El Real Madrid no ha tenido demasiada suerte en el sorteo de los octavos de final de la Champions. El Atalanta era sin lugar a dudas uno de los rivales más complicados que le podían tocar al equipo blanco teniendo en cuenta que casi todos los 'cocos' se encontraban en el bombo de los favoritos, en el de los primeros de grupo, en el que el Real Madrid era el único español.
De entre los posibles rivales, seguramente el equipo alemán del Leipzig era el gran rival a evitar. Una vez superado el equipo de Nagelsmann, que se medirá al Liverpool, curiosamente el rival del Atalanta en la fase de grupos, el conjunto entrenado por Gian Piero Gasperini era el otro equipo incómodo. A priori, se trata de una escuadra más temible que la Lazio o el Oporto. El año pasado consiguieron llegar hasta los cuartos de final cuando fueron derrotados, casi de milagro, por el PSG. En ese momento, venían de marcarle 8 al Valencia en los octavos.
La mejor definición que se puede realizar sobre el Atalanta es que es un equipo de contrastes, capaz de ganar en cualquier campo y ante cualquier rival. Sin embargo, también es capaz de lo peor, de sufrir importantes desconexiones y de no dar la talla ante rivales incluso inferiores. Es un equipo muy impredecible que hace de todos sus partidos un espectáculo para los espectadores y un drama para los entrenadores. No obstante, ellos no rehúyen el cuerpo a cuerpo, el intercambio de golpes hasta conseguir ese K.O que pueda dejar a su rival en la lona, aún a riesgo de ser ellos quienes caigan primero.
En cuanto a lo futbolístico, se trata de un equipo que ataca a tumba abierta, de forma vertical y que tiene un gusto especial por el trato de balón. Sin embargo, no marea ni amasa la jugada, sino que va directo hacia la portería rival y, si puede, con muchos hombres, lo que luego provoca importantes desajustes defensivos. En sus partidos son muy habituales los goles, tal y como demuestran sus registros de este año y de temporadas anteriores. En este curso han anotado 31 goles en tan solo 16 partidos. Sin embargo, también han encajado 24. Por ello, es un equipo que no tiene miedo a atacar sin pensar en las consecuencias y que intenta aprovechar las debilidades de cualquier defensa.
En esta línea viene trabajando durante los últimos años, ya que ha conseguido superar la barrera de los 100 goles en las últimas dos temporadas. Sin embargo, su fragilidad defensiva también es alarmante, por lo que su mayor virtud también es la mejor vía para hacerles daño.
Duván Zapata y compañía
Si su mayor peligro es su pegada, sus mejores jugadores se localizan, lógicamente, en la zona de ataque. No obstante, hay varios jugadores que han bajado su nivel respecto al curso pasado en el que el Atalanta se convirtió en uno de los equipos revelación del fútbol europeo. Duván Zapata, su delantero estrella, se encuentra en horas bajas, ya que ha perdido gran parte de su olfato goleador este año. El colombiano solo ha anotado dos tantos en la Serie A en 10 partidos esta temporada, mientras que el año pasado rozó la veintena y, hace dos temporadas, se fue hasta los 30 en toda la temporada. En Champions le han ido un poco mejor las cosas, ya que suma 3 goles en 6 partidos.
Quien ha cogido en parte ese relevo ha sido Luis Muriel, delantero con pasado en la liga española y que ya ha anotado seis tantos este año. Sin embargo, el mayor refuerzo ofensivo que ha registrado el conjunto italiano procede desde el centro del campo con jugadores como De Roon, Pasalic o Malinovskyi, que han tenido que dar un paso hacia delante y tomar mayores responsabilidades.
Sin embargo, la gran estrella del conjunto italiano, con permiso de Duván Zapata, es Alejandro Darío 'el Papu' Gómez, el jugador más talento, desequilibrio y calidad del Atalanta. El verdadero jugón del equipo que, además, está aportando mucho gol. Este año ya suma 5 tantos y 4 asistencias y es el líder del ataque, el jugador que sabe ponerle calma y que tiene la habilidad necesaria para encontrar la mejor situación al resto de sus compañeros o, incluso, para acabar él mismo la jugada.
Sin embargo, su situación en el equipo es ahora mismo una quimera. No atraviesa por su mejor momento su relación con Gasperini y parece no sentirse respaldado por el club, por lo que estaría meditando seriamente su marcha incluso en el mercado de invierno, lo que implicaría no llegar al duelo frente a los blancos que tendrá lugar en febrero o marzo, dependiendo de cuando lo decida la UEFA. A sus 32 años, y seguramente, cuando viene de cuajar sus mejores temporadas en su carrera, la baja del 'Papu' Gómez podría ser muy importante y clave en la eliminatoria. Aun así, lo que se pueda hablar en diciembre son todavía simples ideas de lo que se pueda ver dentro de dos meses cuando todos los equipos se crucen.
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