Baterías, congeladores y mitos. No es el nombre de la última película, es una de esas cosas que cada cierto tiempo se suele leer por las redes.
Un día navegando por la web, leyendo los comentarios de un producto, encontré un comentario en el que explicaba que se le olvidó la batería en el congelador y cuando la rescató de tan frío cautiverio, descubrió que la batería rendía mejor.
Si eso es cierto, llevamos años comprando baterías nuevas y con tan sólo meterlas en el congelador tendríamos batería nueva.
¿De dónde viene esta creencia?
La razón de esta ocurrencia, buscando en la hemeroteca, suele estar relacionada con la idea de que si las pilas alcalinas las sometes a una temperatura por debajo de lo normal, se aumenta su duración.
Dicha idea ha ido evolucionando con el tiempo hasta llegar a las baterías actuales. Su época dorada fue cuando nuestros portátiles no gozaban de mucha autonomía y se instaló la idea de guardar la batería en el congelador para hacerla más duradera o, en su defecto, reparar una batería dañada.
Para saber qué hay de realidad o de cuento en todo esto, primero vamos a desgranar cómo trabajan las baterías que usamos diariamente.
Tipos de batería
Hoy en día nuestros dispositivos usan baterías de Polímeros de Litio o de Iones de Litio, siendo esta la más usada actualmente:
- Iones de Litio (Li-Ion): Las baterías tienen un ánodo y un cátodo, para que se produzca la reacción electroquímica reversible entre ambos, se usa sal de litio. Tienen una elevada capacidad energética, resistencia a la descarga y un menor efecto memoria. Aunque su sensibilidad a las altas temperaturas puede producir su degradación.
- Polímero de Litio (LiPo): Son bastante similares a las Li-Ion. A diferencia de esta, para que se produzca la reacción electroquímica entre ánodo y cátodo se usa un compuesto polimérico, haciendo que sea similar a un gel en lugar de un líquido. Comparte las mismas características tanto en rendimiento como en su degradación.
La temperatura, esa delicada variable
Como hemos leído antes, este tipo de baterías son sensibles a las altas temperaturas. Esto quiere decir que si son sometidas durante un largo periodo de tiempo a dichas temperaturas, la degradación irá en aumento, llegando a producirse una combustión e incluso explotar.
El calor
Una batería que supere temperaturas de entre 35 -45 ºC se verá sometida a un stress en el que su rendimiento y su durabilidad se verán mermadas. Siendo igual o más perjudicial que someterlas a una sobrecarga.
El frío
Si el calor afecta negativamente a nuestras baterías, el frío les vendrá bien, ¿no? Querido ealian@, como todo en esta vida, los excesos no son buenos. Una temperatura por debajo de los 15º C incide en el rendimiento de nuestra batería, no de manera tan agresiva como las altas temperaturas, pero sí se ven afectadas.
Una temperatura equilibrada es lo recomendable
Recientemente hay estudios para conseguir que si una batería detecta una temperatura por debajo de lo adecuado, ella automáticamente gestione su temperatura para así trabajar en condiciones óptimas.
Galaxy Note 7, un caso reciente
Recientemente hemos vivido un caso que ha causado bastante revuelo en la comunidad Android. El conocido caso del Samsung Galaxy Note 7 en el que varios dispositivos sufrieron una combustión espontánea y algunos llegando a explotar. Tal ha sido la gravedad del caso que las líneas aéreas prohibieron acceder a un avión si llevabas dicho dispositivo junto a ti.
Samsung decidió retirarlo del mercado además de reclamar a sus usuarios la devolución del producto. Dentro de poco tras varios meses de investigación, sabremos los resultados del informe en el que analizan las causas de lo ocurrido.
No te creas todo lo que lees
En internet podemos encontrar historias de todo tipo, desde gente que dice haber metido en el horno pilas y luego durarle más, someter a las baterías a un voltaje bastante mayor del recomendado para cargarlas antes, guardar la batería en el congelador, sobretodo se habla de portátiles…
Todas estas cosas, además de ser peligrosas, no son ciertas, así que como en todo lo que hay en la web, no te creas lo que leas ya que puedes llevarte un susto o un disgusto dependiendo del nivel de barbaridad.
Entonces guardar la batería en el congelador…
Con todo lo leído anteriormente, someter a una batería a las bajas temperaturas en un congelador no es beneficioso. Diría que es hasta peligroso, ya que sometemos la batería a condiciones para las que no ha sido diseñada, junto con el peligro de la condensación.
Todas esas ideas sólo son una perdida de tiempo y energía
Se puede producir oxidación debido a dicha condensación y al someter nuestra batería a una carga de trabajo encontrarnos que no funciona como debería o tener riesgos de mal funcionamiento.
Conclusión
Os dejo algunos EALConsejos:
- Si no vas a usarlas durante un largo período de tiempo déjalas cargadas sobre un 45%
- Ponlas a cargar cuando el nivel esté sobre el 15%, intentando no apurar hasta que se agote del todo.
- Una vez cargada desenchufa el cargador, dejando que trabaje.
- No sometas la batería a temperaturas excesivas.
- Si notas anomalías en la batería, como por ejemplo que se ha hinchado un poco, deja de usarla y cámbiala cuanto antes.
- De vez en cuando viene bien cargarlas con el dispositivo apagado.
Y queridos ealian@s con todo lo leído, sobre todo, cuidad vuestros dispositivos.