Construido originalmente como una alcazaba musulmana y después poseído por los templarios, el castillo de Montalbán presenta tal robustez que no se tienen evidencias de que alguna vez fuera atacado. Su visita es una oportunidad para conocer un castillo defensivo en su significado más literal. Alzado sobre un lugar cortado a pico por el tajo del río Torcón, sólo presenta defensas en su lado sur, el único atacable: foso, torreón semicircular almenado y con saeteras, barbacana exterior y aspilleras. En el interior, se encuentran restos de la alcazaba musulmana original, mucho más pequeña, así como dos cisternas subterráneas. En algunas ocasiones fue propiedad de la realeza y en otras muchas, de la nobleza.