El Real Madrid Femenino se quedó a las puertas de lograr el pase a la final de la Supercopa de España, pero volvió a sucumbir ante un FC Barcelona que definió el choque en la prórroga gracias a un gol desde el punto de penalti. Las blancas forzaron el tiempo extra y plantaron cara hasta el final, aunque de nuevo la calidad del Barça salió a relucir en el momento exacto para conseguir la victoria y colarse en la gran final donde ya le esperaba la Real Sociedad.
Fue el partido más igualado de todos los que hasta el momento, desde el desembarco del Real Madrid en el fútbol femenino, se han disputado entre las merengues y las culés. No hubo goleada, tampoco una gran diferencia en el marcador, pero sí que existió una gran igualdad y una casta del conjunto blanco que llevó a forzar la prórroga.
Claudia Pina adelantó a las culés en una primera mitad en la que las azulgrana fueron mejores. Lo hizo en el ecuador de este primer acto gracias a una asistencia de Aitana Bonmatí. Sin embargo, las de Alberto Toril reaccionaron a la perfección en el segundo parcial y Caroline Weir sacó a relucir su faceta goleadora para hacer el empate. Con ese marcador de 1-1 se llegó al final de los 90 minutos y, pese a que las blancas tuvieron momentos brillantes en este tiempo añadido, terminaron cayendo ante los dos goles finales del Barça.
El inicio para el Barça
El gran favorito en cada Clásico femenino es siempre el FC Barcelona. Las catalanas cuentan con un gran potencial y lo demuestran temporada tras temporada, pero también es cierto que la diferencia entre ambos conjuntos se ha ido reduciendo progresivamente cada año.
Sin embargo, la primera parte fue de completo dominio azulgrana. Las culés apabullaron a un Real Madrid que apenas conseguía pasar del centro del campo y que se defendían como podían. Una llegada tras otra de las catalanas, que encontraron premio en el ecuador de este primer acto. Claudia Pina cazó un balón en las inmediaciones del área y, con la gran calidad que tiene, batió a Misa con un lanzamiento al palo largo.
Un golazo que hacía justicia a lo que se estaba viendo en los primeros minutos de juego. Alguien llegó incluso a pensar en que el Barça podía conseguir una cómoda victoria como las logra en gran parte de sus encuentros, pero la historia iba a ser muy distinta. El Real Madrid aguantó vivo al descanso.
Mejor el Real Madrid
La reacción del conjunto blanco en la segunda mitad fue digna de elogiar. El Real Madrid cambió la cara por completo y dio carpetazo al dominio azulgrana. Las de Alberto Toril estaban dispuestas a pelear hasta las últimas consecuencias y mandaron un claro mensaje cuando Caroline Weir, en el arranque de este segundo acto, igualó de nuevo el choque.
Las merengues se veían con muchas opciones de, por fin, ganarle un partido al Fútbol Club Barcelona. Así se llegó a la prórroga, un motivo de celebración para el Real Madrid teniendo en cuenta el historial de enfrentamientos. En este tiempo extra, las blancas fueron mucho mejores. Como si el Barça estuviera desnortado o desorientado por ir a la prórroga, hicieron aguas y dejaron que su rival llegara con claridad.
Sin embargo, fue la falta de puntería lo que mató al Real Madrid. Después de mucho perdonar, el Barça se animó a pisar el área contraria y en esas se encontró con un penalti. Mariona Caldentey lo lanzó al centro y no perdonó, anotó el 2-1 en el minuto 111 que dejó muerto a su rival. El gol de Paralluelo ya con el tiempo cumplido certificó el triunfo culé y el pase a la final de la Supercopa de España.
FC Barcelona 3 - 1 Real Madrid
Barcelona: Paños, Paredes, María León, Pina (Mariona, 64’), Crnogorcevic (Torrejón, 64’), Patri (Paralluelo, 104’), Aitana, Bronze, Rolfö, Geyse (Oshoala, 88’) y Walsh (Nuria, 112’).
Real Madrid: Misa, K. Robles (Ivana, 91’), Rocío, Olga (Esther, 63’), Weir, Kathellen, Feller (Møller, 100’), Zornoza (Teresa, 91’), Athenea, Svava (Nahikari, 112’) y Freja Siri (M. Oroz, 63’).
Goles: 1-0, min. 24: Pina; 1-1, min. 54: Weir; 2-1, min. 111: Mariona (pen.); 3-1, min. 120: Paralluelo.
Incidencias: Partido de las semifinales de la Supercopa de España jugado en el Estadio José Fouto de Mérida.