Habrá Clásico en la final de la Supercopa de España. Era lo que Arabia Saudí quería y es lo que el público asiático tendrá el próximo domingo en el estadio Al-Awwal de Riad. Real Madrid y Fútbol Club Barcelona se verán las caras en un partido que promete emociones fuertes y que decidirá un título en mitad de la temporada. 

Ni los blancos ni los culés salvarán el curso por añadir una Supercopa más a sus vitrinas, eso está meridianamente claro, pero desde luego que la final toma un cariz muy diferente cuando es el eterno rival el que está enfrente. Quien pierda quedará como un gran señalado, mientras que el que gane recibirá una gran inyección de moral que puede marcar el resto de la campaña.

Los estados de forma y de ánimo de uno y otro equipo son completamente opuestos. Mientras que el Real Madrid llega como se dice coloquialmente 'con la flecha para arriba', el Barça está en un momento muy diferente, sumido en una especie de depresión que como mucho le deja sacar adelante los partidos a duras penas. 

Los futbolistas del Real Madrid celebran el cuarto gol en la prórroga ante el Atlético. REUTERS

Eso mismo fue lo que se vio en las respectivas semifinales que jugaron unos y otros. Los de Ancelotti ofrecieron un espectáculo en su enfrentamiento ante el Atlético de Madrid, matando el choque en el momento justo, mientras que los de Xavi Hernández ofrecieron una versión mucho más discreta ante Osasuna aunque no tuvieran que ir a la prórroga.

Las dudas del Barcelona

Casi con la cabeza gacha y de puntillas llega el FC Barcelona a la final de la Supercopa. El único motivo que tienen los de Xavi Hernández para sacar pecho antes de medirse al Real Madrid es el de presumir de ser los actuales campeones de la competición, así que lucharán para defender su corona.

14 Supercopas de España acoge el palmarés de la entidad culé, más que ninguno de los otros cuatro equipos que se han dado cita en la competición, así que el Barcelona quiere seguir siendo el rey de todo este 'negocio'. Están, en el mejor de los escenarios, a tan sólo 90 minutos de conseguirlo.

[¿Por qué no se emiten los audios del VAR sobre la polémica en el gol de Lewandowski a Osasuna?]

No es, sin embargo, el mejor escenario para el Barça. Este 2024 no ha despejado las dudas con las que cerró el año anterior el equipo de Xavi Hernández. De hecho, se puede decir que incluso las ha hecho todavía un poco más grandes porque pese a que los tres partidos los cuenta por victorias, todas han tenido más sombras que luces. 

Los culés vencieron en Las Palmas en el primer partido del nuevo año de manera casi milagrosa. Un discutido penalti ya con el tiempo cumplido y posteriormente transformado por Gündogan libró un empate que hubiera sido desastroso en una Liga que ya de por sí está siendo muy discreta. 

Los jugadores del Barça celebran el gol de Lewandowski REUTERS

Los azulgranas tenían una oportunidad de oro en la Copa del Rey para resarcirse y quitarse de encima todas las malas sensaciones. El Barbastro, un débil rival de Segunda RFEF, cuatro categorías por debajo, podría haber sido algo parecido a un 'sparring' para golear, pero se convirtió en una trampa. El Barça encarilló el partido pero terminó pidiendo la hora. Se quedó cerca de protagonizar un bochorno de dimensiones mayúsculas. 

Por eso llegaba con tantas dudas el Barcelona a esta Supercopa de España. Osasuna se presentaba como un hueso duro de roer que podría agravar la crisis culé. No fue así, porque la moneda cayó del lado catalán, pero lo que se vio sobre el terreno de juego distó mucho de apagar el fuego que ya está encendido en torno a la figura de Xavi Hernández. Una actuación más que discreta y un pase con polémica para medirse al Real Madrid.

El Madrid, favorito

Los tópicos dicen que en un Clásico nunca hay favoritos y que las fuerzas se igualan, pero en honor a la verdad si en la previa hay alguien que parece tener muchas más opciones de llevarse la victoria en este partido ese es el Real Madrid.

El equipo de Carlo Ancelotti es la cara opuesta de la moneda. Todo lo contrario a lo que ahora mismo refleja el Barça. Un equipo confiado, conocedor de sus capacidades y con futbolistas en un gran estado de forma. Al fin y al cabo, una gran racha de resultados y un gran momento de juego que le ponen en ventaja. 

Vinicius y Samu Lino se piden disculpas tras una acción. REUTERS

El Real Madrid ofreció puro espectáculo en su semifinal contra el Atlético de Madrid. Tuvo que recurrir a la prórroga para doblegar a su rival en el derbi, es cierto, pero el nivel de juego demostrado, en comparación con el del Barça, estuvo varios escalones por encima.

En el primer cara a cara de la temporada los merengues ya le mojaron la oreja a su eterno rival y además a domicilio. Bellingham goleó por partida doble y dejó a los de Xavi estupefactos, así que el Barça ya sabe lo que es sufrir esta misma temporada ante el Real Madrid.