Hay estadios de fútbol en Europa con mucha historia y por la mayoría de ellos ha pasado el Real Madrid. El vigente campeón de la Champions League se ha enfrentado en partidos oficiales a 138 equipos diferentes del Viejo Continente, siendo el RB Leipzig el último en sumarse a la lista tras su paso por el Santiago Bernabéu. Este martes (21:00 horas) será la primera vez de los blancos en la casa del club alemán.
Leipzig es un territorio desconocido para el Real Madrid en sus 120 años de vida. Nunca ha jugado en dicha ciudad y, por ende, tampoco lo ha hecho en el actual RB Arena. El estadio donde rodará la pelota en unas horas abrió sus puertas en agosto de 1956. La estructura que está ahora en pie, sin embargo, no es la original. Son los muros de vegetación que lo rodean los que cuentan su impresionante historia.
Mucho antes de ser el RB Arena, antes de la llegada del gigante Red Bull a la ciudad, en Leipzig se encontraba el monumental Zentralstadion. Llegó a ser el estadio más grande de toda Alemania, en los tiempos de la República Democrática. Los años pasaron y hubo que derrumbarlo para levantar un estadio más moderno, como hoy lo conocemos. Presente y pasado se conjugan en un recinto especial que recibe a los hombres de Carlo Ancelotti.
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A mediados de los 50, Leipzig era todavía una ciudad asolada por las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. Durante la década anterior había tenido un peso importante en la Alemania nazi: era una importante intersección ferroviaria en el país y, con hasta 700.000 habitantes, la sexta ciudad más grande del Gran Reich Alemán que quiso establecer Adolf Hitler en Europa.
Por eso mismo, Leipzig sufrió repetidos ataques aéreos británicos y estadounidenses durante el conflicto bélico. El más sangriento fue lanzado por la Royal Air Force de Reino Unido el 4 de diciembre de 1943 y costó más de 1.800 vidas. Hubo otros, como en mayo de 1944 cuando se atacaron más de 15.000 edificios y cerca de 140.000 personas quedaron sin hogar. Los últimos bombardeos registrados sucedieron el 23 de febrero de 1945, poco más de dos meses antes de la derrota de las potencias del Eje.
Las consecuencias, además de las pérdidas vitales, se contabilizaron en las toneladas de escombros que dejaron los bombardeos de Los Aliados. Sobre ellos se empezó a reconstruir Leipzig, incluido el imponente Zentralstadion. Según los registros, se utilizaron más de 1,5 millones de metros cúbicos de restos de las ruinas para crear un estadio con capacidad para más de 100.000 espectadores situado en el cráter de una colina artificial.
Las obras de construcción se iniciaron en abril de 1955 y el estadio se inauguró 16 meses después, con un partido de fútbol que enfrentó al campeón de liga de la RDA, el SC Wismut Karl Marx Stadt, y al del campeonato húngaro, Honvéd Budapest, que se llevó la victoria.
El Zentralstadion de Leipzig era conocido como el 'estadio de los cien mil' por su capacidad para tantos aficionados. Servía para albergar partidos de fútbol a nivel nacional e internacional, pero también fue sede de eventos de atletismo, ciclismo y los Juegos Olímpicos de la RDA, conocido como el Festival de Deportes Alemán.
El récord de asistencia se estableció el 27 de octubre de 1957, durante un partido de clasificación para el Mundial de 1958 entre la selección de Alemania Oriental y la de Checoslovaquia. Asistieron 110.000 espectadores.
El estadio fue la casa del VfB Leipzig, luego conocido como FC Lokomotive Leipzig, que fue un ilustre de la Alemania del Este, pero se hundió con la reunificación en 1990. Sin un club que le diera brillo, las instalaciones del Zentralstadion se fueron deteriorando con el tiempo y se redujo su aforo hasta 40.000 espectadores. En 1994 quedó para eventos ocasiones y después fue abandonado por completo.
Fue el Mundial de 2006, celebrado en Alemania, el que devolvió el fútbol a la ciudad de Leipzig. Fue elegida como sede de la cita, pero el 'viejo' Zentralstadion iba a ser demolido en el año 2000 para dar lugar a un nuevo estadio. La reconstrucción se haría sobre la misma colina y dentro de los muros del antiguo recinto.
El nuevo 'estadio central'
El nuevo Zentralstadion, con capacidad para 44.199 espectadores y un coste de 96,4 millones de euros, fue inaugurado en marzo de 2004. Como curiosidad, España ganó allí a Ucrania (4-0) en su primer partido del Mundial de 2006. Por aquel entonces, el actual inquilino del estadio, el RB Leipzig, ni siquiera existía.
El salto final se dio en 2009, cuando Red Bull eligió Leipzig para montar su gran proyecto futbolístico: un club que debía alcanzar la élite del fútbol alemán y luego del europeo. Nació el RB Leipzig (cuyo nombre completo es RasenBallsport Leipzig) y en 2010, pese a jugar en categorías regionales, se mudó al nuevo Zentralstadion.
El recinto fue renombrado Red Bull Arena cuando todavía no pertenecía al RB Leipzig, como parte de un acuerdo de comodato con la ciudad de Leipzig para su mantenimiento y uso. En 2015 se ampliaron la zona de prensa y la VIP, lo que menguó su capacidad hasta 42.558 espectadores. En 2016, año del ascenso del equipo a la Bundesliga, la marca de bebidas energéticas compró definitivamente el escenario y planificó una ampliación hasta llegar a 57.000 asientos.
Actualmente, el RB Arena cuenta con aforo para 47.069 espectadores y ya ha recibido a grandes equipos de Europa como el Manchester City, el Manchester United, el PSG o el Tottenham. En Champions League, por la normativa de la UEFA contra los nombres comerciales, no puede usar el sobrenombre de Red Bull y sigue siendo conocido como Zentralstadion.
Si bien el RB Leipzig es un club hecho bajo las 'normas' del fútbol moderno, y así ocurre con su estadio (por ejemplo, hay otro Red Bull Arena en Nueva York), en su casa -gracias a sus muros de vegetación- también se respira ese aroma a historia. Este martes, solo tres días del fallecimiento del dueño de Red Bull, el hombre que lo hizo todo posible, Dietrich Mateschitz, se volverá a escribir un nuevo capítulo. El rey de Europa conoce el Zentralstadion.