Durante su presentación como nuevo entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti dejó claro que contará con los jugadores más jóvenes durante su segunda etapa en el banquillo del Santiago Bernabéu. El técnico italiano se refirió así a los Vinicius, Rodrygo, Odegaard y compañía.
Precisamente, es en Rodrygo Goes en el que se centran algunos focos, un futbolista que quiere acabar de romper el cascarón. El extremo brasileño no ha parado durante las vacaciones, en las que se le ha podido ver trabajando muy duro. En sus redes sociales ha dejado constancia de ello con duras sesiones de entrenamiento que parecen ir enfocadas en ganar músculo, en ganar cuerpo para la próxima temporada.
Rodrygo tiene esa fantasía propia del fútbol de su país y también ha demostrado tener gol, pero todavía tiene mucho trabajo por delante hasta llegar a romper su techo. La pretemporada en la casa blanca ya ha comenzado y el ex del Santos forma parte del equipo que se ha puesto a las órdenes de Ancelotti desde el principio.
El extremo no fue convocado por Brasil para participar en los Juegos Olímpicos de Tokio, una noticia que ha aliviado al entrenador italiano, ya que así puede contar con él desde el inicio de la preparación, verle en acción y saber cómo puede sacar su máximo para el Real Madrid.
Año III
Rodrygo comienza así desde el inicio la que será su tercera temporada en las filas merengues. Un momento que puede significar un punto de inflexión para él, ya que se busca que al fin dé ese paso adelante en su progresión y pueda asentarse en el equipo blanco como un jugador decisivo.
Y es que en su segunda campaña como madridista, el brasileño estuvo dos meses parado por una lesión en el bíceps femoral de su pierna derecha, dolencia que le hizo estar alejado de los terrenos de juego y que le impidió gozar de más minutos dentro de los terrenos de juego.
En la 2020/2021 apenas marcó dos goles en los 1.298 minutos que estuvo sobre el campo. Abrió su casillero goleador en el partido ante el Inter de Milán, correspondiente a la fase de grupos de la Champions League, que acabó con victoria blanca por 3-2 y volvió a ver puerta en el triunfo ante el Granada por 1-4, en la antepenúltima jornada de La Liga. Además dio ocho asistencias.
Mientras que en su primer año en el Real Madrid, en la 2019/2020, anotó en siete ocasiones y repartió tres pases de gol, demostrando, además, mantener un particular idilio con la Champions League con su hat-trick ante el Galatasaray. Sus tres asistencias también fueron en la competición continental.
Zidane sí le supo ir dando protagonismo. Durante su primer año, alternó entre el Castilla y el primer equipo hasta asentarse con los 'mayores'. Fue alternando titularidades, con suplencias y también partidos en los que se quedó fuera de los elegidos. Todo dentro de un proyecto de adaptación a nuestro fútbol.
En su segundo año, esa mencionada lesión en el muslo le dejó sin poder participar en la Supercopa de España y en la Copa del Rey. Pero si hay un dato a tener en cuenta es el que se desprende de sus números en la Champions en la 2020/2021. Rodrygo tan solo se perdió un partido, fue el de vuelta de los octavos de final contra el Atalanta por esa lesión ya comentada.
En el resto de encuentros de la máxima competición continental, Zidane le dio la alternativa, ya fuese para jugar los últimos minutos como cambio estratégico, como para ser titular en los dos últimos partidos decisivos de la fase de grupos ante Shakhtar Donetsk y Borussia Mönchengladbach, tras los que el Real Madrid logró pasar como primero de grupo a octavos.
Zidane fue utilizándole en mayor o menos medida dependiendo de la situación del equipo, de las lesiones y de cómo viese a Rodrygo. Ahora la incógnita que se abre es si el extremo seguirá manteniendo esta especial relación con la máxima competición continental y si podrá 'romper' definitivamente para convertirse en un jugador importante en la casa blanca. Ancelotti trabaja para que así sea.
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