El fin de la Transición
Las cuatro principales figuras de la Transición fueron Torcuato Fernández Miranda, Manuel Fraga, Carlos Arias Navarro y Adolfo Suárez, sin olvidar al Rey Juan Carlos.
Los cuatro fueron hombres del régimen, los cuatro franquistas. El nombre de Carlos Arias ya ha sido borrado del Ayuntamiento de Madrid, al resto le quedan pocos años de reconocimiento.
La transición no fue más que el pacto de fuerzas de la oposición en el exterior, con apoyo internacional, principalmente EEUU, con fuerzas del propio régimen franquista para la transición democrática.
En ese pacto se conciliarían, teóricamente, las dos Españas en un sistema democrático a la europea. Se respetaría a los dos bandos en una nueva España.
Eso es lo que creyeron los que hicieron la transición del bando nacional. Todo eso fue un engaño a la vista de los hechos.
La profanación del General Franco y el cuestionamiento de base de la propia transición hacen saltar por los aires toda su concepción.
Pedro Sánchez, el que dinamitó el PSOE de Felipe González, ese PSOE que también fue parte de esa transición, será el se cargue la transición junto a Podemos y separatistas.
El respeto por el pasado era una pieza clave para construir la democracia.
Jamás Adolfo Suárez , a pesar de los pesares, concebiría que se hiciera lo que se pretende hacer con el General Franco y la Basílica del Valle.
El fin de la transición y su reforma es ya un hecho.
A modo de recordatorio pongo la opinión de Adolfo Suárez, secretario general del Movimiento, sobre Franco, las opiniones del resto, incluido el Rey Juan Carlos, eran similares, sólo hay que mirar la hemeroteca.
Adolfo Suárez, a la muerte de Franco, se pronunciaba así: “El paso de los siglos no borrará el eco de su nombre, unido siempre al recuerdo de una justicia social y un progreso como nunca antes conociera nuestra patria. Con él logró España ser una, grande y sobre todo libre de cualesquiera fuerzas extrañas a sus propios designios. La obra de Franco perdurará a través de las generaciones” (El Alcázar, 21 de Noviembre de 1975).
Antes del referéndum de 15 de Diciembre de 1978, convocado para aprobar la Constitución, Adolfo Suárez dirigiéndose sin duda al franquismo sociológico, habló así: “No ignoramos nuestro inmediato pasado, el construido por la excepcional figura de Franco, (y lo) asumimos con responsabilidad y recogemos su herencia para perfeccionarla”.