Los jugadores de fútbol de élite, además de ser deportistas reconocidos y admirados en todo el mundo con unos salarios envidiables, también son personas que ríen o lloran en su día a día. Eso lo dejó muy claro Fede Valverde, el jugador del Real Madrid, que en una entrevista íntima con The Players Tribune dejó ver su lado más humano y de manera muy directa.
El uruguayo repasó especialmente lo mal que lo pasó con el nacimiento de su segundo hijo, Bautista. El embarazo fue de lo más complicado y durante un tiempo vivió en vilo pensando en que todo podría salir mal y torcerse, tal y como le comentaron los médicos.
Precisamente relacionado con este episodio se vivió una gran polémica la temporada pasada en el partido que enfrentó al Real Madrid y al Villarreal en el Santiago Bernabéu. El uruguayo se enzarzó con Baena en la zona del parking después de quejarse que el futbolista del Villarreal le hubiera dicho algo sobre su segundo hijo en el césped.
"En una cancha de fútbol puedes decirme lo que quieras y no me va a molestar. ¡Por Dios, soy uruguayo! Pero hay ciertas líneas que no hay que cruzar, ya no como futbolista, sino como ser humano", alegó el sudamericano en relación a este incidente con Baena que tanta polémica generó.
"¿Tendría que haber reaccionado? Quizás no. Quizás debería haber vuelto a casa a comer una hamburguesa con mi hijo, a comerme unos nuggets y a ver los dibujos, pero soy un ser humano y a veces tienes que saber plantarte por ti y por tu familia", espetó el centrocampista.
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Valverde no tuvo problemas en reconocer abiertamente lo que sucedió durante aquel segundo embarazo de su mujer: "Un día mi mujer fue a ver a su médico y allí el mundo se nos vino abajo. El doctor nos dijo que el embarazo estaba en un muy alto riesgo y que había apenas una pequeña posibilidad de que mi hijo sobreviviera si el embarazo continuaba", contó en un desgarrador testimonio.
"Mi esposa estaba sufriendo física y psicológicamente y como que me apagué. Soy alguien que suele guardarse todo. No quiero que nadie me vea llorar nunca, ni siquiera mi familia", argumentó el madridista. Por suerte todo salió bien y el día del parto vivió uno de los días más felices de su vida.
Pasar a ser profesional
Fede Valverde hizo un repaso por los primeros años de su vida y confesó todos los problemas que atravesó una familia humilde como la suya. Puso en valor los constantes sacrificios de sus padres para darle lo mejor que podían y el apoyo que también le brindaron en el fútbol.
Cuando pasó a saber que se iba a poder ganar la vida con el deporte, su personalidad cambió: "A través del fútbol pude cambiar la situación de mi familia, pero lamentablemente también me cambió a mí. Cuando me convertí en profesional en Peñarol a los 16 años, me creía Dios. No sé si la gente puede llegar a entender lo que significa pasar de no ser nadie a de repente que los adultos se acerquen porque quieren una foto. Recibes mensajes de chicas que la semana anterior ni siquiera te miraban y todos quieren ser tus amigos".
Su padre, sin embargo, siempre trató de mantenerle fiel a sus principios: "Recuerdo a mi papá diciéndome: '¿Por qué no te ves con tal y tal? ¿Qué te pasa? ¡Este es tu amigo desde que jugabais juntos en la calle, anda pa'llá'", dijo el futbolista del Real Madrid, que reconoció ser un "maleducado" en aquella época.
Una vez fue fichado por el Real Madrid, recuerdo sus primeros días en el filial: "Todos empiezan a irse a las duchas y veo calzoncillos de Gucci. ¡Calzones Gucci, carajo! ¿Cuánto puede costar algo así?", comentó entre risas. "Lo único que pensaba era: 'Espero que los míos no tengan agujeros'. Nunca me sentí tan chiquitito", prosiguió con la broma.