El madridismo está en vilo estos días por un asunto: el futuro de Casemiro. Su salida al Manchester United se calienta, lo que significaría decir adiós a un futbolista de época en el Real Madrid. El club blanco, como reconocimiento a su trayectoria como merengue, lo deja en sus manos.
Una salida como la de Casemiro tiene impacto en cualquier equipo. Para el Real Madrid sería decir adiós a un futbolista capital en la consecución de las últimas cuatro Champions League e, incluso, en La Décima por la forma en la que sujetó al equipo en Dortmund.
Ningún madridista tiene una media de minutos más alta que la del '14' en el último lustro (3.830'). En los 48 partidos que jugó en la temporada 2021/2022 promedió 2,45 robos por partido, 2,7 duelos aéreos ganados, un 85,97% en pases acertados y un 64,41% en entradas con éxito. Eso no hay casi nadie que te lo iguale y menos fusionándolo con el peso que tiene el brasileño en el vestuario.
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Pero el Real Madrid está acostumbrado a situaciones como esta. A lo largo de la historia han pasado los mejores del mundo por sus filas y el club ha prevalecido. En años recientes, los casos de Cristiano Ronaldo o Sergio Ramos lo demuestran. La de Casemiro sería una salida casi tan dolorosa como las de estos dos.
Sin embargo, se dan varios condicionantes para pensar que la salida de Casemiro pueda llegar en un momento menos punzante. Primero porque el jugador cumple 31 años en seis meses y una oferta de casi 80 millones de euros por él estaría casi fuera de mercad. Y segundo porque el Real Madrid se ha encargado de cubrirse las espaldas.
Tchoauméni, relevo inmediato
Si ha habido una obsesión en el Madrid los últimos años, ha sido asegurarse el relevo de la CMK. Lo del trío formado por Casemiro, Modric y Kroos es prácticamente imposible repita en la historia. Hablamos del mejor centro del campo que ha tenido el club de las 14 Copas de Europa. Asumido eso, la importancia de dar con buenos sustitutos que cogieran el testigo era crucial.
El de Casemiro es Aurélien Tchouaméni. Se le fichó a comienzos de verano por otros 80 'kilos', una cifra alta que demuestra dos cosas: la confianza que hay en el crecimiento del jugador y el valor que se da a encontrar el relevo indicado para el brasileño. Era o el ya ex del Mónaco, de 22 años, o nadie.
Cuando se fichó a Tchouaméni no se hizo pensando en él como un suplente, sino en asegurar el futuro. El presente, por su precio y lo que ya demostró en la Ligue-1, también pudo generar ciertas dudas en Casemiro. Pero en el Real Madrid se entiende que el jugador estaría preparado para asumir ya un papel protagonista. Si se confirma la salida del brasileño, es el elegido para ocupar su sitio en el once.
Es imposible que Tchouaméni tenga los automatismos con Modric y Kroos que tenía Casemiro, pero el Madrid quiere que siga su propio camino, ese que se espera que recorra durante muchos años con otros socios: Fede Valverde y Camavinga.
Tchouaméni no deja de ser un novato en el Madrid y no recogerá los galones de Casemiro, pero lo que refleja sobre el campo no es tan diferente en comparación al brasileño. El curso pasado en el Mónaco disputó 46 partidos, promediando 2,47 robos por partido, 2,1 duelos aéreos ganados, un 86,24% en pases acertados y un 56,14% en entradas con éxito. La diferencia entre uno y otro es reducida.
Además, Tchouaméni comparte con Casemiro una de sus grandes virtudes: el aguante físico. Solo la temporada pasada disputó 4.231 minutos con la camiseta del Mónaco, que es ya más que cualquier registro en una temporada que haya alcanzado Casemiro. Eso significa que está también preparado para cursos exigentes como los que ha tenido el brasileño en el club blanco.
Por último, el Real Madrid cuenta también esta temporada con un comodín: David Alaba. El austriaco, que se ha convertido en otro de los jefes del vestuario en solo un año, es polivalente y, además de central, puede jugar de lateral zurdo y pivote. La llegada de Antonio Rüdiger a la zaga, sumado a un Nacho Fernández intocable en la rotación, le da más libertad al '4' blanco.
De esta forma, el Madrid sigue contando con jerarquía en su centro del campo mientras coge forma la figura de Tchouaméni. Y sin Casemiro, otra pieza que vería multiplicados sus minutos sería Dani Ceballos como lo más parecido a Modric que hay en la plantilla. El centro del campo tiene amplitud de sobra para protegerse, aunque decir adiós a una leyenda nunca es fácil.