El FC Barcelona se llevó la victoria por la mínima en el duelo de ida de semifinales de la Copa del Rey frente al Real Madrid. El partido no fue especialmente vistoso y el Santiago Bernabéu se quedó con ganas de mucho más. Los blancos lo intentaron, pero no estuvieron finos ni en la definición ni tampoco en la toma de decisiones en el último tercio del campo.
Para colmo, el espíritu de remontada tan característico del coliseo blanco no apareció y el conjunto madridista tendrá que ir hasta Barcelona para buscar darle la vuelta a la eliminatoria. A pesar de que hubo poco fútbol, al menos ofensivo, sí hubo otros ingredientes que siempre se le presuponen a un Clásico.
Lo que no podía faltar eran la tensión, los piques y los encontronazos entre las estrellas del partido. Uno de los más comentados fue el que tuvieron Xavi Hernández y Dani Carvajal tras una acción entre el lateral blanco y Alejandro Balde. Sin embargo, no fue el único, ya que el duelo estuvo cargado de muchas jugadas de alto voltaje.
Una de ellas, y que ha sido muy comentada en todos los análisis postpartido, fue la tarjeta amarilla que vio Vinicius en el primer tiempo. El jugador del Real Madrid forcejeó por un balón con Frenkie de Jong. Ambos se agarraron hasta que cayeron al suelo. De hecho, parecía que el neerlandés cogía con más fuerza al brasileño, que se intentaba llevar la pelota. Sin embargo, Munuera Montero pitaba falta del jugador madridista.
La acción se agravó cuando el colegiado le mostraba la tarjeta amarilla a Vinicius. Una amonestación que podía condicionar su partido, ya que si los defensas del Barça le buscaban una y otra vez con faltas, agarrones y comentarios, él debía mantenerse frío y no entrar al trapo. O de lo contrario, vería una segunda tarjeta, se iría a la calle y se perdería el partido de vuelta.
El enfado de Vinicius
Vinicius, que no es un jugador precisamente frío precisamente, supo mantener las composturas a pesar de que protestó esa cartulina a Munuera Montero: "¡Si él hace falta primero! ¡Siempre lo mismo! ¡Tú! ¡Siempre lo mismo!". Así gritaba el brasileño mientras se desesperaba en el césped por una acción que consideraba totalmente injusta.
Este enfado de Vinicius provocó que otro jugador del Barça le tomara la matrícula. Se trataba de Gavi, otro habitual de los piques en cada partido del FC Barcelona. El centrocampista andaluz la tomó con el brasileño, con el que se pasó hablando todo el partido hasta llegar al punto de insultarle gravemente.
Las cámaras de Movistar recogieron unas imágenes realmente polémicas en las que se puede ver como Gavi se acerca a Vinicius, este intenta recibirle de manera amable y el centrocampista del FC Barcelona se aproxima a la oreja del brasileño, se tapa la boca para intentar ser cazado y le dice, con gesto desafiante, varias cosas al oído.
Sin embargo, la rabia que estaban sintiendo en ese momento le hizo tener un descuido y es que al distanciarse de su rival volvió a insultarse, pero esta vez sin la mano en la boca. De sus labios se pueden leer palabras como "hijo de puta", un insulto muy grave que hizo en la misma cara del futbolista del Real Madrid.
Vinicius, que ya tenía aquella tarjeta amarilla, supo controlarse y miró el jugador azulgrana con gesto de no entender muy bien a qué venía ese odio en ese momento del partido. De hecho, le hace un gesto con la mano que claramente le indicaba a Gavi que estaba totalmente fuera de lugar, a lo que el joven mediocentro respondió sacándole el dedo de nuevo desafiante. En la segunda mitad, ambos tuvieron otro encontronazo en un córner que terminó con el futbolista del Barça amonestado, lo que ayudó a calmar un poco los ánimos.