El Chelsea no dio opción al Real Madrid en Stamford Bridge y sentenció la eliminatoria con un triunfo por 2-0. Tuchel volvió a ganar el pulso de la pizarra a un Zidane desconocido y bloqueado que fue preso de un sistema estéril. Werner adelantó a los blues en la primera parte y Mount terminó con las esperanzas del conjunto blanco en el tramo final del partido. [Narración y estadísticas: Chelsea 2-0 Real Madrid]
La superioridad física del Chelsea mezclado con la fatiga de unos y la inactividad de otros de los jugadores del Real Madrid fue clave en el encuentro y en la eliminatoria. Eso y el empeño de Zidane con un dibujo que no funcionaba acabó por enterrar cualquier posibilidad de levantar La Decimocuarta esta temporada.
Con más ganas que fútbol, el Real Madrid consiguió sobrevivir hasta el final. Eso y las paradas de un Courtois convertido en salvador, pero ni los milagros son para siempre. Kanté se 'comió' a Casemiro y Mendy, el portero del Chelsea, sacó las dos de Benzema, y que sucedieron durante la primera mitad, que tuvo el equipo de Zidane durante todo el partido.
El Chelsea ni se inmutó con los intentos del Real Madrid. Falló, falló y falló, pero tampoco se puso nervioso en ningún momento. Mendy y Sergio Ramos jugaron muy limitados físicamente y Hazard fue un espejismo del futbolista que hace dos temporadas levantaba a los espectadores en ese mismo escenario.
Un dibujo indescifrable
El Real Madrid, que vistió medias negras en Stamford Bridge por la coincidencia con las blancas del Chelsea, sorprendió de inicio con la colocación de Vinicius como carrilero derecho. Lo que parecía que iba a ser un 4-3-3 fue en realidad un 3-5-2. Zidane quiso así poblar el centro del campo y proteger a un Sergio Ramos que regresaba al once después de casi dos meses de ausencia.
La otra gran apuesta del técnico madridista fue la presencia de Hazard junto a Benzema. Y ninguna funcionó. Vinicius se sentía como pez en la arena y el belga no tuvo influencia alguna en el juego. Demasiados futbolistas desnaturalizados y limitados para hacer frente a un Chelsea que es como una visita al dentista.
Por su parte, Tuchel repitió la alineación del Di Stéfano con la única variante de Havertz por Pulisic y que también le dio buen resultado. El Chelsea es justo finalista y amenaza con ser más que peligroso para un Manchester City que llega, a priori, con la vitola de favorito. Porque los blues no solo son físico, sino también un excelente equipo de autor que el exentrenador del PSG ha sabido moldear en escasos meses.
El Chelsea ganó en físico, intensidad, juego y oportunidades, mientras que el Real Madrid intentaba descifrar el dibujo de un Zidane que se convirtió más en una pintura rupestre que en un camino hacia Estambul.
Los blues, con el beneplácito del árbitro italiano Orsato, frenaron a golpes el tímido arreón inicial del Real Madrid. En poco más de seis minutos, el colegiado ya había perdonado la tarjeta a Christensen, Kanté y Havertz. Hasta la intensidad caía del lado inglés y eso nunca es un buen augurio.
El tramo inicial fue de pocas ocasiones y de mucho juego en el centro del campo, pero poco a poco Chilwell fue encontrándole las cosquillas a Vinicius y en una de ellas cedió para que Werner empujara a la red. Sin embargo, las ansias del alemán jugaron a favor de los blancos y el Real Madrid se salvó porque el delantero se adelantó hasta caer en fuera de juego.
Los tres centrales puestos por Zidane se posicionaban muy abiertos para sacar la pelota y el Chelsea encontraba ahí los espacios para atacar la portería defendida por Courtois. A pesar de ello, en un destello de Benzema a punto estuvo de encontrar el gol. El francés se giró y la puso bien, pero la gran estirada del otro Mendy evitó lo que parecía un tanto seguro.
