La utilidad de Cs-CLM: Pactar con Page y apalearle a la vez
Comentaba ayer Vicente Vallés la afirmación de Inés Arrimadas de que “Ciudadanos tiene que ser un partido útil, que por eso negocia los Presupuestos con el Gobierno”, y al hilo de ello el periodista de Antena3 reflexionaba sobre el concepto de utilidad en política diciendo que es versátil: “Pero en este caso, lo importante sería saber qué tipo de partido útil desean aquellos que votaron a Ciudadanos y dejaron de hacerlo, y aquellos que nunca han votado a Ciudadanos pero podrían planteárselo”.
El grupo parlamentario de Cs en las Cortes de Castilla-La Mancha también pretende que su política sea útil para nuestra Comunidad autónoma y que esa utilidad revierta en el partido en forma de votos. Quizá les sea difícil mantener los cuatro diputados actuales en las autonómicas de 2023, pero lo intentan.
¿Y cómo lo hacen? De forma similar a como actúa el partido en el resto de España, tratando de posicionarse en el centro con pactos a derecha e izquierda, aunque Arrimadas haya causado perplejidad en sus votantes llevando los acuerdos con Pedro Sánchez más allá de lo que muchos consideran aceptable, entre ellos el exdiputado por Toledo y cofundador de Cs Juan Carlos Girauta. En CLM tienen pactos suscritos en ayuntamientos con PSOE y PP, con el primero en algunas de las principales ciudades de la región, por lo que dichos pactos han favorecido sobre todo a los socialistas. En las Cortes han pactado también con el PSOE propuestas importantes como el plan de recuperación de Castilla-La Mancha y han hecho pinza con este partido para dejar fuera de los pactos, e incluso de las conversaciones, al PP. Aunque han dado también alguna alegría a los "populares", el balance general de apoyos de Cs en las Cortes está favoreciendo más al PSOE.
Sin embargo, pocos diputados están siendo tan duros a la hora de criticar al Gobierno de Page, y al propio Page, como los cuatro diputados del partido naranja. Sin excepción. En cada sesión del pleno de las Cortes sale alguno de ellos para cantarle las cuarenta al Ejecutivo. También le critica el PP, y con más intensidad probablemente, pero es lo que hacen continuamente en su calidad de partido de la oposición. En el caso de Cs las críticas son más llamativas porque provienen de un grupo parlamentario que apalea a Page a la vez que pacta con él asuntos fundamentales. Esa quizá sea la esencia de la política.
Ayer, sin ir más lejos, la portavoz regional de Cs, la albaceteña Carmen Picazo, afirmó sin ninguna misericordia que “la comunidad educativa se siente abandonada por la administración” ante la falta de “un plan sólido” del Gobierno de García-Page para garantizar un inicio de curso seguro. Y a continuación calificó a Page de arrogante, inactivo y proclive al autobombo, pidiéndole que “deje de buscar excusas y enemigos”.
Animó a Page y a la consejera de Educación a que “salgan de la moqueta del despacho y empiecen a pisar la calle, y entonces sabrán lo que los castellano-manchegos piensan sobre la gestión de su gobierno”. En este sentido, lamentó que “precisamente ahora que las familias y los trabajadores de los centros educativos necesitan seguridad, confianza y certidumbre, lo que encuentran es falta de liderazgo y de planificación”.
Dijo más cosas en contra e hizo propuestas ante la calamitosa situación que dibujó en su discurso sobre el arranque del curso escolar. Pero en el PSOE lo han dejado estar, no como cuando las críticas proceden de los dirigentes del PP. Son conscientes de que una cosa es lo que dicen en Ciudadanos y otra lo que hacen. Hoy por hoy Cs-CLM es sin duda útil a la región. Y al PSOE, que sabe aprovechar las circunstancias de forma extraordinaria.