Un escalofrío recorre a los dirigentes y militantes del PSOE cada vez que se publica una encuesta que no sea la del CIS de Tezanos. Este lunes se han desayunado con dos sondeos electorales que dejan pocas dudas sobre la intención de voto de los españoles ya que en uno de los casos sitúan a la derecha al borde de la mayoría absoluta y en el otro, más radical, auguran que los socialistas no ganarán ni en una sola de las provincias del país. La ola azul parece trocar en tsunami y el PSOE de Emiliano García-Page tiene el reto ante sí de pararlo en Castilla-La Mancha
Por primera vez el barómetro de El País ha arrojado un resultado que sitúa al PP por encima del PSOE y al conjunto de PP y Vox al borde de la mayoría absoluta. Deduce de ello el periódico madrileño que "el arrollador triunfo en las elecciones andaluzas ha proporcionado más combustible al PP, que, por primera vez en este año, supera a los socialistas en intención de voto ante unas hipotéticas elecciones generales". Y además consideran que "el paulatino avance que vienen experimentando los populares tras el relevo de Pablo Casado por Alberto Núñez Feijóo arrastra como efecto secundario una tendencia a la baja de Vox".
El sondeo de OK Diario pone las cosas más difíciles aún al PSOE ya que augura que los socialistas no ganarían en ninguna de las 52 provincias españolas en unas elecciones generales. Especialmente sangrante sería el caso de algunas provincias en las que Vox lograría mejor resultado que el PSOE, entre ellas dos de Castilla-La Mancha: Toledo y Guadalajara. Según el citado diario digital, de celebrarse hoy las elecciones, el PP conquistaría 134 escaños, Vox sumaría 63 y, junto a los dos que alcanzaría Navarra +, conseguirían 199 diputados y se situarían a sólo tres "de la histórica mayoría absoluta que alcanzó el PSOE de Felipe González en 1982 (202 escaños)".
Pero hablamos de elecciones generales. En unas declaraciones recientes de Narciso Michavila, el rey de las encuestas decía que lo más probable es que en las elecciones autonómicas del próximo año la mayoría de los que ganaron en 2019 y gobiernan ahora volverán a ganar en 2023 por efecto del trabajo desarrollado durante la crisis sanitaria y económica producida por la pandemia del Covid-19. El propio Michavila es autor de una encuesta encargada por el PSOE de Castilla-La Mancha que le sigue dando una holgada mayoría absoluta. Es decir, que igual que no se puede extrapolar a las autonómicas de Castilla-La Mancha el resultado de las elecciones de Madrid o Andalucía, mucho menos debe hacerse en el caso de las encuestas de las generales. De hecho, en Castilla-La Mancha lo habitual viene siendo que el PSOE gane las autonómicas y el PP las generales.
El PP de Paco Núñez también maneja sus propios sondeos, además de los resultados de los estudios demoscópicos que realiza el partido a nivel nacional, que les dicen que hoy no ganarían las elecciones en Castilla-La Mancha pero podrían gobernar con el apoyo de Vox.
Aunque las encuestas y los resultados de otras regiones no deban extrapolarse, sirven sin embargo para influir en los electores y en el ánimo de los partidos. La cuestión en Castilla-La Mancha es saber si el efecto Page será suficiente para contener la ola azul que se augura en otros ámbitos y si la figura del político toledano, cada vez menos identificado con Pedro Sánchez, es suficiente para contrarrestar los efectos psicológicos y ambientales de las encuestas y de los negativos resultados que ha cosechado el PSOE en las últimas convocatorias electorales.