanilla única para la modernización de la propia Administración, evitando duplicidades. Nuestra propuesta es: nadie sin casa, sin suministros y nadie sin renta. Además haremos bandera de la participación ciudadana institucional y de la transparencia".
No es un ensayo de laboratorio
Sobre la repercusión nacional de sus últimos movimientos, García Molina responde a Esther Esteban que el pacto gubernamental entre PSOE y Podemos en nuestra región no es un ensayo de laboratorio para un futuro gobierno de coalición a nivel nacional, "pero con él sí podemos ver si ambos proyectos son o no necesariamente incompatibles". "Yo no creo en la extrapolación directa de modelos, pero es cierto que esta coalición va a ser mirada por muchos y observada con lupa para ver si somos capaces de poner en común más lo que nos une que lo que nos separa. Vamos a tener muchos focos sobre el modelo", ha añadido.
En ese sentido, el representante de Podemos no descarta "en absoluto" una moción de censura contra el presidente Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados. "El PP no hace política, hace negocios, y hay que echarlos para que se regeneren", asegura.
Además, García Molina ha vuelto a desmentir que el pacto castellano-manchego haya sido gestado en Madrid por los líderes nacionales de PSOE y Podemos, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, respectivamente: "No, en absoluto. Desmiento categóricamente que haya sido un pacto entre Pablo y Pedro. Este acuerdo se ha gestado en Castilla-La Mancha, aunque cuando surgió la primera conversación entre Emiliano y yo para este tema, lo primero que hice fue informar a Pablo y él, como es lógico, me dijo que explorara esa vía. Más allá de eso no ha habido otras intervenciones, ni por parte de Ferraz ni por la nuestra".
El enfado de los funcionarios y los sindicatos
Respecto a la polémica enmienda al presupuesto que privilegia a los funcionarios que son nombrados altos cargos políticos, al menos según los sindicatos, el líder de Podemos y profesor universitario explica: "El ejercicio de los que estamos en política se tiene que asemejar completamente al de los trabajadores públicos. Estar en política no puede suponer más privilegios, pero tampoco merma de derechos. Hay mucha gente que abandona su carrera profesional para entrar en política y cuando vuelve está en el mismo lugar del que se fue, no ha podido promocionar".
Sobre su situación personal, asegura: "Abandoné mi carrera docente, mis grupos de investigación consolidados y, seguramente, no lo voy a recuperar nunca. No me arrepiento de ello, pero lo normal es que la gente haga su carrera dentro de la idea de servicio público, esté donde esté".
Sin embargo, García Molina opina que "eso no es ningún privilegio". "Al contrario, porque si no modificamos la ley, al final, quien tenga una buena carrera profesional nunca va a venir a la política, o si viene querrá quedarse para siempre, porque habrá perdido su carrera profesional", dice.
División interna
Por último, respecto a la complicada situación interna de Podemos en Castilla-La Mancha, el secretario regional de la formación morada responde, en referencia a la dimisión en bloque del Consejo Ciudadano de Ciudad Real por desencuentros con la dirección: "En Podemos la puerta siempre ha estado abierta para entrar y para salir. Muchos han ido y venido y yo respeto todas las opiniones. Creo en la riqueza de la diversidad, pero siempre pregunto a la gente que se queja: ¿Tú qué has hecho para que el partido sea mejor?".
Sobre su relación con el que hasta ahora ha sido su único compañero de bancada en las Cortes regionales, el anticapitalista David Llorente, García Molina reconoce que no hay sintonía personal entre ambos: "Nos hablamos en lo político, que es lo importante". "No es cierto que en Podemos quien se mueve no salga en la foto. David Llorente es diputado, dice lo que cree que quiere decir, y es evidente que tenemos opiniones distintas", añade.
¿Afectará esta división interna en los próximos resultados electorales? "A mí me gustaría que hubiera menos ruido y que las cosas se decidieran en los órganos del partido, desde la pluralidad, y no en debates en la prensa", responde García Molina, que sobre la agresión sufrida por otro de sus compañeros críticos, el toledano Fernando Barredo, prefiere no entrar en detalles: "Acusar a Podemos de matonismo está fuera de lugar. Hay una investigación policial abierta y hasta entonces prefiero ser prudente".