España cuenta con más de 10.000 castillos y fortalezas repartidos a lo largo y ancho de su geografía entre los que es posible encontrar algunos de los castillos mejor conservados y más bonitos de nuestro país, pero también otras muchas joyas del pasado que aún es posible disfrutar en la actualidad.
Castillos de diferentes épocas, ubicados en lo alto de pueblos medievales, con diferentes estilos arquitectónicos, amurallados o de carácter palaciego, que también han resistido el paso del tiempo y de la historia y que aún en la actualidad continúan estando habitados, bien por sus actuales dueños o por los huéspedes que se animan a alojarse en los paradores que albergan en su interior. Algunos de ellos están abiertos además a las visitas guiadas e incluso a visitas teatralizadas. ¿A qué esperas para descubrirlos?
Estos son los castillos de España en los que aún vive gente
Castillo de Cardona (Cardona, Barcelona)
El Castillo de Cardona ubicado en la comarca de Bages (Barcelona), es uno de los castillos más bonitos de Cataluña. Una antigua fortaleza de origen medieval que comenzó a construirse hace nada menos que dos mil quinientos años y que fue la residencia de los señores de Cardona. Siglos y siglos se esconden detrás de la historia de este castillo tan bien conservado y de su impresionante conjunto arquitectónico. Todo ello unido a su ubicación espectacular en lo alto, la cual permite unas vistas espectaculares del pueblo y los extensos valles que lo rodean. Actualmente el castillo alberga el Parador de Cardona, por lo que es posible alojarse en él. Pero si la estancia está fuera de tus posibilidades, también podrás disfrutar de visitas guiadas e incluso teatralizadas, para poder acercarte a su historia.
Castillo de Santa Florentina (Barcelona)
El Castillo de Santa Florentina es una fortaleza construida sobre una antigua villa de la época romana, la cual fue en el pasado un núcleo urbano y zona de producción vinícola. Más tarde en el siglo XI el castillo se convirtió en una masía fortificada para combatir las incursiones piratas de la época. Es Ferrer de Canet quien obtiene el permiso para fortificar la casa con las dos torres de bella factura del portal medieval. Después a finales del siglo XIX, Ramón Montaner i Vila, propietario de la Domus e importante empresario del mundo editorial encarga a su sobrino Lluís Domènech i Montaner la restauración y ampliación de la Domus. En 1921 y con la muerte de Ramón Montaner, su hija Júlia, casada con el decorador Ricard de Capmany, hereda el castillo y actualmente, descendientes de la familia Capmany continúan viviendo en la Casa Fuerte. Un castillo que también se encuentra abierto a visitas ordinarias con audioguías y que también ofrece la posibilidad de ser visitado de forma privada.
Castillo de Las Caldas (Asturias)
El Castillo de Las Caldas, más conocido como el castillo de Priorio, se encuentra en la localidad asturiana de Las Caldas y a pocos kilómetros de Oviedo. Un castillo parcialmente camuflado por las enredaderas y la vegetación y en el que destacan sus dos torres altas almenadas. Un castillo edificado en el siglo XIX y a partir de las ruinas del original, el cual data de la época de Alfonso II. Después de caer en manos del obispo de Oviedo, sirvió también como refugio al noble Gonzalo Peláez. Un castillo marcado también por una leyenda, en este caso relacionada con una trágica historia de amor de la hija del señor de Priorio y dueño del castillo, con un paje. Según la historia, el señor de Priorio al enterarse del amorío, atacó por la espalda al paje, quien al tratar de defenderse mató a su amo. La hija al tras enterarse maldijo al amado por ello y este desesperado se tiró al río Gafo y murió golpeado por con una roca, en la que según dicen aún puede verse la mancha de sangre. Con el paso de los años y después de haber pasado por diferentes manos, el castillo actualmente está en manos de la familia Quijano Morenés y, salvo por invitación, no se encuentra abierto a visitas.
