'Caza' a Vinicius... otra vez en un estadio de La Liga. El brasileño del Real Madrid se tuvo que enfrentar este domingo en el Benito Villamarín a una constante persecución por varios jugadores rivales, que se emplearon con dureza en su contra en varias jugadas. Solo un defensa del Betis se llevó amarilla, Sabaly, como el propio Vinicius.
Sobre el '20' del Real Madrid se encimaron el ya mencionado Sabaly, el argentino Germán Pezzella y Aitor Ruibal, quien pese a ser un jugador de ataque colaboró en la banda derecha verdiblanca para frenar a Vinicius. Los rivales saben que él es el mayor foco de peligro de los de Ancelotti, pero la sensación que volvió a dejar este partido es que todo vale para detenerle.
Vinicius recibió seis faltas contra el Betis. Su total en Liga es de 89 y sigue ampliando la ventaja como el jugador del campeonato que más acciones de este tipo sufre. El segundo es Isi Palazón, del Rayo, con 66 faltas. Aún así, los hay que le dejan de señalado tras partidos como este.
Ruibal, uno de sus 'perseguidores', dejó unas polémicas declaraciones en la zona mixta del Villamarín tras el 0-0. Apuntó con el dedo al brasileño por su actitud sobre el césped, una reflexión que recuerda a las de Iván Balliu (Rayo), Antonio Raíllo (Mallorca) o Iván Alejo (Cádiz), que de alguna manera también se las han visto con Vinicius y le han cosido a patadas.
"Al final es su juego. Tiene que asumir que le den patadas porque intenta regatear mucho", dijo. A lo que añadió sobre sus cruces con aficionados: "Yo creo que al final él también entra mucho en el juego con la afición. Hoy lo he visto de cerca, está todo el rato hablando con los aficionados y es normal que te insulten. Yo voy a los campos de otros equipos y te están los 90 minutos insultando. Es normal, al final la gente intenta desestabilizarte, a veces lo consiguen y a veces no".
La peligrosa entrada de Pezzella
Vinicius es el jugador que más genera en ataque en el Madrid y así fue este domingo. Siempre que puede encara y es respondido a golpes. El baremo para sancionar se pone a veces muy alto, algo que se comprobó con la patada -tardía, con los tacos por delante y directa al tobillo- de Pezzella al brasileño en los minutos finales del partido.
No se pitó falta, ya que Vinicius logró milagrosamente mantener el equilibrio y seguirla jugada en busca del gol. No llegó el tanto, como tampoco la amarilla que, como mínimo, debía haber guardado Soto Grado para Pezzella. El VAR, además, tampoco actuó ante la peligrosidad de una acción que podía conllevar la roja directa. Pezzella se libró y acabó el partido sin amonestación, a diferencia del delantero del Real Madrid.
Y Ruibal, además, se quejó
Se sigue sin castigar la 'caza' continua a Vinicius y se penalizan más sus rebeldías que los golpes que le llevan a eso. Un relato perdido, que lleva a situaciones increíbles de creer. El propio Ruibal protagonizó una de estas, aunque la víctima esta vez fue Camavinga y no el brasileño.
El carrilero bético se jugó la roja cuando, sin disputar el balón, golpeó intencionadamente con el brazo a Camavinga. Ocurrió en una contra de su equipo que, lógicamente, fue cortada. El VAR no revisó la acción, pero para Ruibal el foco fue otro: el árbitro se equivocó al parar una posible ocasión de gol, reclamó.
"Yo voy corriendo, él me intenta bloquear, yo no lo veo, intento esquivarlo, el árbitro decide que es falta, desde el VAR le dicen que es clarísimo y por eso paran la acción. Yo creo que en esas acciones deben dejar acabar las jugadas y luego revisarlas, pero todo el mundo se equivoca, es lo que hay", dijo. Ruibal se salvó de la expulsión, pero le supo a poco ante la barra libre que los jugadores madridistas vienen sufriendo esta temporada.