"Mi trabajo es crear muchas dudas a mi padre". Es la carta de presentación de Davide Ancelotti (Parma, Italia; 1989), hijo de Carlo Ancelotti y su mano derecha en el banquillo desde hace años. El positivo en Covid de su padre le abre la puerta a tomar los mandos del Real Madrid, que el sábado viaja a Vigo. Que el primer entrenador llegue a tiempo no está descartado, pero en Valdebebas por ahora manda Davide.
El contagio de Ancelotti ha llegado en un momento comprometido, con la recta final de La Liga y la eliminatoria de Champions contra el Chelsea al caer. El Real Madrid se lo toma con precaución, aunque desde este lunes 28 de marzo no es obligatoria la cuarentena para los positivos en Covid con sintomatología leve. Carlo se 'encierra' en su casa para evitar riesgos y da a su hijo los mandos del equipo.
Davide, ahora entrenador asistente en el Real Madrid, se incorporó desde muy pronto en su vida al cuerpo técnico de su padre. Antes tuvo una breve etapa como futbolista empezando en la academia del Milan, club donde Carlo se hizo leyenda. Rozando los 20 se probó en las divisiones inferiores del fútbol italiano y al ver que iba a tener poco recorrido con las botas puestas decidió reenfocar su carrera.
Con 22 años se unió al staff de su padre en el PSG. Davide haría de preparador físico en París aquella temporada, la 2012/2013, y las dos siguientes en las que Ancelotti padre estuvo en el banquillo del Real Madrid. Fue la primera toma de contacto de Davide con Valdebebas, mientras Carlo tenía a dos ilustres del madridismo, Zinedine Zidane y Fernando Hierro, como sus segundos cada uno en una temporada.
Cuando Ancelotti se fue del Madrid, y tras un año sabático, llegó a Múnich. Lo hizo con Davide como su asistente. A punto de cumplir los 28 años, podía sorprender ver a alguien tan joven como segundo de todo un Bayern Múnich y alguno podía tender a pensar que estaba ahí por su apellido. Ser hijo de un cinco veces campeón de Europa (dos como jugador y tres como entrenador) ayudaba, pero para entonces ya era un estudioso de la disciplina.
Durante más de cinco años y pasando por cuatro clubes de las cuatro mejores ligas de Europa (Bayern, Nápoles, Everton y de vuelta al Real Madrid), Davide ha consolidado su dupla en el banquillo con su padre. El día en el que recoja el testigo no debería tardar, Carlo tiene 62 años, y este sábado podría dirigir por primera vez al equipo con más Champions de la historia.
El 'jefe' de Valdebebas
Davide tiene gran presencia en Valdebebas. Tres futbolistas (Modric, Benzema y Marcelo) son más mayores que él y tiene la misma edad que Gareth Bale (el galés es seis días mayor), por lo que la relación con el vestuario es buena. Lo habitual es ver al italiano dando charlas individuales a los jugadores en los entrenamientos y antes de los partidos. Nada de largos discursos. Su mensaje es directo.
El hijo de Ancelotti es una especie de científico del fútbol. Los que trabajan a su lado destacan su obsesión por su labor y el estudio de la táctica. Sigue un meticuloso proceso de estudio de los rivales, analizando las claves con las que su equipo puede sacar ventaja para lograr la victoria. Y junto a Llopis, Mauri y el resto del staff técnico prepara las sesiones de entrenamiento que luego Carlo supervisa.
Mi deber es organizar los entrenamientos, asegurarme de que todo salga bien
"Mi deber es organizar los entrenamientos, asegurarme de que todo salga bien, preparar las jugadas a balón parado, ayudar al entrenador a preparar la estrategia del juego. Vamos semana a semana, organizamos el programa juntos", contaba en un podcast el propio Davide al poco de anunciarse el regreso de su padre al Real Madrid.
De su padre dice que es el tipo de entrenador "que le gusta escuchar a todo el mundo". Y eso hace Carlo, que tiene una profunda confianza en la opinión de su hijo (y el resto del staff) por todo lo aprendido durante esta travesía conjunta. "Él observa más durante una sesión de entrenamiento normal, pero puede entrar, detenerla y decir lo que piensa, corregir a veces… pero nos da mucha responsabilidad. Sólo maneja la sesión táctica cuando jugamos partidillos dos días antes del partido", explicaba Ancelotti hijo.
La relación padre-hijo ayuda para que las charlas entre Carlo y Davide sean de tú a tú, incluso en los partidos: "No estoy aquí para decir 'sí, sí, sí', estoy aquí como todo entrenador asistente, tengo la confianza, yo más que los demás, para decir 'no, no estoy de acuerdo contigo'. Trabajamos mucho durante la semana evaluando lo que creemos que va a hacer el contrario en el partido".
La presencia de Davide este año en el Madrid no ha pasado ni mucho menos desapercibida. Raro es el partido en el que no se deja ver por el área técnica que comanda su padre. Le aconseja con la gestión de los jugadores y los cambios, uno de los aspectos más criticados de Ancelotti esta temporada. Eso ha creado cierta expectación sobre lo que se podría ver en un escenario en el que sea el hijo quien coja el timón, como puede ocurrir este sábado.
La pandemia ya hizo que la temporada pasada, con Zidane en el banquillo, se viera a un segundo dirigir al Real Madrid. David Bettoni tomó las riendas del equipo durante dos partidos por el positivo del técnico francés. Su balance fue de una victoria (1-4 ante el Alavés) y una derrota (1-2 ante el Levante). Davide está listo por si su padre no viaja a Vigo, mientras que para Londres se da por hecho que estará de vuelta Carlo.
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