En Cádiz nació una nueva sensación en el Real Madrid. La situación para Zinedine Zidane era límite por culpa de los problemas físicos por los que está pasando su plantilla. Luka Modric y Toni Kroos, los hombres que han estado haciendo jugar a su equipo en el tramo fundamental de la temporada y, prácticamente, durante todo el año eran baja. El francés dio los galones a un chico de 20 años nacido en Montalbán que se quitó cualquier complejo de la cabeza para demostrar por qué es una de las principales promesas de la cantera merengue.

Antonio Blanco ha venido para quedarse. El cordobés exhibió en el Ramón de Carranza gran parte de las cualidades que posee. Los seguidores del Castilla ya han visto sus exhibiciones en los campos de Segunda B o en la Youth League, pero el reto de hacerlo en Primera División era mayor. El centrocampista saltó al césped este miércoles como titular y le demostró a Zidane que no se había equivocado con su elección.

Las circunstancias le favorecían, ya que tenía a su lado a Casemiro, un hombre curtido en mil batallas y que le iba a cubrir cualquier error que pudiera tener, y un esquema en el que tres centrales por detrás también le protegerían. Pero lejos de esconderse en este esquema, se movió por todo el campo, atreviéndose a sacar el balón desde atrás, plantándose cerca del área y moviendo el balón de lado a lado como si fuera el partido número 100 de su carrera.

Blanco aprobó con nota en el Carranza sobre todo por su control del partido. Activó a los hombres de banda con sus desplazamientos, dio una dosis de calma a los centrales con su capacidad para sacar el balón e incluso hizo que Casemiro tuviera que recorrer menos campo que en otras ocasiones. El cordobés es muy inteligente a la hora de presionar y su capacidad de robo, aunque no se puede comparar a la del brasileño, no es ninguna nimiedad.

Ganarse el puesto

Cuando salió Martin Odegaard en el pasado mes de enero, los ojos empezaron a apuntar a este jugador de 20 años. En la cantera saben que es carne de Primera División, pero Zidane decidió que fuera adaptándose poco a poco. Ha entrenado mucho durante estos meses con la primera plantilla, ganándose entrenamiento a entrenamiento un puesto. Finalmente, fue en la segunda parte de Getafe cuando le llegó su momento.

Ahora ha demostrado que puede tener un hueco en la plantilla para la próxima temporada. Si los blancos estaban buscando en el mercado un pivote, aquí también lo tienen. Puede ser un recambio más que válido para Casemiro y, ante las dificultades que el coronavirus ha puesto sobre la economía, puede ser una forma económica de encontrar un hombre para esa posición. Apostar por un hombre de la casa, además, es una noticia que siempre sienta bien a la afición. Antonio Blanco ha llegado para quedarse en el Real Madrid.

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