Se acerca el momento de ver a Arda Güler (Altındağ, Turquía; 2005) en un partido con el Real Madrid. Hasta ahora se ha limitado todo a lo que se ve en Valdebebas, que pinta muy bien, dicen; pero el aficionado madridista tiene ganas de observar de cerca al turco de 18 años fichado el pasado verano y que, por las lesiones, ha sido hasta ahora imposible.
Carlo Ancelotti confirmó este sábado que estará en la convocatoria para el partido contra el Rayo Vallecano. Güler está recuperado de su última lesión, en el músculo recto anterior izquierdo, que sufrió en los últimos instantes de un entrenamiento a finales de septiembre, cuando entonces ya estaba preparado para entrar en su primera lista y tener minutos contra Las Palmas.
La carga del trabajo y el estrés llevaron a Güler a sufrir una inoportuna lesión cuando ya había dejado atrás el drama de la lesión de menisco sufrida en pretemporada. Una lesión mucho más seria que le impidió participar en la gira veraniega y, tras pasar por quirófano, le ha mantenido, con ayuda de esa segunda lesión, en la nevera hasta ahora. Cuatro meses después, Arda está listo y no es el mismo Arda que llegó a Madrid.
El fichaje de Güler pilló a muchos por sorpresa, si bien en el club le venían siguiendo desde hacía tiempo. Cuando aterrizó, su aspecto juvenil y su físico delgado denotaban que todavía tenía que desarrollarse. Antonio Pintus, al frente de la preparación física del primer equipo, se puso manos a la obra.
A día de hoy, Arda Güler ya tiene una potencia física mucho mayor a la que presentaba en su día. Tantas horas de recuperación y fortalecimiento en el gimnasio surtieron efecto, visualizándose los resultados especialmente en su tren inferior. Era la meta fijada en el club para un joven jugador que prendó en poco tiempo a Ancelotti y varios pesos pesados del vestuario, como Kroos, con su enorme talento.
Minutos contra Rayo o Braga
Ahora ya está listo y si sus primeros minutos no son ante el Rayo, probablemente sean ante el Sporting de Braga la próxima semana. Arda Güler y el Madrid esperan que por fin pueda quitarse de encima la estela de mala suerte que le ha perseguido, aunque ha aprovechado el tiempo para transformarse.
Es la metamorfosis de Güler. El turco sale de la crisálida en la que se ha pasado los últimos meses y lo hace como un jugador renovado. Sin perder su esencia, claro, porque el Madrid sabe en qué tipos de jugadores hay que medir bien para que el desarrollo físico no entorpezca los arreones de magia. Vinicius y Rodrygo, que llegaron igual de delgados que Arda, si bien son jugadores diferentes a él, marcaban el camino a seguir.