El prófugo, ¿nace o se hace? ¿Puigdemont nació prófugo o decisiones propias y otras ajenas lo convirtieron en prófugo? Un tertuliano habitual de los medios de derechas, que son muchos, estaría recopilando información para escribir una biografía no autorizada del personaje. Según avanzó en una de las tertulias en la que fue presentado como un experto en "Comportamiento Holístico Conductual", el Sr. Puigdemont desde la infancia manifestó una cierta inclinación a huir de los lugares en los que estaba. Desde el salón de la vivienda, aun a gatas, se iba hacia la puerta de la calle con intención de traspasarla. Más tarde, con 12 años, se introdujo en la casa de unos vecinos, se apoderó del mando de la televisión, y amenazó con no salir ni dejar el mando de la tele, sí su madre no se comprometía firmemente a no llevarlo al colegio al día siguiente. Estos gestos, según el experto tertuliano, ofrecen el perfil precoz de una inclinación caracterológica hacia la huida. Y serviría para acercarse, no para entender, lo que sucede en los momentos actuales en la política española. Unos fenómenos sicosociales paranormales que deberán ser estudiados en el futuro.
Otro tertuliano, se supone de izquierdas, ha sostenido en los medios menos de derechas, pocos, que realmente a Puigdemont lo convirtieron en prófugo sus propios errores en Cataluña y los errores más gruesos aún del gobierno del Sr. Rajoy y la jaleada viceministra, Sra. Sáenz de Santamaría, con su decisión de aplicar el artículo 155 de la Constitución. Una solución que reclama con apremio para Cataluña el ultraderechista Vox, socio preferente del PP, aunque el Sr. Feijoó quiera silenciarlo. Afortunadamente el PP dispone de líderes lúcidos, como el Sr. Aznar o la Sra. Ayuso, que contradicen los silencios tácticos del Sr. Feijoó.
El Sr. Puigdemont, de quien depende la gobernación entera de la nación, huyó de España encerrado en la parte trasera de un automóvil. Se refugió en uno de los países de la Unión Europea a la que pertenece de pleno derecho España. Un prófugo de un país europeo a otro país europeo no debería suponer ningún problema en la devolución. Por lo comprobado, hasta el momento, las cosas no están siendo así. Resulta además que en algún punto de la huida se le localizó en un país distinto al que había huido y tan poco resultó posible que fuera extraditado al país de la Unión Europea que lo reclamaba. Habrá que admitir que algo falla en alguno, o en todos, los lados de este embrollo.
Desde el territorio europeo, a donde volvió a refugiarse, se presentó por España al Parlamento Europeo. Salió elegido eurodiputado, En España se puede elegir al Parlamento Europeo a personajes como Ruiz Mateos o cualquier otro. Nominado eurodiputado adquirió las protecciones inherentes al cargo. La inmunidad parlamentaria le sería retirada posteriormente, pero sin embargo, el país en el que se refugió previamente no encuentra soluciones –sí es que las busca- para entregar al prófugo al país reclamante. Más tarde su organización partidaria se presentaría a las elecciones generales de España y, por ironías de la historia, el partido que él controla será decisivo para formar el gobierno del país del que huyó. Deberíamos considerar de nuevo la sorpresa que esta situación causa, sino fuera porque las reacciones de las derechas y otros allegados del país de origen del prófugo están siendo igual de extraordinarias que las del huido Puigdemont. Esta historia abreviada nos asemeja a un país de loco. O para decirlo de manera más culta, España sería un territorio adscrito al surrealismo mágico. Aunque no es de extrañar si recordamos que en el siglo XVI Cervantes situó a un imaginario personaje loco en los lugares surrealistas de La Mancha.