Castillo de Arteaga (Vizcaya)
Situado en el corazón de la reserva de Urdabai, es donde se encuentra este bello castillo de Arteaga. Una fortaleza que data del siglo XIII y de la que destaca su espectacular torre neogótica de piedra, caliza y mármol. Aunque en un principio estuvo formado por un torreón central y otras a los lados, en 1358 fue destruido por Pedro de Castilla. Cientos de años más tarde y concretamente en 1856 fue reconstruido por los arquitectos franceses Couverchef y Ancelet, quienes se inspiraron en la arquitectura gótica francesa. Actualmente es un castillo habilitado para uso hostelero y además también ofrece la opción de alojarse en cualquiera de sus impresionantes habitaciones. Todo ello en un entorno en el que se ha sabido mantener la elegancia de sus características originales.
Castillo de Montsonís (Lleida)
Este castillo comenzó siendo un enclave militar de frontera dependiente de Arnau Mir de Tost y fue construido en el año 1024 por orden del Conde de Urgell, Ermengol II. Todo con el fin de proteger las tierras conquistadas a los musulmanes y de asegurar una rápida repoblación con los cristianos procedentes de Cataluña. A lo largo de la historia también ha ido pasando en manos de diferentes linajes y actualmente se trata de un castillo habitado y con algunas de sus habitaciones de uso privado. De esta fortaleza también hay que destacar las magníficas vistas que ofrece desde su torre del homenaje al pueblo desde su parte alta y a las tierras fértiles que lo rodean. También se encuentra abierto a las visitas guiadas.
Castillo de la Suda (Tarragona)
Esta imponente fortaleza ubicada en Tortosa y de origen musulmán, se eleva sobre un pequeño montículo a orillas del río Ebro. Una ubicación privilegiada sobre la ciudad antigua de Tortosa y un castillo que actualmente está catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional. Destaca además por sus numerosas torres defensivas de diferentes formas, sus impresionantes vistas sobre la ciudad y el valle del Ebro y también por su construcción, la cual data del siglo X y bajo el califato de Abderramán III, sobre una antigua acrópolis romana. A lo largo de los siglos XV y XVII fue adaptándose a las nuevas necesidades defensivas militares, añadiéndose varios fortines. A pesar de que los años de abandono y los destrozos de las guerras lo dejaron en ruinas, pudo ser restaurado y reconstruido a comienzos de los años 80 y actualmente es posible descansar en alguna de las habitaciones del parador nacional de turismo que alberga en su interior.
Castillo de Sigüenza (Guadalajara)
Situado al norte de la provincia de Guadalajara, el Castillo de Sigüenza es otro de los castillos, con parador nacional incluido, en los que aún es posible vivir. Un castillo construido casi en su totalidad con piedras extraídas de las zonas cercanas y ubicado en un pequeño montículo cerca de la localidad de Sigüenza rodeado por un entorno natural único. Los inicios de su construcción se remontan al año 1123 y se cree que se realizaron sobre una fortaleza árabe anterior más modesta, con el fin de servir como palacio-fortaleza y residencia de los obispos que en el pasado fueron señores de la ciudad. Lugar también de paso de reyes y príncipes, objeto de asedio en guerras recientes, cuartel y también testigo y víctima de la Guerra Civil española. Actualmente el castillo ha podido ser restaurado y recuperado como parador y es posible acceder al Parador de Turismo y visitar el interior y exterior del castillo a excepción de la zona de habitaciones destinadas a clientes alojados.
Castillo de Oropesa (Toledo)
El Castillo de Oropesa también cuenta con gente viviendo en su interior y concretamente en su Parador Nacional. Una fortaleza erigida sobre una antigua fortaleza romana por los árabes y convertida entre los siglos XII y XIII en un castillo viejo, sobre el que en el siglo XV se construiría el castillo nuevo. Un castillo en el que destaca una gran plaza, un antiguo patio de armas y una imponente torre del homenaje de cinco plantas y rematada por garifas defensivas con saeteras y almenas para armas de diferentes tipos. Actualmente el castillo es propiedad del Ayuntamiento de Oropesa y también puede visitarse.