La UCLM participa en el desarrollo de un supermaterial más fuerte y ligero que el acero
Se trata del buckypaper y será clave en sectores como la aeronáutica o la automoción.
22 febrero, 2022 12:04La Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) y la Fundación Tecnalia están colaborando en la optimización del buckypaper, el supermaterial fabricado con nanotubos de carbono con propiedades excepcionales que supondrá un cambio de paradigma en las industrias aeronáutica, automovilística o naval, entre otras.
El buckypaper es más fuerte y ligero que el acero y se presenta como el supermaterial del futuro para sectores como la aeronáutica o la automoción. A estas características se suma la de la sostenibilidad, ya que el buckypaper se perfila como un excelente sustituto de los materiales metálicos, lo que implicaría una reducción de emisiones del CO2.
Así, la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha entrado en la carrera hacia la optimización de este nuevo material en un acuerdo de colaboración con el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) y la Fundación Tecnalia, uno de los mayores centros de investigación aplicada y desarrollo tecnológico de España, que ha diseñado y construido una planta piloto en San Sebastián para fabricar este material compuesto denominado buckypaper.
Concretamente, desde la Universidad regional se han implicado en el proyecto los investigadores del Grupo de Mecánica de los Medios Continuos, Ingeniería de Estructuras y de Materiales (COMES) Juan José López Cela y Juan Luis Martínez Vicente. Este último explica que su misión en el equipo consiste en realizar la monitorización multiaxial de materiales mediante el uso a modo de sensor de los buckypapers.
“Comportamiento complejo”
“El comportamiento de los nanomateriales es complejo, la industrialización de productos basados en estos materiales presenta algunas dificultades que obligan a que sean validados experimentalmente en mayor profundidad que los usados en otras tecnologías convencionales”, explica Martínez Vicente.
El investigador abunda en las potencialidades de estos nuevos materiales, que supondrán un cambio de paradigma en la industria, en la sostenibilidad ambiental e incluso en la vida cotidiana. “Ya no nos conformamos con diseñar y fabricar nuevos materiales que sean más resistentes o más ligeros, sino que también queremos que nos faciliten información sobre su comportamiento en servicio, su salud estructural y sus necesidades de mantenimiento, lo que nos permitirá mitigar las repercusiones ambientales que conllevan su aplicación en cualquier industria”, señala.
Esto es posible en la aplicación del buckypaper como sensor, que es lo que está testando el equipo de la UCLM en laboratorio, y que posibilitará avances como “que el material con el que está construido un avión, por ejemplo, informe en tiempo real de la aparición de un daño en su estructura, como una grieta”. Juan Luis Martínez Vicente afirma que en un futuro no muy lejano estos materiales podrán incluso autorrepararse en el momento en que detecten alguna incidencia.
Una vez que los investigadores de la UCLM aporten sus resultados de laboratorio, el INTA se encargará de la fase de experimentación en un contexto controlado, por ejemplo, en aviones no tripulados. Con el trabajo conjunto de la Universidad regional, el INTA y la Fundación podría comenzar la industrialización por parte de esta última.
En opinión del investigador de la UCLM, este proyecto destaca especialmente por aglutinar el trabajo colaborativo de tres instituciones de diferente naturaleza: una universidad pública, un organismo público de investigación como es el INTA y una fundación privada sin ánimo de lucro dedicada a la investigación aplicada y el desarrollo tecnológico.