Íker Jiménez llama la atención sobre unos fenómenos que le aterran y no son tan extraños
El periodista Íker Jiménez es célebre por su programa Cuarto Milenio, en el que explora lo desconocido y utiliza el periodismo de investigación para aportar luz a fenómenos extraños que a menudo sobrecogen a su audiencia. Sin embargo, en esta ocasión es él quien ha salido a la palestra, o a Twitter que es donde se lleva ahora, para denunciar unos hechos que a juicio por sus reflexiones le aterran.
Se trata de los crímenes violentos que cada vez proliferan más en los telediarios y que, en la vida real, también se producen. De hecho, el presentador ha acudido a dos ejemplos personales, muy cercanos, para dejar patente que su temor no lo inspiran las noticias de los medios, sino lo que está sucediendo en la propia calle.
"Soy periodista pero ver las noticias, o algunas noticias, empiezo a pensar que afecta a la salud. Cuando coinciden varios asesinatos a sangre fría, manadas, espadazos, palizas,empujones a las vías...uno reflexiona. Y piensa en que esto es un delirio", ha comenzado el presentador. Íker Jiménez ha proseguido su exposición indicando que "no sé por qué pero hay miedo a hablar de las cosas. Una sensación como de que no hay que alarmar. ¿Cómo que no hay que alarmar? ¿ No hay que alarmar a la buena gente? Si de eso depende que solo una persona evite una situación de peligro, ya habrá merecido la pena".
Yendo a su plano más personal, ha revelado que "tengo un amigo policía que está viviendo un calvario... Una persona excelente, servicial, con varias condecoraciones al valor. Hace un tiempo se enfrentó a un tipo peligroso, multireincidente, dispuesto a provocar una desgracia en plena calle. Lo retuvo jugándose la vida y a partir de ahí todo problemas. Como si él fuese el peligro".
Del mismo modo, también ha acudido a otro ejemplo para demostrar que no se trata de hechos aislados, ya que "hace escasas horas otra persona cercana, en su coche, y tres indeseables que le abordan, que le intentan abrir el coche, para robarle, o secuestrarle, en plena calle en pleno Madrid a las diez de la noche. Con chulería e impunidad. ¿Pero esto qué es? ¿ Pero qué broma es esta?".