Y de lo que pudo ser el 0-1 al 1-0. Casemiro va a defender a Kanté hacia adelante, pero el mediocentro blue le gana la partida y cede a Havertz que se planta solo ante Courtois. El germano la pica y el balón bota en larguero, pero Werner espera a que baje para empujarla con la cabeza y poner así al Chelsea por delante en el marcador.
El gol empeoró aún más a un Real Madrid que, a pesar de ello, rozó el empate con un cabezazo de Benzema que volvió a sacar el Mendy del Chelsea. El guardameta francés demostraba por qué ha sentado a Kepa y se convertía en una pesadilla para Karim.
El bloqueo de Zidane
A pesar de todo ello, Zidane insistió con su idea inicial en la segunda parte y Havertz mandó al larguero un cabezazo que pudo cerrar la eliminatoria nada más volver de los vestuarios. Después fue uno de Thiago Silva que se marchó fuera y una clara ocasión de Mount que tuvo el mismo final. Milagrosamente, el Real Madrid seguía en la eliminatoria a pesar del inmovilismo de su técnico.
El Chelsea perdonó la vida al conjunto blanco igual que en la ida. El huracán blue del primer cuarto de hora de la segunda parte se completó con un mano a mano de Havertz contra Courtois que salvó un belga que ha heredado la aureola de santo de Casillas. Faltaba solo media hora y lo mejor para el Real Madrid era que solo perdía 1-0.
Zidane, por fin, movió el banquillo para agitar el árbol y metió a Valverde y Asensio por Vinicius y Mendy, aunque no cambió el esquema y el equipo continuó con las mismas limitaciones ante un Chelsea que pisaba una y otra vez el área de Courtois. Centros que se paseaban por el área, remates que se iban fuera, una pierna que desviaba un tiro claro... y es que las tuvo de todos los colores el equipo de Tuchel.
Fin a la agonía
El esfuerzo del Real Madrid propició que llegara con un hilo de esperanza hasta el final, pero una recuperación de un inagotable Kanté, que volvió a ser muy superior a Casemiro y a todos los centrocampistas blancos, sirvió para que Mount pusiera el 2-0 que daba la puntilla a los de Zidane a cinco minutos de final.
Tanto fue el cántaro a la fuente que se rompió. El Chelsea jugará la final de Champions contra el Manchester City de Guardiola en Estambul y el Real Madrid queda eliminado en un partido que dio mil y una oportunidades a Zidane para cambiar, pero que no quiso o no lo supo ver. Entre ello y que el tanque de la gasolina llegó vació a Londres, lo del equipo blanco fue más una larga agonía que un combate a vida o muerte.
Poco que reprochar, a pesar de todo, al Real Madrid y a Zidane. En una temporada muy difícil y con más de 50 lesiones, el equipo soñó, aunque fuera más una utopía, con estar en la final de la Champions hasta el minuto 85 del partido de vuelta de las semifinales. Tiene mucho mérito haber llegado hasta ahí con vida, pero siempre dará rabia por lo cerca que se estuvo de llegar a la orilla a pesar de nadar a contracorriente.
Chelsea 2-0 Real Madrid
Chelsea: Mendy; Azpilicueta (James 88'), Rudiger, Christensen, Thiago Silva, Chilwell; Kanté, Jorginho; Havertz (Giroud 90+'), Mount (Ziyech 88') y Werner (Pulisic 68').
Real Madrid: Courtois; Mendy (Valverde 63'), Ramos, Militao, Nacho; Modric, Casemiro (Rodrygo 76'), Kroos; Hazard (Mariano 89'), Benzema y Vinicius (Asensio 63').
Goles: 1-0, 27' Werner; 2-0, 85' Mount.
Árbitro: Daniele Orsato (ITA), amonestó a Jorginho (14') y Christensen (38') por el Chelsea, y a Ramos (37'), Nacho (62'), Kross (72') y Valverde (90'), por el Real Madrid.
Incidencias: Partido de vuelta de semifinales de la Champions League disputado en el estadio Stamford Bridge (Londres, Inglaterra) a puerta cerrada.