En el último Clásico se volvió a ver el creciente pique que hay entre un vestuario y otro, copados ambos de jóvenes futbolistas con hambre de ser las siguientes estrellas del fútbol mundial. En enero, Ronald Araújo dio un grito de euforia tras ganar la Supercopa de España que caló en el vestuario del Real Madrid: "Empezó la nueva era". Vinicius, tras la victoria del pasado sábado en Montjuïc se cobró su venganza colgando en sus redes una foto con el mismo mensaje, pero en inglés ("new era").
El Real Madrid ha dado el paso para consolidar su nueva era. El pistoletazo de salida fue el anuncio de la renovación de Vinicius hasta 2027 y le seguirán varias más en los próximos días. La de Rodrygo, cuya oficialidad se espera para este jueves, será la siguiente. Luego vendrán las de Fede Valverde, Éder Militao y Eduardo Camavinga, estas todavía sin orden de fechas.
Cinco renovaciones de golpe. Todas ellas llevaban varios meses apalabradas, pactadas o cerradas, como se quiera decir. El Madrid las guardó a buen recaudo y ya ha empezado a sacarlas a la luz con las firmas de los respectivos contratos. El mensaje es claro: los jóvenes son ya el presente y su condición, a todos los niveles, es ya de jugadores de talla mundial.
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Vinicius acababa contrato en 2024, pero nunca hubo preocupación en cuanto a su situación. El Madrid hacía tiempo que le ofreció la renovación, en la que incluso se valoró un año más (hasta 2028), y el deseo del jugador era seguir. El brasileño, que desde verano luce el '7', lo dejó claro en unas declaraciones a comienzos del mes de octubre:" "Quiero estar aquí toda la vida".
La renovación de Vinicius viene con una subida de sueldo acorde a la progresión demostrada desde que llegó a Madrid en 2018. Cobrará en torno a diez millones de euros netos, en el mismo escalón que Jude Bellingham, y solo superado -no por mucho- por veteranos como Toni Kroos, David Alaba y Luka Modric.
Con 23 años cumplidos el pasado 12 de julio y ese contrato que le blinda por otras tres temporadas más, además de la actual, Vinicius tiene tiempo de sobra para firmar nuevos acuerdos con el club que le harán ganar más. El Madrid le considera ya de los mejores del mundo desde hace años y le ven capaz de llegar a ser el número 1. Un reflejo es su escalada en las votaciones del Balón de Oro: en 2022 quedó octavo y en 2023, sexto.
Vinicius tiene a partir de ahora una cláusula de rescisión de 1.000 millones de euros. Un precio con el que el Madrid trata de alejar el dinero de los ricos de la Premier League y de la creciente liga de Arabia Saudí. Todo ellos, la continua ambición por ganar títulos y los intangibles que trae consigo el club blanco a nivel mediático y publicitario convencieron ciegamente al brasileño.
Otro gesto a tener en cuenta en este carrusel de renovaciones es que ha sido el Real Madrid el que se ha acercado a sus jóvenes para hablar de una mejora de contrato y no al contrario. El club recompensa el crecimiento de sus futbolistas con la camiseta blanca y ellos, que agradecen la confianza que depositó el Madrid cuando prácticamente eran juveniles, lo dejan en manos de unos entornos bastante sanos.
Con Rodrygo, Valverde, Militao y Camavinga, el Madrid seguirá la misma fórmula que con Vinicius: subida de sueldo -por debajo del '7' brasileño- y cláusula de 1.000 millones. La diferencia es que ellos firman por un año más, hasta 2028. Camavinga es otra excepción, firmando hasta 2029.
De tal modo, el Real Madrid ya tiene atado el bloque principal del equipo que viene tras la era gloriosa que tuvo referentes como Cristiano, Benzema, Ramos, Modric o Kroos. La mayoría de ellos ya no están o les queda poco en el equipo. La transición se hizo más dulce con jugadores como Courtois o Alaba, sobre todo con el levantamiento de La Decimocuarta, pero los mandos ya son, y tiene que ser así, de la generación de Vinicius.
Cuando todas las renovacion queden selladas por las firmas, el calendario de contratos quedará así: hasta 2027, Vinicius; hasta 2028, Rodrygo, Valverde, Militao y Tchouaméni (fichado en 2022); y hasta 2029, Bellingham, Camavinga y Arda Güler. Y siguiendo la pauta del Madrid de dar seis años en el primer contrato de sus promesas reclutadas, el brasileño Endrick firmará el próximo verano hasta 2030.
Un equipo para diez años
Es la otra gran obra del Madrid: un equipo formado por estrellas que fueron fichadas como promesas y entre los que, además, se extrapola la sintonía dentro del campo a fuera de él. No es raro ver a los jóvenes del equipo blanco compartir viajes en sus vacaciones o salir juntos de cena por la capital. Son una piña en la que todo el que llega cae de pie, como Bellingham, y que sabe que, si todo va bien, jugarán juntos durante los próximos diez años.
La misión del Madrid no ha acabado aquí, con la incesante búsqueda de talentos cada año. El nombre señalado para 2024, más allá de los recurrentes Mbappé y Haaland -que por edad, son de esa misma quinta-, es Alphonso Davies. El canadiense, que juega como lateral zurdo en el Bayern Múnich y nació en el 2000, como Vinicius y Tchouaméni, puede ser el siguiente en sumarse a la 'nueva era' merengue.